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Exoneran al Ayuntamiento de Alcanar de indemnizar por 24 apartamentos ilegales de Turov

La Comisión Jurídica Asesora responsabiliza a la promotora de ocultar «deliberadamente» la situación de los inmuebles a los compradores

Acceso principal del complejo de apartamentos ilegales de Turov en la urbanización de Serramar, de Alcanar Platja.

Acceso principal del complejo de apartamentos ilegales de Turov en la urbanización de Serramar, de Alcanar Platja.ACN

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El Ayuntamiento de Alcanar (Montsià) no tendrá que indemnizar a los propietarios de 24 apartamentos ilegales pendientes de derribar del complejo construido por la empresa Turov hace más de dos décadas. Aunque los tribunales exigieron al consistorio un aval millonario para el pago de las indemnizaciones, la Comisión Jurídica Assessora lo ha exonerado de esta responsabilidad.

Los dictámenes del ente sobre las reclamaciones patrimoniales de los propietarios, a los que ha tenido acceso ACN, argumentan que no existe un «nexo causal» entre la actuación de la administración local y el daño. Señalan que el promotor actuó de forma «dolosa» ocultando «deliberadamente» a los compradores de los inmuebles la suspensión y anulación judicial de la licencia de obras.

El llamado caso Turov sigue dando todavía giros inesperados 22 años después de la licencia ilegal que permitió construir una promoción de 32 apartamentos en unos terrenos del barrio de Serramar, en Alcanar Platja, donde el planeamiento urbanístico sólo admitía viviendas unifamiliares con jardín. La mayoría fueron comercializados por la promotora con posterioridad a la anulación judicial de la licencia sin haber informado de esta situación a los compradores.

Hace tres años, el mismo juzgado contencioso administrativo número 2 de Tarragona que el año 2006 había declarado nula la licencia cerca el recurso de una vecina, exigió al Ayuntamiento canareu que presentara un aval con el cual poder compensar al resto de afectados. De acuerdo con la valoración hecha anteriormente por la promotora, los propietarios pedían 3,2 millones de euros en total, daños morales al margen. A partir de las conclusiones de un informe encargado a un arquitecto para revisar la valoración bajo parámetros más actuales, el gobierno municipal presentó un aval por 2,24 millones de euros.

Pero la determinación final de las posibles indemnizaciones, cuando se trata de reclamaciones patrimoniales a la administración que superan los 50.000 euros, recae preceptivamente sobre la Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat. Ahora, el consistorio justamente ha finalizado el proceso de notificar a una veintena de afectados los dictámenes comunicando que se desestima la petición de indemnización -algunas de las reclamaciones no fueron admitidas por defectos formales o de plazos.

El argumento principal del ente es que no existe un «nexo causal entre la actuación de la administración y el daño sufrido». Considera que, en el momento de la venta de los apartamentos, la administración municipal ya había tomado el año 2004 las medidas reclamadas por la Dirección General Urbanisme de la Generalitat para frenar la continuidad de la promoción, revisando la licencia y suspender las obras pendientes.

Por el contrario, carga toda la responsabilidad sobre la actuación «claramente dolosa» de la promotora que vendía los inmuebles. Sin poner en duda la «buena fe» de los reclamantes, les recuerda que su relación durante el proceso de compra-venta se ciñó «exclusivamente con la sociedad vendedora, sin ninguna interferencia administrativa». Los dictámenes, en este sentido, sitúan la necesidad de dilucidar la existencia de daños y su alcance en «el ámbito del tráfico privado de bienes» por una «transacción fraudulenta» de un «inmueble viciado jurídicamente».

Omisión «consciente» de la ilegalidad

La Comisión, en este sentido, acusa Turov de «omitir de forma consciente» a los compradores «determinados elementos esenciales que tendrían que haber sido informados». La sociedad no hizo constar en las escrituras de compra-venta ninguna advertencia sobre la revisión de la licencia de obras, ni el procedimiento judicial abierto que la anuló. Únicamente constaba una referencia al Plan Especial de Reforma Interior (PERI) impulsado para legalizar las obras que los Tribunal Supremo acabó girando definitivamente en febrero de 2013.

Se da incluso el caso, de que uno de los reclamantes de la indemnización es una sociedad propietaria de dos apartamentos con el mismo administrador que la promotora Turov. Un hecho que la Comisión califica como un «claro supuesto de autocontratación» y que refuerza, todavía de forma más clara, la suyas críticas. «La sociedad reclamante actuó de una manera dolosa en la compra de los inmuebles o, cuando menos, con negligencia grave, dado que el administrador de la sociedad era también el administrador de la sociedad promotora en el momento de la compraventa y, por lo tanto, conocía que se había anulado la licencia», concluye.

