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Sanidad

Los sanitarios del Verge de la CInta piden un nuevo hospital y mejoras al actual

Los médicos y médicos alertan de servicios «al límite y sobrepasados» y de falta de espacios, tecnología y profesionales

Imatge de l'Hospital Verge de la Cinta de Tortosa.

Hospital Verge de la Cinta, Tortosa, Baix EbreWikipedia

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Los facultativos del Hospital Verge de la Cinta de Tortosa (HVCT) exigen un nuevo hospital de referencia en las Terres de l'Ebrr y mejorar provisionalmente el actual o será imposible garantizar la calidad del servicio asistencial. Alertan de que se ha entrado en tiempo de descuento y piden actuaciones y respuestas «inmediatas y concretas». Denuncian que la situación «es límite y preocupante».

El centro tiene problemas para encontrar profesionales, en servicios como cardiología, o tiene falta de espacios y tecnología, como pasa en el área quirúrgica –que es la misma que hace 46 años-, para recortar las listas de espera. Los médicos también proponen una gestión «única» de los servicios hospitalarios del Ebre, para evitar duplicidades, e incentivos para atraer profesionales.

Después de meses de debates políticos y sociales -que se han intensificado en las últimas semanas- sobre la ampliación del Hospital Verge de la Cinta de Tortosa, el de referencia en el territorio, y la necesidad de construir uno nuevo, este lunes los médicos del centro hospitalario se han pronunciado y han sido contundentes: están al límite, angustiados, con malestar y sufrimiento. Reclaman una ampliación y mejora provisional del HVCT, sin renunciar a la construcción de un nuevo hospital, proyecto que debe ponerse en marcha con urgencia para que pueda ser una realidad en unos diez años.

Gaspar Masdeu, jefe de los servicios de Intensivos del HVCT, y uno de los portavoces de la junta facultativa ha recordado que desde el Departament, el Institut Català de la Salut o la gerencia de la región sanitaria siempre han escuchado y han sido «receptivos» con las peticiones de los médicos y el personal sanitario, pero la respuesta nunca ha ido más allá del «apoyo emocional» y no se ha concretado en ningún proyecto. Masdeu ha alertado de que la situación es «límite y realmente preocupante» y ha pedido actuaciones y respuestas «de forma inmediata y concretas».

Para el jefe de Intensivo no puede posponerse más la toma de decisiones porque mientras tanto hay servicios que no reciben ningún tipo de inversión y en consecuencia, sufren estancamiento y empeoramiento. Ha puesto como ejemplo los quirófanos, que son los mismos desde que se inauguró el Hospital de Tortosa hace 46 años. Esto entorpece que, por ejemplo, pueda atenderse la larga lista de espera en operaciones de rodilla -de hasta seis meses de demora-, aunque hay suficientes profesionales en traumatología. En cambio, hay otros servicios como cardiología que necesitan profesionales y para que los médicos elijan Tortosa se necesitan más incentivos –que van más allá de los económicos-.

La junta facultativa propone que Salut asigne más residencias, y que el futuro nuevo hospital sea universitario. «Para que venga gente que se forma en Barcelona, debemos ser atractivos e invertir en tecnológica biomédica, que ahora es insuficiente», ha remarcado Ester Comellas, jefa del servicio de Traumatología del HVCT.

La doctora ha insistido en que los déficits en el Hospital de Tortosa son «estructurales», como ocurre en las áreas la ambulatoria y quirúrgica, que están «obsoletas», y que el problema se agravará porque las Terres de l'Ebre tienen una de las poblaciones «más envejecidas del país» y sus patologías son cada vez más «complejas» y requieren soluciones «más inmediatas». Como ha ejemplificado Masdeu, no se trata de recibir un trasplante en el Hospital de Tortosa, sino evitar que tengan que derivar pacientes a Tarragona, Reus o Barcelona por un cáncer de colon.

La junta facultativa también propone que se haga la gestión de todos los hospitales ebrenses a través de una gerencia clínica única, para «evitar la dispersión y la falta de liderazgo clínico» en beneficio de una asistencia «eficaz y equitativa» para los pacientes. Con un nuevo hospital y «esta nueva forma de hacer», los médicos consideran que se garantizará un tratamiento «próximo, seguro y de calidad», igual para todos los pacientes del Ebre. Además, evitaría «duplicidades de recursos humanos y tecnológicos» y podrían unificarse protocolos, procesos y comités asistenciales.

«La medicina está supraespecializada y el conocimiento y la tecnología deben concentrarse», ha defendido Comellas. Y es que la propuesta pasa por que cada centro hospitalario tenga una función «clara» - de modo que se incentive la especialización de los profesionales dentro de los centros-, que se pongan en común listas de espera quirúrgicas y de exploraciones diagnósticas, y que se invierta en tecnología líder y capacidad de investigación. Los médicos consideran que la covid ha puesto a prueba y ha demostrado que este modo de gestión único es posible y que es una cuestión de «buena voluntad».

Ampliación sí, pero con módulos

El colectivo recuerda que la necesidad de tener un centro hospitalario de referencia es tan «imperiosa» que se han atrevido «a levantar la mano» y pedir el apoyo de la sociedad por quien dicen, que hacen la denuncia. «Nos da miedo que dentro de diez años, no podamos ofrecer los servicios que ofrecemos ahora», ha subrayado Masdeu. Para los médicos y médicas, el hospital nuevo es «irrenunciable», pero es necesario un proyecto de impas que no hipoteque un proyecto más ambicioso.

La ampliación que se presentó en 2020 y que Salut todavía no ha decidido si va a ejecutar, no es el proyecto que encaja con esta propuesta de los médicos del Hospital Verge de la Cinta. Mejorar y ampliar algunos servicios es necesario, pero si no es la excusa para no hacer un nuevo hospital. Como explica el jefe de Intensivos del HVCT, un proyecto provisional podría consistir en instalar módulos prefabricados para ampliar las áreas ambulatoria y quirúrgica, como se hizo en otros hospitales catalanes durante la pandemia, como Can Ruti o Bellvitge, explicado. «Las estructuras modulares es lo lógico para dar tiempo mientras se hace algo con cara y ojos. No debe requerir una gran inversión porque entonces, descartarán el hospital», ha advertido Masdeu.

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