Sociedad
DO Terra Alta denuncia el «silencio» del Gobierno respecto de los tres nuevos parques eólicos
El Consejo Regulador presentará un contencioso administrativo si la DO y las bodegas no reciben respuesta
Los parques eólicos en la Terra Alta, «esenciales» para alcanzar el 50% de energía renovable en el 2030
La Denominación de Origen (DO) Terra Alta, ha denunciado que no han recibido ninguna «respuesta oficial» a las alegaciones, presentadas en julio de 2017, ni al posterior recurso de alzada que presentaron contra la construcción de tres nuevos parques eólicos a Batea, Vilalba dels Arcs y la Pobla de Massaluca. El Consejo Regulador de la DO y algunas bodegas particulares que presentaron alegaciones individuales lamentan «el silencio administrativo» y advierten que harán «todo el posible para parar este proyectos», a pesar de tengan la aprobación provisional de Urbanismo, y otros que se puedan impulsar más adelante. El Consejo Regulador está trabajando para presentar un recurso contencioso administrativo si siguen sin recibir respuesta por parte de la administración.
La DO Terra Alta inició un debate en el 2017 sobre la implantación de más aerogeneradores pero esta vez para rechazar de manera firme la construcción de nuevos parques eólicos a la comarca y para reivindicar que la Terra Alta ha sido «lo bastante solidaria» con la producción de energías renovables en el país, acogiendo una decena de parques eólicos y produciendo de 286 MW de potencia.
En cambio, las tres plantas que Gas Natural y Alstom Wind prevén construir el año que viene a Batea, Vilalba dels Arcs y la Pobla de Massaluca, han recibido la aprobación provisional de su Plan Especial Urbanístico por parte de la Comisión de Urbanismo de las Terres de l'Ebre, y se podrán ejecutar, probablemente, el próximo mes de junio, con la aprobación definitiva de la comisión nacional. Los tres nuevos parques suponen 30 nuevos aerogeneradores, que se sumarán a los 184 actuales, extendidos sobre todo en la zona norte de la comarca. Desde el Consejo Regulador del vino alertan de que con esta docena de parques sólo se habrá implantado la mitad de la energía eólica que puede producirse en la Terra Alta, y se han mostrado beligerantes con qué continúe «la masificación eólica» en la comarca.
La DO Terra Alta, junto con otras empresas y asociaciones vinculadas al territorio y el paisaje, con Unió de Pagesos, y algunos ayuntamientos se muestran contrarios a un proyecto que «perjudica gravemente al modelo territorial y económico de la comarca, basado en la agricultura y el turisme», a pesar de reiteran estar a favor de las energías renovables «como recurso imprescindible para la salvaguardia del medio ambiente». El sector vitivinícola asegura que los parques eólicos que ya funcionan en la Terra Alta «no han revertido en positivo en el territorio» y no tienen, ni han tenido, «en consideración la viabilidad paisajística y ambiental de la comarca, poniendo en peligro la viabilidad económica y social de las empresas de la zona».
La DO recuerda que en la Terra Alta hay 6.000 hectáreas de viña, 1.255 viticultores que producen 44 millones de kilos de uva y 61 bodegas que elaboran unos 7 millones de botellas de vino. También señalan que se perjudica los 23 restaurantes, las 45 empresas que ofrecen alojamiento y las 13 empresas que ofrecen servicios turísticos en la comarca. El modelo eólico implantado en la Terra Alta, insisten, «entra en contradicción con los proyectos de enoturismo y oleoturisme» donde también participa la Generalitat, así como con el proyecto intersectorial de la Ruta del Vino de la Terra Alta, la organización de la última edición del Concurso Internacional Grenaches du Monde, las ayudas a los jóvenes agricultores, o las políticas de lucha contra la despoblación y el envejecimiento de la comarca y las Terres de l'Ebre.
La DO Terra Alta apunta que la realidad actual «no tiene nada que ver» con la de hace dos décadas, cuando se crearon las ZDP (Zonas de Desarrollo Prioritario) para la implantación eólica en Cataluña e insiste en que, actualmente, el campesinado y la viticultura son la herramienta para un futuro con más garantías. «Necesitamos más que nunca sus viñas, sus bosques y sus montañas y la instalación en la comarca de la central eólica mayor del país destroza el mayor de nuestros activos, que es el paisaje», defiende en un comunicado al presidente de la DO, Joan Arrufí.