A pesar de todo, y paradójicamente, de confirmarse definitivamente el contenido de los dictámenes desestimando compensar a los propietarios, sería la misma sociedad Turov, actualmente ya liquidada, la única que podría acabar resultando indemnizada en el caso, después de que el consistorio le pagara 1,07 millones de euros el año 2018 por los ocho apartamentos que tenía en propiedad, dando cumplimiento a una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).

Al respecto, la Comisión avisa de que si bien el Ayuntamiento fue obligado judicialmente a indemnizar a la promotora eso «no permite extender automáticamente» las compensaciones en el resto de afectados, en la medida en que adquirieron los inmuebles construidos mediante un contrato civil y «en ningún momento» se acredita que el consistorio «haya incumplido sus obligaciones» cuando la Dirección General de Urbanismo lo obligó a revisar la licencia y parar las obras restantes.

«No los habrían tenido que vender»

«El promotor, la misma empresa que construyó los apartamentos, ya tenía constancia que la licencia no era legal y no los habría tenido que vender», ha asegurado en declaraciones a ACN el alcalde de Alcanar, Joan Roig. Una interpretación que excluye la administración municipal como causante del daño.

Ha recordado que el caso Turov se ha convertido en un quebradero de cabeza para el consistorio, que recientemente tuvo que pagar por orden del TSJC a la promotora más de un millón de euros a raíz de una «licencia mal dada». «Eso fue en 2003 y los gobierno actuales todavía pagamos las herencias de aquel urbanismo mal entendido de principios del siglo XXI», ha reflexionado. Un estudio municipal posterior de estas prácticas reveló que se trataba de una práctica reiterada: con esta interpretación irregular de la normativa se llegaron a construir hasta 614 viviendas en varias urbanizaciones de Alcanar Platja cuando, legalmente el planeamiento sólo permitía 179.

Con todo, Roig a insistido en que el consistorio, en todo momento, «ha seguido de forma exhaustiva todas las indicaciones» tanto de las administraciones como de los organismos judiciales. «Como administración pública no podemos hacer nada más que cumplir las sentencias», ha reiterado, a lo mismo que ha asegurado «empatizar» con los vecinos propietarios de apartamentos que se podrían quedar sin indemnización por unos apartamentos que el mismo consistorio, también de acuerdo con la sentencia judicial, tiene que derribar.

Los propietarios podrían, ahora, intentar recurrir el contenido de los dictámenes y mantener vivo el periplo judicial del caso. ACN ha intentado ponerse en contacto con los representados legales de los afectados que habían reclamado ser indemnizados por el Ayuntamiento de Alcanar sin conseguir ninguna respuesta.

Segunda licitación del derribo

Precisamente, y de forma paralela a la resolución de las reclamaciones patrimoniales de los propietarios, el Ayuntamiento de Alcanar está ultimando la salida a licitación, por segunda vez, del proyecto de derribo para dar cumplimiento definitivo a la restitución de la legalidad urbanística reclamada por las sentencias judiciales.

La primera adjudicación de la obra, al principio de 2017, acabó con la renuncia de la empresa después de que el paso del tiempo hubiera dejado los precios obsoletos. El gobierno municipal estaba a la espera de las instrucciones del juzgado contencioso-administrativo número 2 de Tarragona le concretara procedimiento para hacer efectiva la salida de los vecinos y la demolición. Una petición que no encontró respuesta. Eso lo ha obligado a reiniciar el procedimiento con un estudio de costes «totalmente nuevo» y la nueva publicación del pliegue de cláusulas.

Vuelven los anuncios de venta

Por si eso fuera poco, la ACN ha podido volver a comprobar, como ya lo hizo público en diciembre de 2023, que propietarios de los apartamentos ilegales de Turov les intentan vender a través de portales inmobiliarios de Internet. Así, el anunciante Dani Real Estate ofrece un dúplex del complejo por 110.000 euros a través de la plataforma fotocasa.es, donde han publicado una galería con numerosas fotos y vídeos del apartamento.

«Si buscas una vivienda de vacaciones, ven a conocer este apartamento tipo dúplex, ubicado a la urbanización de Serramar,» escribe, detallando a continuación todas las características, equipamientos disponibles y culminando la descripción con la frase: «a tan sólo 700 metros de la playa».

Hace un año y medio, una inmobiliaria pedía 29.000 euros también por un dúplex. En aquella ocasión, la oferta se presentaba como «oportunidad de inversión» con un precio teóricamente rebajado por el hecho de tener que asumir el riesgo de perder el dinero definitivamente cuando se acabe ejecutando el derribo. El anuncio fue finalmente retirado por la plataforma que lo acogía después de tener conocimiento de la situación irregular del inmueble.

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