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Energía

El Consorcio de Aguas de Tarragona instalará plantas fotovoltaicas para generar un 10% de su consumo eléctrico

El encarecimiento de la obra obliga a parar y volver a licitar la variante de la cañería rota en la Ametlla de Mar

El presidente del CAT, Joan Alginet, en primero plano, y el jefe de innovación, tecnología y energía del CAT, Andreu Fargas, con uno de los nuevos vehículos eléctricos adquiridos en la planta potabilizadora de l'Ampolla.

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El Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) instalará dos centrales fotovoltaicas en sus plantas de l'Ampolla y Constantí para poder generar y autoconsumir un 10% de la energía que necesita para funcionar. Los proyectos, que se tienen que licitar este año, prevén cubrir de placas depósitos de agua de las dos instalaciones y tendrán una potencia total instalada de 4,2 MW. Su puesta en marcha, según el CAT, introducirá cambios en la forma de explotar el minitrasvase en Tarragona para aprovechar este autoconsumo. Por otra parte, el presidente del ente, Joan Alginet, ha anunciado que las obras de la variante de la cañería en la Ametlla de Mar a raíz de una rotura diciembre pasado tendrán que volver a licitarse por encarecimiento sobrevenido.

El proyecto del CAT prevé que se puedan generar hasta 4,7 GWh/anuales en la central fotovoltaica aprovechando la gran superficie existente sobre las cubiertas del depósito de agua tratada de la planta de l'Ampolla. En el caso de las instalaciones centrales de Constantí, se generarán 1,5 GWh/anuals con las placas que se ubicarán también sobre los depósitos. La inversión total prevista es de unos 5 millones de euros y una consultora especializada trabaja en la concreción de los proyectos para licitarlos dentro de este año, según el presidente del ente, Joan Alginet.

La idea es que la electricidad que produzcan estos parques abastezca directamente las instalaciones, sin conexión en la red ni almacenaje en baterías –opción, esta última, que encarecería el sistema. Según el jefe de innovación, tecnología y energía del CAT, Andreu Fargas, se han escogido dos instalaciones con elevada demanda energética para poder garantizar la viabilidad del sistema de autoconsumo. Eso, ha añadido, obligará a adaptar la forma de explotación, activando o desactivando más bombas en función de la producción de energía fotovoltaica.

Las previsiones son que la energía producida por las placas de la planta de l'Ampolla puede llegar al 28% de su consumo y un 18% en Constantí. En total, la idea es llegar a alcanzar el 10% de la factura energética del ente que gestiona el minitrasvase en Tarragona. El objetivo, precisamente, es contribuir a la reducción de los costes energéticos, que el pasado 2021 se duplicaron pasando de los 4 a los 8 millones de euros. Eso llevó al consejo de administración a trasladar el incremento de costes a los consorciados.

La firma de un Price Purchase Agreement (PPA) para los próximos cinco años, a partir de este 2022, tiene que permitir garantizar una tarifa fija y origen renovable para el 75% de la energía del CAT. Aunque según el ente ya supone un ahorro del 50% en estos momentos, el actual contexto energético y geopolítico internacional, según Alginet, no permite todavía llegar a los 7 millones anuales que se esperan. «Si no fuera por el PPA, como consumidores industriales, habríamos entrado en quiebra técnica», ha asegurado Alginet.

Entre las medidas de sostenibilidad anunciadas este jueves en el marco de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente el próximo domingo, el CAT ha presentado su nueva flota de vehículos eléctricos, que ha supuesto una inversión de 800.000 euros en cuatro años. Actualmente, la flota ya es eléctrica en un 90%con 29 coches enchufables: 18 turismos y once furgonetas. Tres vehículos están pendientes de sustituir pero todavía no existe equivalente. El ahorro medio anual de combustible llega a los 970 euros por vehículo. Alginet ha reiterado la voluntad del ente de «renovar los compromisos ambientales y aumentarlos con nuevas medidas de impulso de la sostenibilidad –incluyendo, ha recordado, el proyecto para devolver los lodos de la depuradora al delta del Ebre.

La variante de la Ametlla de Mar, a finales de año

Por otra parte, el presidente del CAT ha explicado también que las obras de construcción de la variante del tramo de la cañería del minitrasvase que tenía que permitir evitar el tramo afectado por una rotura el diciembre pasado a la altura de la Ametlla de Mar se han detenido por los costes sobrevenidos. La empresa adjudicataria de las actuaciones, licitadas por 1,2 millones de euros, informó al ente que, fruto del contexto de incremento de precios generalizado y la crisis geopolítica por la invasión de Ucrania, el coste de las actuaciones se había disparado.

De acuerdo con la legislación mercantil, eso ha conducido a la rescisión del contrato con la única empresa que había participado en el concurso y que ejecutaba las obras, Aquambiente Serivicios. Así las cosas, las obras no podrán terminadas el 30 de junio como estaba previsto. Actualmente se está modificando y actualizando el proyecto con los nuevos precios, a la espera de que el consejo de administración apruebe un nuevo proceso de licitación. Las previsiones actuales son de poder tener terminada finalmente la variante el último trimestre de este año.

Los técnicos del CAT certifican que, después de la reparación de urgencia efectuada justo después de la rotura, el tramo de cañería es seguro y, en los próximos meses, estará también equipado con un cable de fibra óptica que permitirá monitorizarlo de forma constante. Según las conclusiones del CSIC, que volvió a analizar la rotura después del caso de l'Ampolla hace dos años, nuevamente las filtraciones de agua salinizada de un pozo de regadío próximo habrían acelerado la corrosión de la estructura y su colapso.

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