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El Nàstic se conforma con el empate (2-2)

El Betis Deportivo empató en dos ocasiones los goles de un Jaume Jardí pletórico

César Morgado durante el duelo contra el Betis.

César Morgado durante el duelo contra el Betis.Cedida

Arnau Montreal Quesada
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El Nàstic tuvo bastante con un punto. El conjunto de Luis César se conformó con el empate contra el Betis Deportivo en una primera parte trepidante, y una segunda parte que parecía que sobraba para los dos equipos. Los grana se pusieron por delante en dos ocasiones con un Jaume Jardí pletórico, pero también se dejó igualar en el marcador dos veces por una banda izquierda que sufrió de lo lindo.

En el primer partido a domicilio Luis César apostó por mantener el once con unos pequeños cambios. Álex Jiménez entró a la delantera, Pau Martínez ocupó el lateral derecho y Camus cubrió la banda izquierda en pierna cambiada.

Casi los aficionados no tuvieron tiempo de sentarse que Álex Jiménez ya había hecho la primera diablura. En el segundo 27 de partido, el Nàstic robó una pelota en medio del campo y Álex Jiménez, driblando al defensor rival dentro del área, provocó el primer penalti de la temporada. Se revisó, pero era penal. Un penalti tonto, pero era penalti. Jaume Jardí se encargó de la pena máxima. Él cogió al testigo de Joan Oriol en este sentido y se estrenó de la mejor manera: con un chute potente por la escuadra que dejó plantado a Germán y puso en el Nàstic con uno cómodo 0-1.

Era el mejor inicio posible. Pisar el césped a domicilio y marcar el 0-1. El Nàstic estaba en el mejor de los escenarios, en el cielo, pero se cayó al infierno muy rápidamente. El Betis Deportivo se hizo con el dominio del esférico y el Nàstic se lo concedió. Poco a poco, los verdiblancos picaron piedra para llegar al área cada vez con más peligro. En diez minutos, los de Luis César no olfatearon la pelota y el Betis dijo la suya. De tanto buscar el área, los andaluces forzaron el error: Óscar Sanz cometió otro penalti evitable que también se revisó, pero sin cambiar la decisión arbitral. Reina se encargó de ejecutarlo y, aunque Fuidias adivinó la dirección, no pudo evitar el 1-1.

Eso no había acabado aquí. El Betis seguía dominando y tenía en el punto de mira la banda izquierda. Ian Forns y Sossu hicieron un destrozo. Camus estaba sobrepasado y con poca ayuda por parte de Fuentes, así que el Betis lo aprovechaba para provocar una llegada detrás de la otra. Por suerte, el árbitro decretó la pausa de hidratación, un alto el fuego que los jugadores grana agradecieron.

A la reanudación el Nàstic se reactivó. Los grana ganaron velocidad y, esta verticalidad acabó con el segundo. Los protagonistas acabaron siendo los mismos: Álex Jiménez esta vez filtró una pelota entre los defensores y Jaume Jardí acertó en la definición para poner el 1-2. La primera mitad todavía tenía mucha historia. Con dos paradas por el VAR, penaltis y goles, el colegiado extremeño sumó 9 minutos de tiempo añadido, un tiempo que se convirtió en un partido completamente diferente.

El Betis volvió a la carga con Sossu y Forns de nuevo haciendo un agujero por la izquierda. Ellos dos fueron los encargados de poner el empate de nuevo en el marcador, con una combinación que Sossu envió al fondo de la red ante una defensa grana sobrepasada y un Fuidias superado. Dos veces el filial andaluz remontó a los grana.

La segunda mitad empezó con más problemas. Juanda se retiró lesionado para dar entrada a Almpanis y los dos equipos se igualaron sobre el césped. Era el Nàstic quien buscaba más el área contraria, pero la insistencia era más bien tímida. Luis César quería recuperar el control y movió el banquillo para hacer debutar a Sergio Santos y dar libertad a un Pau Martínez que ejecutó su papel de lateral derecho a la perfección. Kaptoum y Mángel sumaron más poder en medio del campo y, poco a poco, los grana ganaron la posesión con sólo Álex Jiménez como referente.

Los grana ganaron control, pero perdieron colmillos. Sin Cedric y sólo Álex Jiménez como referente, los grana sufrían en los últimos metros. De hecho, sólo un remate tímido de Jiménez a un centro de Pau Martínez hizo actuar a Germán.

Los minutos pasaban y parecía que Luis César aceptó que un punto era bueno contra un filial beticano que, con el paso de los minutos, perdió peligrosidad. También bajó el ritmo el Nàstic, que mostraba signos de cansancio. Ni el debut de David Cabezas, que vio una amarilla en la primera acción, cambió un partido que estaba destinado al empate por la conformidad de los dos equipos.

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