La comunidad energética Cambra Ebre atrae a 270 socios en la primera fase

Este martes acaba la primera fase de adhesiones a la comunidad energética local CEL Cambra Ebre, un modelo «único en el mercado» que facilita el abastecimiento eléctrico con energías renovables de instalaciones municipales a establecimientos comerciales y particulares. El proyecto ha atraído a 270 socios que han comprado 600 participaciones. Quedan 1.400. Forman parte de CEL Ebre 9 municipios del Baix Ebre y el Montsià que colocarán 16 instalaciones fotovoltaicas en cubiertas municipales cedidas. Habrá unas 2.000 placas que generarán 1 MW de potencia.

El alcalde de Tortosa y presidente de la comunidad, Jordi Jordan, ha recordado que la factura de la luz se reducirá un 25%, y que este ahorro, a la larga, crecerá cuantos más participantes tenga la CEL.

La comunidad emergencia local, CEL Cambra Ebre, está pensada para particulares y negocios comerciales y turísticos, sobre todo los pequeños, que no tienen la posibilidad de generar energía renovable en sus edificios y propiedades. El proyecto se inició hace dos años, impulsado por la Cámara de Comercio de Tortosa, y se ha adherido Tortosa y Campredó, l'Aldea, la Sénia, Sant Jaume d'Enveja, Amposta, los Muntells, Alcanar y Santa Bàrbara. «Es una gran oportunidad, un proyecto muy innovador, mucho estratégico y es el primero que se hace en Cataluña», ha remarcado Francesc Minguell, director gerente de la Cámara de Comercio de Tortosa.

Los ayuntamientos han cedido cubiertas de edificios municipales para instalar placas fotovoltaicas, 16 instalaciones y unas 2.000 placas que producirán 1 MW de potencia. La superficie útil de estas instalaciones será de 7.123 metros cuadrados y se prevé que se puedan beneficiar unas 1.600 familias y comercios. También se ha calculado que el ahorro de emisiones de CO2 tendrá un efecto similar «a plantar más de 26.712 árboles».

Confianza de crecimiento

Para formar parte de CEL Cambra Ebre se tienen que adquirir participaciones que tienen un coste de 9,5 euros por cada placa solar. En esta primera fase, que acaba este martes, la cuota de entrada es gratuita (después será de 50 euros). Hasta ahora, hay al menos 270 personas y empresas adheridas, socios que han adquirido un total de 510 placas solares, el 25% de las 1.955 disponibles.

Miguell confía en que «hay una gran parte de indecisos» que cuando se «demuestre» el ahorro previsto, se animarán. La CEL Cambra Ebre también ha solicitado una ayuda del Instituto de Desarrollo de la Energía y del Ahorro, con el cual se proyecta instalar acumuladores de energía. «La idea es que esta comunidad no pare de crecer, que también llegáramos un día a tener cargadores eléctricos en los diferentes municipios que forman parte. Será una entidad más para colaborar en esta transición energética que tenemos que acelerar para llegar a los objetivos que marca Europa, ha dicho al gerente del ente económico.

Muchos socios en Tortosa

Tortosa instalará las nuevas centrales fotovoltaicas de la comunidad energética en las instalaciones del complejo deportivo WIN, en la cubierta de la grada principal del estadio municipal o la cubierta de un instituto filtra. Como ha detallado el alcalde de Tortosa y presidente de la junta directa de la comunidad energética, Jordi Jordan, en la capital ebrense hay 109 socios adheridos. «Es un proyecto que acaba de nacer y que después se podrá seguir ampliando y apuntándose la gente. Por lo tanto, las adhesiones están en el ritmo que esperábamos», ha apuntado.

Aún así, Jordan ha hecho un llamamiento a la ciudadanía, y especialmente al sector del comercio, a formar parte de la CEL porque el ahorro previsto en la factura de la luz es significativo, de hasta el 25% y 30%, y contarán con un asesoramiento técnico «en todo momento».

Como mayor sea la comunidad, también se podrá renegociar los precios con las comercializadoras. Desde la Cámara se acuerda de que formar parte de CEL Ebre es «una solución ventajosa» en un momento en que el precio de la electricidad ha vuelto a subir hasta los 71,07 euros/MWh. «Hacemos esta aportación en beneficio del conjunto de la ciudadanía y sobre todo para pequeñas empresas y comercios con la voluntad de priorizar la reducción de sus costes energéticos», ha añadido Jordan.

Legalización y puesta en marcha

CEL Cambra Ebre tiene la financiación aprobada y tiene que recibir los acuerdos aprobados de los consistorios. Este miércoles, se celebrará una asamblea para cerrar las inscripciones y aprobar a los socios. Después de esta fecha habrá que legalizar la comunidad antes de volver a abrir una campaña de adhesiones, que no se prevé que sea antes de 6 o 7 meses. La Cámara ha organizado reuniones informativas presenciales y en línea, y se ha ofrecido un estudio personalizado y gratuito sobre su consumo y el ahorro previsto a los interesados.

Las placas que de momento no se vendan serán asumidas por los ayuntamientos para garantizar la viabilidad del proyecto. Francesc Minguell, director gerente de la Cámara de Comercio de Tortosa, ha concretado que a estas alturas hay más particulares que empresas y confía en que los establecimientos comerciales y turísticos se vayan implicando y «lo sepan aprovechar», porque cuanto más consumo energético tienen, más ahorro se genera con las placas. Desde la Cámara de Comercio animan que «nadie pierda esta oportunidad» o, como mínimo, que «acepten» que se les haga el estudio para «ver qué los puede convenir más».

Cambios normativos

Desde la puesta en marcha, el proyecto de la CEL Ebre se ha tenido que ir adaptando a los cambios normativos. El último es beneficioso para la comunidad energética porque el Ministerio para la Transición Ecológica ha aprobado una ampliación significativa en el alcance del autoconsumo que permite que más negocios y particulares se puedan sumar. El radio para poder formar parte de una comunidad energética ha pasado de 2 a 5 kilómetros y Cámara CEL «podrá incorporar más miembros en un radio más amplio».

Minguell ha apuntado que la ampliación del alcance de autoconsumo permitirá en CEL Cambra Ebre llegar a más microempresas que están alejadas de los tejados cedidos por los ayuntamientos -donde se instalan las placas. Ha puesto como ejemplo el municipio de Alcanar, que tiene núcleos dispersos en un término muy grande. «Hay vecinos y establecimientos prácticamente entre Ràpita y Vinaròs, pero las placas están en una cubierta de dentro del municipio. Ahora se podrán beneficiar todos estos núcleos dispersados, y también podremos llegar al sector primario y agroalimentario», ha dicho el gerente de la Cámara de Comercio de Tortosa.

«Como sociedad tenemos que hacer muchas políticas para revertir el cambio climático que sufrimos. Lo estamos viendo estos días con las olas de calor que no se habían producido nunca en el mes de junio y, por lo tanto, tenemos que hacer todo lo que sea posible para sacar adelante energías sostenibles y ofrecer un beneficio económico a los ciudadanos», ha añadido el alcalde de Tortosa.