Política
El alcalde de Móra d'Ebre pide más herramientas para poder hacer frente a las ocupaciones en el municipio
Rubén Biarnés ha expresado su solidaridad con los vecinos que han denunciado la inseguridad que sufren en el casco antiguo después de un incendio en un bloque ocupado

El edificio ocupado afectado por el incendio se encuentra precintado.
El alcalde de Móra d'Ebre, Rubén Biarnés, comparte la preocupación de los vecinos a raíz de los bloques ocupados en el municipio, donde el suyos ocupas, en algunas ocasiones, provocan «situaciones de convivencia complicadas». Y es que los vecinos del casco antiguo de Móra d'Ebre denunciaron ayer públicamente la situación de inseguridad que viven en el barrio desde hace tres años, cuando se ocupó uno de los edificios en la calle de Gràcia. Desde entonces aseguran que ya han sufrido tres incendios en el bloque y varios incidentes relacionados con tráfico de drogas e insalubridad.
La situación llegó al límite después de que la noche del lunes hubiera un incendio importante en el edificio situado en el número 12 y se tuvieron que desalojar los vecinos de dos edificios próximos por precaución. Como consecuencia del fuego, se hundió parte del tejado y afectó a dos plantas. El edificio se encuentra precintado ya que ahora mismo no es habitable.
Según explica el alcalde, la noche del lunes él mismo alertó a los vigilantes municipales para que fueran hacia la zona cuando salió de la Junta de Gobierno, ya que sentía mucho olor a humo. Fue minutos después cuando entró una llamada al 112 alertando del incendio en el edificio ocupado. El alcalde se trasladó hasta la zona para acompañar a los vecinos, muchos de los cuales no dudaron en recriminarle la situación de inseguridad en la que conviven.
El alcalde asegura a Diari Més que es consciente de la situación delicada que se vive en el barrio y que desde el Ayuntamiento mantienen contactos con el banco SAREB, que es el propietario del edificio. Este ya actuó el pasado mes de mayo para hacer una limpieza en una terraza del edificio que comportaba problemas de insalubridad. Según el alcalde, el hecho de que vivan familias con niños también dificulta al SAREB a desalojar el edificio.
«Estoy informado de todo lo que pasa y quiero mejorar la situación en el barrio, pero como Ayuntamiento no tenemos suficientes herramientas para actuar», confiesa Biarnés, quien asegura que tan Servicios Sociales, Mossos d'Esquadra, Guardia Civil y Subdelegación de Gobierno son conocedores del problema de ocupaciones en el casco antiguo pero que «las leyes dificultan que puedan hacer alguna cosa» al ser un edificio de propiedad privada. «La situación jurídica es compleja en estos casos», expresa, «y la lentitud en los juzgados no ayuda». Por eso, pide «cambios estructurales en las leyes para poder actuar con más fuerza». «Muchas veces parece que desde el Ayuntamiento no hacemos nada, pero no es así», lamenta.
El alcalde explica que también ha tenido reuniones con los vecinos de la zona para explicar cómo está procediendo el ayuntamiento y que en algunos de los encuentros también han estado presentes los vigilantes municipales para explicar su tarea. Sin embargo, los vecinos no se muestran conformes, ya que ellos reclaman una solución més inmediata.
Cuatro pisos desalojados
El 16 de abril de 2024 se procedió al primer desalojo de uno de los bajos del edificio ocupado. A este lo siguieron tres desalojos más el 30 de julio de 2024 y el 28 de enero de 2025. Además se colocaron puertas antiocupas para evitar nuevas ocupaciones. En el momento del incendio, sólo quedaban tres viviendas ocupadas, de las cuales se desconoce la situación jurídica.
Biarnés recuerda que antes de que el edificio se ocupara el Ayuntamiento actuó poniendo rejas y puertas, pero que los ocupas lo rompieron para acceder al interior. En algunos de los pisos se instalaron familias con niños y de otras personas vulnerables, las cuales «complican» los desalojos.
El alcalde afirma que cada vez que los vecinos los alertan, los vigilantes municipales acuden al lugar y muchas veces acompañan a los Mossos d'Esquadra durante sus actuaciones, que son los que tienen más competencias en seguridad.
En Móra d'Ebre hasta ahora había dos edificios ocupados, uno de ellos el afectado por el incendio. «Nosotros hacemos seguimiento, tenemos identificados a los ocupas y cuando los vecinos nos llaman alertando de algún incidente acudimos», asegura.
Situación del edificio incendiado
A raíz del incendio los Bombers precintaron el edificio de la calle de Gracia hasta hacer una valoración más exhaustiva de los daños. Al día siguiente del fuego con un dron efectuaron varias revisiones y al final se ha determinado que, de momento, es inhabitable. Según explica el alcalde, los técnicos de la SAREB acudirán hoy a valorar los daños y ver cómo se tendrá que actuar.
Las familias ocupas pudieron entrar con los cuerpos de seguridad para recoger sus pertenencias. Además, entre el departamento de Servicios Sociales y el Consell Comarcal están analizando la situación de una de las familias que tiene tres niños para ver como reubicarlos.
Siete edificios vacíos
El municipio cuenta actualmente con siete bloques de pisos vacíos repartidos en diferentes barrios, la mayoría propiedad de bancos. Para el alcalde, una de las soluciones sería que la Generalitat adquiriera los bloques y los pusiera a disposición del municipio para vivienda social. De hecho, Biarnés asegura que ya le comentó a la consellera de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, Sílvia Paneque, en una reunión en las Terres de l'Ebre. El alcalde de Móra d'Ebre asegura que con esta acción se evitarían futuras ocupaciones y no se tendría que construir desde cero nuevas viviendas. Desde la Generalitat, les aseguraron que lo están estudiando.
Finalmente, Rubén Biarnés quiere pedir tranquilidad a los vecinos asegurando que «desde el Ayuntamiento dedicamos todos los esfuerzos para que los vecinos de Móra d'Ebre vivan en un pueblo seguro».