Diari Més

Fútbol

Nàstic y Hércules se reparten un punto en un partido con muchos giros de guion (2-2)

La autoexpulsión de Álex Jiménez y el penalti de Alba amargaron un partido encaminado

Marcos Baselga durante el duelo.

Marcos Baselga durante el duelo.Nàstic

Arnau Montreal Quesada
Publicado por

Creado:

Actualizado:

Esta temporada siempre pasa algo. El Nàstic de Parralo presentó su mejor versión en la primera parte y dejó el partido encauzado con los goles de Jardí y Pau Martínez, pero una autoexpulsión de Álex Jiménez y un penalti evitable de David Alba justo antes del descanso lo amargaron todo. El Hércules aprovechó los errores tarraconenses para igualar el encuentro y, cuando el duelo se igualó a diez hombres, ya no quedaba gasolina y, para algunos, entrega, para buscar la victoria.

Cristóbal Parralo repitió las piezas al once con la única novedad de David Juncà. Eran los mismos que contra el Villarreal B, pero la cara fue completamente diferente. Desde el primer minuto se vio el fuego en los ojos a los jugadores grana. El Hércules quería salir con la pelota jugada, pero se encontró en un Nàstic insistente en la presión y con mucho de poder. Poco a poco, de la presión crecieron las oportunidades y de las acciones de peligro, con el premio.

Álex Jiménez ejecutó un pase en profundidad perfecto para Baselga que, al ir solo contra la portería rival, cayó al suelo después de un empujón de Bolo. El árbitro lo vio claro, aunque le tocó revisar la jugada: penalti y amarilla.

Todas las miradas del Nou Estadi se centraron en el crack reusense. Jaume Jardí cogió de nuevo la responsabilidad y envió la pena máxima a la derecha con un chute potente que Carlos Abad no pudo atrapar.

El gol hacer reventar en euforia al Nou Estadi y también al equipo. Los de Parralo todavía aumentaron más la intensidad y el Hércules estaba perdido. El mordisco grana volvió a hacer efecto y, una pelota fácil en medio del campo del Hércules se convirtió en acción de peligro cuando Óscar Sanz la recuperó. Jaume Jardí recibió el esférico y no dudó a poner el centro a la pequeña. Allí, Javi Jiménez, intentando rehusar el tiro, remató en propia puerta, pero Carlos Abad lo paró. Pero no se iba a acabar allí porque Pau Martínez estaba preparado para matar la jugada enviando el rechazo al fondo de la red.

Este era un nuevo Nàstic. La presión, las pasadas en largo y la agresividad en cada jugada se acercaba mucho al prometido por Parralo. El Hércules intentaba recuperarse, pero se encontraba en un equipo grana atenta a que no dejó pensar al rival en ningún momento.

Lo que parecía un partido de ensueño y controlado, se apagó en cinco minutos. Álex Jiménez pisó dos veces a Rentero en dos jugadas consecutivas. El central puso más pan que queso con gritos, pero eran dos faltas que el árbitro castigó con amarilla y, por lo tanto, Jiménez fue expulsado por dos entradas temerarias.

Este fue una vez duro, pero todavía más era el que estaba por llegar. Slavy remató una centrada en el área con la mala fortuna que chocó a manos de David Alba. El central no vió la pelota, pero el brazo estaba separado del cuerpo y fue castigado con penalti.

Era el momento de Dani Rebollo. El portero lo tuvo claro y fue el héroe parando el penalti en Slavy. Con todo, el delantero fue más rápido que Retoño y llegó primero al rechazo para marcar el 2-1. De esta manera, el partido fue al descanso, con el mejor Nàstic en sensaciones de la era Parralo, pero con un hombre menos y golpeado con un gol en el último minuto del segundo tiempo.

El Nàstic se hundió detrás y el Hércules sacó petróleo. Los ataques se concentraron por la izquierda, donde ahora estaba Álvaro García. De allí salió una centrada que Fran Sol, más astuto, que los centrales, se coló para marcar el empate, aunque la celebración llegó después de la revisión por VAR.

Parecía que el partido estaba destinado al desastre, había un giro más preparado. Samu Vázquez se autoexpulsó después de hacer una entrada peligrosa alzando demasiado el pie y dejando KO a Moi Delgado. Con la igualdad, el partido cambió. Juanda Fuentes entró en el instante para liderar el ataque grana, pero este se quedó sin soldados con un Cedric muy alejado de lo que se espera de él. La guerra acabó con un punto para cada uno, uno expulsado y un penalti por equipo.

tracking