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Economía

Los productores de mejillones del Delta, pendientes de la supervivencia de la cría

Les altas temperaturas del agua de la bahía de los Alfacs y del Fangar condicionan nuevamente la cosecha

L'Amir y Jonatan, dos productores de mejillón del Delta, trabajan durante uno de los últimos días de la temporada.

L'Amir y Jonatan, dos productores de mejillón del Delta, trabajan durante uno de los últimos días de la temporada.ACN

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Los productores de mejillones del Delta se quedan pendientes de la supervivencia de la cría después de una campaña que, de nuevo, se ha reducido a causa del clima. Para garantizar al máximo la producción, se ha limitado la temporada, que ha empezado y acabado antes del habitual delante de las altas temperaturas del agua.

La Federación de Productores de Moluscos del delta del Ebro (Fepromodel) calcula que este año se han extraído tres millones de kilos de mejillón entre la bahía de los Alfacs y del Fangar, lo que representa un 15% menos que el año pasado. «Siempre tenemos encima de la espada de Damocles de las temperaturas, esta forma de trabajar es la única arma que tenemos para intentar mitigar los efectos del cambio climático», ha afirmado Gerardo Bonet, gerente del organismo.

Una vez acabada la temporada, la atención de los productores se concentra en la supervivencia de la cría de mejillón en la bahía del Fangar. La Federación de Productores de Moluscos del delta del Ebro (Fepromodel) espera poder salvar entre 600.000 y 700.00 kilos, un 70% de la cual es de cosecha propia, mientras que el resto proviene de Italia. La temperatura del agua, así como los episodios de mistral, son determinantes para estos moluscos. Si bien el ideal es que el agua esté entre 15 y 20 grados, los productores alertan de que a partir de los 26 grados el animal deja de comer.

En cambio, con registros de 28 grados durante quince días se pueden producir los primeros decesos, un escenario que preocupa en el sector, ya que supondría tener que comprar entre un millón y un millón y medio de crías en el extranjero para reemplazar a las muertas. «Estamos muy expectantes si bajan un poco las temperaturas y el aire se meneja, hecho que nos daría buenas posibilidades, pero tenemos por delante dos meses de peligro. Eso no ha hecho más que empezar», ha apuntado en la ACN Gerardo Bonet, gerente de la Fepromodel.

De momento, el episodio de viento del lunes pasado y el aguacero del sábado ha dado un margen de unos quince días de esperanza a los productores. De hecho, el año pasado sólo hicieron falta dos días de mistral para salvar la campaña, tal como ha indicado Bonet. A pesar del contexto actual, la reducción de la duración de la temporada no es excepcional; según Bonet, los efectos del cambio climático están condicionando tanto el inicio como el fin de las campañas, que años atrás se podían alargar hasta septiembre.

En esta ocasión se ha optado por adelantar quince días la temporada y cerrarla un mes antes del previsto. Un cambio determinado por los registros recogidos en el agua de la bahía del Fangar, donde se concentran 77 mejilloneras, pero también en la de los Alfacs, donde hay unas 90. Todo ha comportado que este año se hayan producido un 15% menos kilos respecto del año pasado, cuando se registraron 3,5 millones de mejillones.

Mientras que el grosor principal de la campaña de mejillones ya se ha extraído, algunos 'musclaires' optan por resistir con pequeñas reservas para tiendas propias. Se trata de una situación que también tiene consecuencias en la campaña comercial. «Agosto es un mes muy bueno para las ventas y esta vez lo hemos perdido. En cambio, abril, cuando empezamos, no es un mes tan bueno para las ventas», ha lamentado Bonet.

Menos producción, pero mejor precio de mercado y calidad «excepcional»

En la otra cara de la moneda hay un mejor precio de mercado —que ronda los cinco y ocho euros el kilo— y una calidad «excelente», que convierten los mejillones del Delta en competitivos respecto de otros moluscos provenientes de lugares como Galicia. Con todo, los productores se muestran «obligadamente optimistas» ante las previsiones climatológicas de las próximas semanas y las buenas perspectivas de otro molusco del Delta, la ostra, de la cual esperan producir 600.000 kilos esta temporada.

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