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Los Mossos D'Esquadra evitan el matrimonio forzado de tres adolescentes del Baix Camp y la Ribera de Ebro

Estos casos ya figuran como un delito específico en el nuevo Código Penal, que los castiga con penas de hasta tres años y medio de prisión

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Los Mossos D'Esquadra evitaron el año pasado tres matrimonios forzados en la demarcación de Tarragona. En febrero se detectó el caso de dos hermanas adolescentes residentes en la Ribera de Ebro que se iban a casar obligadas para|por sus padres. En diciembre, una adolescente del Baix Camp pudo zafarse de casa antes de que su madre lo obligara a viajar a Túnez para contraer matrimonio con un chico adinerado de aquel país. En todos los casos, la intervención del entorno de las chicas resulta clavepara poder evitar los hechos y proteger a las víctimas. Además, desde el año pasado el nuevo Código Penal ya contempla el matrimonio forzado como un delito específico que se castiga con penas de hasta tres años y medio de prisión.

Una adolescente del Baix Camp se encuentra bajo la tutela de la Generalitat e internada en un centro de protección de menores después de que su familia intentara casarla contra su voluntad. La pesadilla paraesta joven empezó a raíz de un viaje a Túnez con su madre, donde conoció a un chico de unos 20 años. Allí la progenitora habría hablado con él y con su familia y habría empezado a negociar una boda, de espaldas a la hija, atraída por la buena posición económica del futuro marido. Cuando las dos volvieron a Cataluña, la chica decidió cortar la relación con el chico después de detectar actitudes machistas en los mensajes que se intercambiaban a través de las redes sociales.

Fue a partir de aquel momento que la madre inició las coacciones y le comunicó que estaba obligada a casarse con él. La menor conoció a otro chico en Cataluña y, cuando la madre se enteró, la amenazó con denunciarlo a la policía. La afectada decidió escapar y refugiarse en casa de una amiga, pero las presiones de la madre y de un hermano mayorla hicieron desistir. Cuando se enteró de que la madre ya había comprado los billetes de avión para volver a Túnez, la chica intentó huir de nuevo, pero su madre la pilló, cogiéndole las llaves y cerrándola en casa.

Finalmente, la menor consiguió salir del domicilio y pudo contactar con servicios sociales, que la acompañaron a una comisaría de los Mossos D'Esquadra para presentar denuncia. En diciembre, la Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia (DGAIA) acordó internarla en un centro de protección de menores. Una vez garantizada su protección, los Mossos denunciaron a la madre por un presunto delito de matrimonio forzado y el asunto pasó a manos del juzgado.

Unos padres querían casar a sus dos hijas

En las Tierras del Ebro, los Mossos D'Esquadra evitaron el año pasado dos casos de matrimonios forzosos, también en dos menores de una misma familia. El caso se detectó en febrero y la policía recibió la alerta por parte de los servicios de la Dirección General de la Atención a la Infancia y Adolescencia (DGAIA) sobre un posible caso de maltratos por parte de una familia marroquí, residente en Flix (Ribera de Ebro), hacia sus dos hijas de 16 y 17 años.

Cuando los Mossos empezaron a investigar el caso, se dieron cuenta de que los padres mantenían aisladas a sus dos hijas de cualquier posible relación con hombres, tuvieran la edad que tuvieran. En el momento de la intervención policial, una de las hijas tenía la maleta hecha para marcharse a su nuevo hogar en un matrimonio forzado, y la otra hija también lo tenía todo ligado para sacarlo adelante.

Una realidad sumergida

El escaso número de casos detectados evidencia, según los Mossos D'Esquadra, una realidad oculta que no trasciende. Los matrimonios forzados no son propios de ninguna etnia determinada, pero en todos ellos intervienen varios factores, según explica al ACN Ares Escudé, agente de la Unidad Regional de Proximidad y Atención al Ciudadano de la Región Policial del Campo de Tarragona. En concreto, se trata de motivos como la deshonra familiar, religiosos, económicos -se han pactado matrimonios forzosos a cambio de 1.000 euros- o migratorios -para conseguir papeles o un reagrupamiento familiar.

Los Mossos D'Esquadra destacan la importancia del trabajo «en red» para destapar estas situaciones, que suelen llegar a la policía mediante las alertas de los servicios sociales. El entorno de amistades o la escuela a menudo se convierten en clavespara detectar el fenómeno, que a menudo se esconde tras un absentismo escolar injustificado, viajes en pleno curso escolar, desmotivación, maltratos e, incluso, intentos de autólisis. «Es duro asumir que alguien que te amate haga eso, por eso cuesta tanto denunciar y es básico que todos los profesionales tengamos conocimiento», subraya el agente.

Ante estos casos, la policía insta a las víctimas a hablar con su entorno y de adoptar precauciones como guardar la propia documentación personal. «No te podrás marchar al extranjerosi tienes contigo tu pasaporte y, si vas al aeropuerto y ves a un policía, dirígete porque teayudará», insiste Escudé. Además, los Mossos recuerdan la posibilidad de contactar con el teléfono de emergencias 112. Al fin y al cabo son consejos que se trasladan en las charlas que los Mossos realizan en las escuelas o en los encuentros con profesionales de los sectores de la educación y la salud.

Cambios en el Código Penal

Hasta ahora, el Código Penal no disponía de ningún artículo que castigara explícitamente esta práctica, con lo cual los Mossos tenían que afrontarles en base a coacciones, amenazas, detenciones ilegales o, si el enlace ya se ha consumado, agresiones y abusos sexuales. La situación, sin embargo, cambió en julio del año pasado y el matrimonio forzado ya queda recogido en el artículo 172 bis en que, además, considera un agravante los casos producidos en menores de edad.

La legislación actual prevé una pena de prisión de entre seis meses y tres años y medio o una multa de 12 a 24 meses, según la gravedad de las coacciones, en todo aquel que con intimidación grave o violencia obligue a otra persona a contraer matrimonio. Además, también contempla la misma pena para todo aquel que recorraa la violencia, a la intimidación grave o al engaño para forzar a alguien a abandonar el territorio español o a no retornar.

Al menos 17 casos en Cataluña durante el 2015

En los primeros nueve meses del año 2015, los Mossos D'Esquadra intervinieron en un total de 17 casos de matrimonios forzados en Cataluña, 9 de los cuales correspondían a menores de edad. El año anterior se actuó sobre un total de 10 casos y, en el 2013, en 26. Con respecto al Campo de Tarragona, en el 2010 la policía intervino en tres casos -una menor y dos mayores de edad- y los años 2011 y 2013 en un caso, los dos sobre menores. En las Tierras del Ebro no se había detectado ningún matrimonio forzado hasta el año pasado, según los datos disponibles desde el año 2009.

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