Diari Més

Los temporeros de la campaña de la fruta dulce en el Ebre agradecen los cribados preventivos

Salud recoge una setentena de muestras entre los trabajadores del Grup Fruiter de Benissanet y otras empresas

Una de las mesas del cribado a los trabajadores de la campaña de la fruta en las instalaciones del Grup Fruiter de Benissanet.

Los temporeros de la campaña de la fruta dulce en el Ebre agradecen los cribados preventivosACN

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Los temporeros de la campaña de fruta dulce en las Terres de l'Ebre agradecen los cribados preventivos que ha iniciado Salut este miércoles. Remarcan que a pesar de que las medidas de seguridad son extremas y que el año pasado no hubo ningún contagio, con los cribados van a trabajar con más tranquilidad, pero como ha apuntado Mardari Lenuta, trabajadora del Grup Fruiter de Benissanet, también esperan que los vacunen. También ha hecho esta demanda Marc Piñol, gerente de la empresa.

Salut ha recogido este miércoles unas 70 PCR de trabajadores de las principales empresas de la Ribera d'Ebre y se esperan más cribado hacia junio, en pleno pico de la campaña, y cuando se habrán incorporado más del doble de trabajadores de los que hay ahora.

A primera hora de la mañana, decenas de trabajadores del Grup Fruiter de Benissanet (Ribera d'Ebre) hacían cola para hacerse la PCRa las puertas de la empresa. Salut ha montado el dispositivo en el almacén con la colaboración de la Atención Primaria del ICS Terres de l'Ebre, equipos informáticos y de laboratorio y la Cruz Roja. Los empleados recogían el papel acreditativo y se les daba el kit en una bolsa. Ya dentro del almacén, con la ayuda de los sanitarios, se hacían ellos mismos la recogida de las muestras.

Esta medida preventiva para detectar casos de jornaleros asintomáticos, se añade a las estrictas medidas de seguridad que ya se llevan a cabo en el campo y en los almacenes de manipulación y embalaje del producto. «Mascarillas, temperatura en la entrada, grupos de trabajo, vestidos de la empresa, protección de los ojos y la cabeza. En todas las entradas gel hidroalcohólico y alfombras desinfectantes para los pies. No les dejamos relacionarse y hemos prohibido muchas cosas. No se puede comer ni se puede hacer nada», ha detallado Marc Piñol, gerente del Grup Fruiter de Benissanet. También se hace mucho inciso en que se cumplan las medidas de prevención en los traslados con vehículos particulares y que intenten mantener burbujas estables.

Piñol ha reconocido que lasPCRsuponen «una tranquilidad» para los trabajadores porque «saben que los compañeros de trabajo están sanos y que no tienen el virus». «Es bueno», ha remarcado. «Lo agradecemos porque te hacen el test y sabemos entre nosotros si hay algún asintomático. Por si acaso, lo podremos saber», ha dichoMardariLenuta, trabajadora del Grup Fruiter de Benissanet. El sector también ha pedido que lleguen las vacunas para estos trabajadores esenciales del sector de la alimentación. «A ver si también nos quieren poner la vacuna. A mucha gente le gustaría», ha pedido la trabajadora.

Lenutaha señalado que en la anterior campaña no se detectó ningún contagio y que las medidas higiénicas son muy estrictas. «Trabajamos con distancia y con todas las medidas y todos estamos bien. Estamos agradecidos porque nos entendemos entre nosotros y lo hacemos de manera perfecta y no tenemos ningún caso», ha apuntado la trabajadora.

A deferencia de Lleida, los temporeros de la Ribera d'Ebre son personas que viven en municipios próximos. «Son muy responsables. El año pasado el primero contagiado fui yo y ya había pasado la temporada», ha apuntado Piñol. «Estamos orgullosos del grupo de gente que tenemos, son trabajadores fijos discontinuos, la mitad viven en Móra d'Ebre, la otra mitad en Tortosa y alguien aquí en el pueblo. Son grupos muy estancos y delimitados, siempre los mismos», ha apuntado el gerente del Grup Fruiter de Benissanet.

Piñol ha reconocido que «la diferencia» entre la campaña anterior y la de este año «es la experiencia de todo el mundo». «Hablo de los cribados y de la vacuna. Se tienen que notar los resultados. Tenemos que estar más tranquilos y estamos más amparados porque las normas se van aplicando y ampliando a medida que avanzan las cosas. La experiencia al principio no estaba y ahora ya es un grado», ha reconocido el responsable de la empresa frutal.

La campaña de recogida de fruta ha empezado hace unas semanas en la Ribera d'Ebre y el número de trabajadores se multiplicará las próximas semanas. En el Grup Fruiter de Benissanet hay ahora unos 40 trabajadores activos y se prevé que hacia junio puedan acercarse al centenar. En un mes se prevé que los cribados preventivos se repitan. «A mitad junio se tendrían que repetir, pero si podemos conseguir que se pongan las vacunas, los cribados quizás ya no harán falta pero sirven para detectar aquellos que son portadores y no lo manifiestan», ha dicho Piñol.

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