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Los errores condenan al Nàstic al último minuto (1-2)

El conjunto grana disputó un partido gris e insulso con la pelota y cayó en el último minuto

Sergio Santos durante el duelo contra el Alcorcón.

Sergio Santos durante el duelo contra el Alcorcón.Nàstic

Arnau Montreal Quesada
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El Nàstic da un paso atrás. La conjunta grana pierde en el último minuto de partido en un duelo muy calmado en el cual se vieron las carencias. El Alcorcón cedió la pelota y el Nàstic tenía extremas dificultades para construir un juego ambicioso. En el juego de aciertos y errores, los grana malbarataron las suyas y el Alcorcón aprovechó dos errores flagrantes en defensa para llevarse los tres puntos al descuento.

Luis César volvió a repetir el once que dio las últimas dos victorias, pero con el único cambio de Juanda Fuentes por Christos Almpanis.

El conjunto grana llegaba el duelo con el empuje de dos victorias consecutivas, pero en frente tenía un equipo sólido que ha concedido poco este inicio de temporada. Este choque fue inmediato. No fueron los mejores primeros minutos del Nàstic. La conjunta grana salió frío e impreciso y el Alcorcón lo aprovechó para aproximarse al área. Eso sí, la primera ocasión fue grana. Sergio Santos colgó la pelota en el primer palo y Óscar Sanz la peinó para forzar un paradón de mérito de Ayesa para evitar el 1-0. Con muy poco, el Nàstic hacía daño.

Esta jugada se repitió minutos después, pero por la izquierda. Fuentes centró por debajo y Jaume Jardí remató con dificultades. El duelo se encendió y el Alcorcón respondió con el primer susto, habilitado por la defensa del Nàstic.

Sergio Santos erró en un control de pelota y le sirvió la pelota a Vladys dentro del área. El delantero tenía la portería vacía, pero, por suerte, estrelló el esférico en el palo. El Nàstic tenía que concentrarse en defensa porque esta no fue la primera ni la última imprecisión en defensa.

A la media hora de partido el Alcorcón dijo basta. Con la posesión, el club madrileño bajó dos o tres revoluciones al partido y se encontró en un Nàstic que no exigía en la presión, ni tampoco quería la pelota. Los tarraconenses se perdían con la posesión, sin llegar con claridad a campo contrario. De esta manera, iniciaron unos diez minutos de un fútbol lento y contemplativo, en el cual los dos equipos esperaban el error del rival. Y lo encontró el Alcorcón.

Carmona y David Alba luchaban por interceptar una pasada en largo a espaldas del defensor grana. Alba erró en el duelo y, a pesar de tener la posición, fue el punta del Alcorcón quien se hizo con la pelota. Carmona vio en un Dani Rebollo excesivamente adelantado y, con una vaselina, puso el 0-1 en el marcador.

Después de diez minutos de fútbol contemplativo y sin ocasiones, el Alcorcón salió con la suya y ya tenía el trabajo hecho.

La necesidad brindó al Nàstic una ocasión antes del descanso, un centro lateral que chocó en la mano de un defensor del Alcorcón. El Nou Estadi estalló pidiendo la revisión del VAR y el árbitro lo miró en el monitor, pero no creyó que la acción era suficiente para silbar penalti. Con esta frustración general el Nàstic fue al descanso.

El Nàstic intentó levantarse al inicio del segundo tiempo, pero de forma demasiado tímida. Juanda Fuentes ejecutó un tiro cruzado, pero poca cosa más porque el duelo, rápidamente, pasó al control estéril.

La conjunta grana tenía la pelota, pero no sabía como ejecutar las jugadas, hasta que el empuje dio una alegría. El Nàstic luchó una pelota colgada y el choque entre Tarsi y Santos acabó con penalti. El árbitro lo vio claro y así lo comprobó en la revisión del VAR.

Jaume Jardí tuvo la oportunidad y el Reusense no falló. Con un chute lleno de confianza marcó el 1-1 y el golpe de efecto necesario para enchufarse de nuevo en el partido.

Con estos ánimos elevados llegó la jugada más clara del partido. Pase largo de Jaume Jardí que rompe la línea defensiva. Cedric la cazó, pero erró el mano a mano.

Después de la ocasión perdida, el partido se ralentizó al máximo. El Nàstic no quería arriesgar ni tenía la ambición de llevarse los puntos en casa y el Alcorcón esperaba su oportunidad.

Esta llegó al último minuto de partido. De un córner a favor, el duelo acabó 2-1. Enric Pujol erró el remate y la defensa rival rehusó la pelota. Sergio Santos, a solas, erró a la hora de sacarse la pelota de encima. De hecho, tropezó y el ataque del Alcorcón salió disparado como una flecha. En el mano a mano, el club madrileño no falló y Borja Martínez puso el 1-2 para dejar a todo el mundo con un palmo de narices.

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