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Medio Natural

El langostino café, una nueva especie invasora, se pesca en el delta del Ebro desde hace meses

Este crustáceo proviene de México y los EE.UU. y comercializarlo puede frenar la expansión como pasa con el cangrejo azul

Ejemplar de langostino café delante de un langostino autóctono y una gamba blanca.ACN

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Una nueva especie invasora ha aparecido al delta del Ebro. Se trata del langostino café (Penaeus aztecus), que llegó al Mediterráneo por Turquía hace quince años. En zonas como el Golfo de Tàrent, en Italia, ha hecho disminuir la especie de la gamba autóctona. Aunque no está claro qué afectación tendrá para el langostino autóctono (Penaeus kerathurus) en el Delta, hace meses que los pescadores ebrenses capturan. Que se pueda comercializar puede frenar la expansión, como ha pasado con el cangrejo azul, una especie también exótica todo y que más agresiva. Acción Climática ha confirmado que hay langostino café al mar del Ebro, sobre todo en el sur del Delta. Como es difícil de diferenciar, uno ha estado vendiéndose a lonja con el langostino local o la gamba blanca.

El Departamento de Acción Climática encargó un estudio al Instituto Catalán de Investigación para la Gobernanza del Mar (ICATMAR) para confirmar, como ha hecho, la presencia de una nueva especie de langostino en aguas marinas y salobres de las Tierras del Ebro. El langostino café, o gambón café como lo han bautizado los pescadores de la zona, se ha detectado en todas las localidades del mar del Ebro, excepto en Deltebre (Baix Ebre). «La corriente predominante va hacia el sur y quizás hay más nutrientes y le sea más favorable», ha apuntado Patrícia Pardo, profesora asociada de la Universidad Católica de Valencia y profesora del IEPAAC (de Estudios Profesionales Acuícolas y Ambientales de Cataluña).

Según Pardo, las observaciones preliminares ubican los ejemplares juveniles en la laguna de la Encañizada. Habrá que ver si hay más zonas de cría en otras lagunas o zonas propicias estuarianes – donde confluye la desembocadura del río y el mar . «Los individuos más grandes se encuentran en mar abierto», ha señalado la bióloga.

Pocas capturas, poco impacto

De hecho, según el estudio, en las Tierras del Ebro, la mayoría de langostino café capturado es de tamaño grande a extragrande, con pocas capturas de tamaño medio y pequeño. Les capturas varían entre los pocos individuos y un máximo de unos cuatro kilos por día, según la localidad, el tipo de arte de pesca utilizado y la estacionalidad. Este miércoles entraban en la lonja de la Ràpita menos de una decena de ejemplares entre las capturas de las embarcaciones.

El pico de capturas durante el 2023 se produjo los meses de octubre y noviembre, después de la veda de septiembre. Este mes de enero se ha pescado unos seis kilos y se ha vendido a un precio medio de 16 euros por kilo. El langostino autóctono se ha vendido a más de veinte euros por kilo.

También se ha observado que la especie se pesca normalmente en profundidades entre 12 y 25 metros, pero se puede llegar a capturar a más profundidad, hasta 50 o 70 metros, con la modalidad de arrastre. «Se tiene que ver y hacer un ciclo estacional de seguimiento para ver biológicamente cuándo hay más abundancia», ha defendido a Patrícia Pardo.

Impacto controlado

La profesora de la Universidad Católica de Valencia y del IEPAAC ha remarcado que las conclusiones del estudio del langostino café no hacen pensar que el crustáceo exótico tenga un grave impacto en las especies de la zona, porque se pescan cantidades pequeñas y no ha desplazado ninguno. «De hecho, los pescadores están contentos de tener otra especie para poder pescar, y diversificar. No es una especie como el cangrejo azul - que destruye otras especies y - hacía daño incluso en las redes, sino que es apreciada», ha apuntado Pardo.

De la misma manera, desde la Cofradía también aseguran que la presencia es «anecdótica», pero piden que se controle su desarrollo en la zona. «Sólo el tiempo nos dirá si desplaza alguna otra especie», ha dicho Joan Balagué, secretario de la Cofradía de Pescadores de la Ràpita. «Obviamente recomendaría hacer un seguimiento porque parece que en el hemidelta derecho, hacia la Ràpita, las Casas de Alcanar y Vinaròs, la población va aumentando. En el norte se ha mantenido», ha detallado la bióloga.

