Diari Més

Bajada demográfica y mantener las escuelas rurales: retos de la educación pública en las Terres de l'Ebre

El curso empieza con «normalidad» en los 96 centros del territorio incluido Godall, donde se ha instalado una valla de protección en el patio de la escuela

Dos niños observando la lista de alumnos por aula en la entrada de la escuela de Ferreries.

Niños observando la lista de alumnos en la escuela de FerreriesACN

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El curso 2018-2018 ha empezado en la práctica totalidad de los 96 centros de enseñanza de las Terres de l'Ebre sin incidentes, según ha subrayado el Departament d'Ensenyament. Finalmente, los alumnos de la escuela de Godall han podido iniciar también las clases después de que se haya situado una valla de protección en el patio delante de las grietas detectadas en el equipamiento, asentado parcialmente sobre un terreno arciloso. Únicamente los alumnos de Ulldecona, municipio donde este miércoles es fiesta local, empezarán la actividad mañana, jueves. A pesar de destacar la «normalidad» al principio de la jornada, la directora de los servicios territoriales de Ensenyament en las Terres de l'Ebre, Montserrat Perelló, ha admitido que habrá que seguir con atención la evolución futura de la demografía ebrense, en retroceso desde 2010, a pesar del medio millar nuevo de alumnos de este curso. También preocupa el mantenimiento de las escuelas rurales del territorio, especialmente aquellas que no superan la decena de alumnos.

La gran mayoría de los 27.000 alumnos llenan ya las aulas de las 73 escuelas –de las cuales, 38 agrupados en Zones Escolares Rurales-, 20 institutos y tres institutos escuela. También la plantilla de más de 2.300 docentes se encuentra «prácticamente al 100%» ya en los centros, según Perelló, con sólo tres excepciones pendientes, relacionadas con especialidades «muy específicas» de la Escuela Oficial de Idiomas, el Institut Julio Antonio de Móra d'Ebre o a Amposta. Ensenyament, además, da ya por finalizadas las obras de mejora pendientes para empezar de forma efectiva el curso.

El balance inicial del curso, que este año ha incorporado a unos 500 alumnos nuevos, no oculta pero la tendencia a la caída demográfica que el territorio experimenta desde 2010 y que afecta, principalmente, los primeros cursos de infantil como P-3. La incógnita en este sentido, según Perelló, será comprobar como afecta esta tendencia a las ciudades grandes. «Las ratios serán más bajas: eso no quiere decir que en poco tiempo tengamos que anular líneas. Se verá en función de las ciudades: de entrada, podemos prever ratios más bajos a educación infantil, que también es una demanda de las ciudades mayores. En las escuelas pequeñas ya está agrupada la educación infantil y no tienen porque perderla», ha apuntado la responsable territorial de Enseñanza, recordando que las 38 escuelas agrupadas en ZER sólo ofrecen un aula unitaria de educación infantil.

De hecho, el mantenimiento de las escuelas pequeñas en zonas rurales es también, según Perelló, otro de los retos a los cuales hay que hacer frente ya actualmente y en el futuro próximo. Centros como los de Prat de Comte, Caseres (Terra Alta), Lligallos (Camarles) o Poblenou del Delta (Amposta), se encuentran por debajo del umbral de los diez alumnos y, con los números de Ensenyament en la mano, tendrían graves problemas para continuar. «Hacemos lo que tenemos que hacer como administración pública: mantener las escuelas a pesar de la cantidad de niños. Pero la equidad territorial es esta. No miremos la ratio de los pueblos pequeños o la mayoría estarían cerradas», ha subrayado. «Barcelona tiene hoy problemas por inicios de obras y mucha demanda de escuelas nuevas: ojalá tuviéramos este problema en todos los territorios. Nuestro problema es la falta de niños en los pueblos pequeños pero hacemos el esfuerzo de mantener al profesorado que haga falta para garantizar la equidad territorial», ha cerrado.

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