Diari Més

Agricultura

Empieza la inundación de los arrozales en el Delta del Ebro en una campaña «normalizada»

La soltada se hace simultáneamente en los hemideltas izquierdo y derecho con un agua del río de calidad excelente

Un operario comprueba la entrada de agua en un arrozal de Deltebre medio inundado.

Un operario comprueba la entrada de agua en un arrozal de Deltebre medio inundado.ACN

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Las Comunidades de Regantes de la Izquierda y la Derecha del Ebro han empezado esta semana la soltada del agua, que se alargará hasta el 10 de mayo. El agua del Ebro llega a los canales y se inundan los arrozales para hacer la siembra.

Los regantes cuentan con las dotaciones habituales de la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro), 19 y 27 metros cúbicos por segundo, respectivamente, y celebran que con las lluvias de primavera llegue un agua del río Ebro de calidad excelente que, ya de entrada, «garantiza una sanidad altísima» para iniciar el cultivo. El Regantes de la Izquierda prevén menos siembra en seco este año y reclaman apoyo de las administraciones para extender medidas de saneamiento contra la salinidad que se han demostrado muy efectivas.

Este miércoles ya se han visto los primeros arrozales que se empiezan a inundar en Deltebre. En unos días, 21.000 hectáreas de cultivo quedarán plenos de agua, transformando todo el paisaje deltaico en un espejo, hasta que, con la siembra y el crecimiento de los brotes, la plana deltaica pasa el verano enrubiando un enorme manto verde de brotes de arroz.

La Comunidad de Regantes de la Izquierda ha iniciado la soltada este martes, cuando se abrió el canal principal para hacer llegar el agua desde Campredó al Delta. Este miércoles ya se ha podido dar paso y distribuir el agua por los cultivos. En el hemidelta derecho, el sentido también ha empezado esta semana, pero se hace por zonas. El lunes se empezó por zona Illa de Riu, este jueves se hará en la zona Sant Jaume, viernes en la zona Delta y Buda, lunes en Poble Nou y la Ràpita, y acabará el 10 de mayo en la zona Prats. «Hoy es el sentido del canal, como hace cien años que hacemos, y creemos que será una campaña normal», ha apuntado Javier Casanova, presidente de los Regantes de la Izquierda.

Casanova ha explicado que han trabajado todo el año «en tres aspectos muy importantes». Primero, dar un buen servicio y «hacer el máximo competitivo el sector». Segundo, divulgar «el valor socioeconómico y ambiental» del agua para el Delta del Ebro. Y por último, trabajar para frenar los efectos de la emergencia climática. «No estamos en la pantalla de la excusa ni de la filosofía del cambio climático, sino que nuestra intención es ir trabajando y adaptarnos a las especies invasoras, al incremento del calor, en las inundaciones, las sequías, y todos estos aspectos que podamos mitigar en el Delta», ha detallado el presidente de la Comunidad de la Izquierda del Ebro.

Menos siembra en seco y salinidad controlada

Los regantes del hemidelta izquierdo prevén que la siembra en seco se reducirá este año. Se trata de una medida que se empezó a extender para evitar que la plaga del caracol manzana se coma los brotes del arroz. Esta especie invasora se aviva con la inundación de los campos y se alimenta de la planta, pero si se retrasa la entrada de agua cuando la planta tiene un tamaño suficiente, se evita que el caracol la estropee.

Con la grave sequía y los efectos todavía de una campaña de restricciones de riego en el 2023, el año pasado la siembra en seco no tuvo buenos resultados. «La primavera fue muy, muy seca, y las tierras no tenían sazón, humedad. Le costó mucho salir al arroz, y el fresco al inicio de la campaña tampoco ayudó. Hubo problemas en el nacimiento del arroz», ha detallado Casanova.

Esta experiencia y disponer de otros «instrumentos» que los arroceros han aprendido y aplicado para frenar la plaga del caracol manzana, hace prever que esta técnica de cultivo vaya a la baja, al menos en el hemidelta izquierdo. «El campesino quiere una producción que sea óptima al final de campaña, para que sean rentables sus explotaciones. Por lo tanto, hoy en día, la inundación es más fiable», ha defendido el presidente del Regantes de la Izquierda. Casanova también ha añadido que habrá agricultores que optarán por hacer un «riego» para hacer sazón, una técnica que consiste en inundar un poco el cultivo, dejarlo secar y después plantar.

El otro problema que afecta a la rentabilidad para los arroceros es la salinidad de los suelos. Este año se alargó hasta el 15 de enero el «colmateig», el riego suplementario en agua dulce en los campos después de la siega. Eso reduce la capa freática y la salinidad de los campos. En este sentido, Casanova reivindica que «hay que seguir avanzando porque la salinización se agravará con el cambio climático y la subsidencia y regresión del Delta del Ebro. Por eso reclama la ayuda de las administraciones para desplegar nuevas medidas, como el saneamiento de los arrozales, después de que una prueba piloto haya dado «resultados buenísimos» en la salinidad del agua y el suelo.

Se trata de un sistema de drenaje subterráneo que separa la capa freática salina de la tierra, unos 70 o 80 centímetros, que es el espacio donde la planta trabaja para crecer. Sin salinidad en este espacio, mejora su productividad. Además, la Comunidad de Regantes de la Izquierda está automatizando los canales para mejorar la gestión del agua y los entuba para ganar eficiencia y controlar la plaga del caracol manzana y otras especies invasoras y está construyendo bombas nuevas, tres este año, para actuar en caso de inundación.

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