Diari Més

Enocultura

La fiesta del Vino de Gandesa coge el reto de la profesionalización y la difusión de la cultura vitivinícola

La organización prevé servir 20.000 degustaciones a lo largo del fin de semana de esta 38.ª edición

Una mujer compra vino en una de las casetas de la 38.ª fiesta del Vino de Gandesa

Una mujer compra vino en una de las casetas de la 38.ª fiesta del Vino de Gandesa

Publicado por

Creado:

Actualizado:

La fiesta del Vino de Gandesa cumple este fin de semana 38 ediciones con el reto de la profesionalización y la difusión de la cultura vitivinícola de la comarca en Cataluña y más allá. Aprovechando el clima benigno y la jornada festiva de este sábado, los organizadores confían atraer hasta 5.000 visitantes y servir unas 20.000 degustaciones de vino de la DO Terra Alta de un total de 21 cooperativas y bodegas participantes. 

A diferencia de ediciones anteriores, las casetas de la feria se han ubicado al aire libre, aparte y aparte de la rambla de la Democracia de Gandesa, el centro neurálgico del acontecimiento. El sector respira este año aliviado después de una campaña que ha permitido recuperar las viñas y mejorar la calidad de la uva.

El buen tiempo y la gran calidad de la cosecha de este año han animado a los productores a salir la calle y cantar las excelencias de sus vinos. «Por suerte, una de las novedades de este año es que no ha habido que poner la carpa que cubría la muestra: eso da más luz, más amplitud, hay más calor, hay más calidad», ha certificado el secretario del Consejo Regulador de la DO Terra Alta, Jordi Rius.

Durante este fin de semana se esperan entre 4.000 y 5.000 visitantes en la capital de la Terra Alta que podrán disfrutar del producto del territorio pero también ofrecer, al lado de las actividades profesionales -la celebración de la Noche de las Garnachas, reuniendo a más de 300 personas en una cena este viernes, catas o presentaciones-, una agenda de actos lúdicos diversa -desde conciertos a propuestas gastronómicas, con una comida popular a base de la tradicional clotxa, este domingo-

El encuentro mantiene el nivel de participación de las ediciones más recientes, si bien Rius reconoce que el número de bodegas participantes llegó a la treintena hace cuatro o cinco años. «Eso también viene dado a que también se hacen diferentes actos del mundo del vino, hay ferias de todas partes, también la DO organizamos la primavera de la DO de Terra Alta y eso hace que seguramente la cantidad de bodegas haya bajado un poco los últimos años, pero estamos trabajando con el fin de promocionar la fiesta del vino y que la mayoría de bodegas que son embotelladores puedan venir en la fiesta del vino de Gandesa, que es una fiesta reconocida y que hace muchos años que funciona», ha reconocido.

Llega más lejos la promoción

Organizada por el Ayuntamiento de Gandesa, la sociedad Unión Gandesana, la Cooperativa, la DO Terra Alta y una comisión específica, la fiesta aborda con su crecimiento el reto de la profesionalización para llegar todavía más lejos. A pesar de los esfuerzos empleados de los últimos años, la Terra Alta continúa su particular lucha por difundir al resto de Cataluña y por todo el mundo las virtudes no sólo de sus vinos, que ejemplarizan el éxito de la garnacha blanca, la variedad autóctona por excelencia.

«Es una tarea pesada, en el sentido que hace mucho tiempo que estamos trabajando. Actualmente, en Cataluña sólo cuatro de cada diez botellas de vino que se consumen en el mercado catalán son de vinos catalanes. Tenemos un problema grave porque no pasa en ninguna otra región vitivinícola del mundo con reconocimientos», lamenta Rius, consciente de que todavía queda mucho trabajo por hiende este ámbito.

Considera que hay que seguir apostando por la exportación de los vinos de la DO y, al mismo tiempo, «aprovechar la gran masa de turistas que tenemos aquí en Barcelona, en Cataluña, para que puedan probar y puedan ser los embajadores de los vinos de nuestra dominación de origen».

También, desde la Cooperativa de Gandesa, su presidente, Pere Bové, cree que hay que ir todavía más allá. «Por ejemplo, el Priorat se ha hecho un gran trabajo, nosotros lo tenemos que hacer un poco más, aunque no tuviéramos los antecedentes que tienen ellos, pero tenemos que conseguirlo situar otra vez en la Terra Alta», apunta el presidente de la Cooperativa gandesana, Pere Bové, recordando la popularidad de las bodegas barcelonesas que años atrás publicitaban en sus pizarras los vinos de Falset y Gandesa conjuntamente.

Vendimia de gran calidad

Para Bové, la fiesta del Vino tiene que contribuir también a propulsar el nombre de la comarca, su cultura y sus paisajes, más allá de la misma producción vitivinícola y del estereotipo de un paisaje agrario lleno de aerogeneradores alejado de las grandes capitales. «Creo que la fiesta no es sólo vino: vende vino, territorio, gente, comarcal y eso es importantísimo», apunta.

Con todo, lamenta que, todavía, «la gente no se acaba de creer que un país que está allí más o menos perdido, cerca de la Franja, limitando con Aragón y todo eso, podamos hacer estos vinos excepcionales». «Por lo tanto, tenemos que tirar por esta línea y que la gente mis conozca», ha insistido.

Este año, además, los productores de uva y vino de la Terra Alta celebran la recuperación de las viñas después de varias campañas consecutivas con las cepas severamente castigadas por la sequía. La DO ha llegado a los 33 millones de kilos de uva, lejos todavía de los 38 habituales, pero con una gran calidad. «No ha habido ni ceniza, ni mildiu, ni gusano de la uva,» ha destacado, subrayando la coincidencia de unas climáticas «óptimas».

«Eran las previsiones que teníamos al inicio, de tener un 15% menos de producción de la media de los últimos años, pero sí que es verdad que el que hemos recuperado son las viñas», ha valorado Ríos, adelantando que si las lluvias acompañan de nuevo, el año que viene se podría recuperar la cantidad media mencionada.

Por su parte, Bové ha certificado también la gran calidad obtenida esta temporada por los productores de la Cooperativa de Gandesa, que ha llegado a los 2 millones de kilos de uva, una cifra similar al año pasado. De estos, 1.200.000 corresponden a variedades blancas y, el resto, negro.

tracking