Diferencia de color y dentadura

La investigación hecha por el ICATMAR en el mar del Ebro también concluye que la nueva especie (Penaeus aztecus Ives 1891) no se había identificado en la comercialización en lonja y se ha estado vendiendo conjuntamente con el langostino local o con la gamba blanca. «Tiene el color de la gamba blanca con la forma del langostino», ha descrito al secretario de la Cofradía de Pescadores de la Ràpita, Joan Balagué.

Para distinguir un langostino café de un langostino autóctono del delta del Ebro, que tienen un tamaño similar, hay que fijarse sobre todo en la coloración, que es «más pálida y homogénea», «más blanquecina y sin ninguna raya». Otra diferencia está en el rostro. Tiene 8-9 dientes por encima y 2 por debajo y un exoesqueleto más blando que el del langostino, que tiene 12 dientes por encima y 1 por debajo.

La gamba blanca se diferencia del langostino café porque es más pequeña. En cambio, tiene una coloración similar de un marrón pálido con un poco de naranja o amarillo.

El modelo de pesca del cangrejo azul

Aunque hacen falta más información y datos de la implantación y expansión de la especie exótica del langostino café, la dirección general de Política Marítima y Pesca Sostenible aplica el modelo de pesca profesional del cangrejo azul para controlar la especie. «Está en el listado de especies comerciales que se pueden vender en cualquier lonja española. Cuando no aparecían tallas grandes, se confundía con la gamba blanca, pero ahora que ya está identificado, se vende por él mismo», ha apuntado al secretario de los pescadores sancarlenses.

La segregación de las capturas de ejemplares de langostino café se ha aplicado con «máxima urgencia» para comercializarlo independientemente, en cajas específicas donde se detalle el nombre y la codificación correspondiente a la nueva especie. Les cofradías de pescadores y las lonjas de toda Cataluña ya conocen la medida.

Desde la costa este norteamericana

El langostino café procede de la costa este de México y los Estados Unidos, donde se consume de manera habitual. En el mar Mediterráneo se detectó por primera vez en el sur de Turquía, el año 2009. Se cree que se habría introducido de «manera no intencionada» con «larvas en aguas de lastre». Desde entonces no ha dejado de expandirse por todo el Mediterráneo.

Como la mayoría de especies invasoras, tiene una elevada capacidad de proliferación y dispersión y como ha pasado en el sur de Italia con la gamba autóctona, compite por los recursos con especies congéneres con ciclos de vida parecidos.

Seguimiento en Cataluña

Acción Climática empezó a investigar la presencia de langostino café en aguas catalanas en febrero del 2022, cuando investigadores del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) lo detectaron entre las capturas de un arrastre de Barcelona. El pasado mes de octubre, la Generalitat Valenciana también lo incluyó en la ficha de especies exóticas aparecidas en diferentes puertos de la Comunidad Valenciana durante el 2023.

Comercialmente rentable y abundante

Según información de la Generalitat Valenciana, el langostino café representa un recurso adicional a escala local para la pesca mediterránea. Por ejemplo, se pesca en grandes cantidades con redes de arrastre de fondo y tresmalls en Turquía e Italia, donde se vende a precios elevados por su calidad gastronómica.

En Italia, según documentaron fotográficamente a los pescadores, este nuevo recurso es muy abundante en el golfo de Taranto y a las zonas próximas del norte del mar Jónico, con rendimientos diarios de las embarcaciones de arrastre que llegan a veces a los cuarenta o cincuenta kilos de estos crustáceos por día.

Más calor, nuevas especies

El secretario de al Cofradía de Pescadores de la Ràpita, Joan Balagué, atribuye esta expansión de nuevas especies al cambio climático. Detalla que el calentamiento de las aguas marinas en el delta del Ebro, han hecho crecer la pesca de especies de latitud sur, como la gamba blanca, que tiene ahora mismo capturas muy importantes en la lonja sancarlense, y ha hecho aparecer nuevas capturas, como el jurel azul. Por otra parte, especies de aguas mes frías como la cigala, sufren una reducción de las capturas.

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