Futbol
Marc Trilles: «Tengo la espina clavada de no haber podido alcanzar un ascenso con el Nàstic»
El jugador del Tarazona y ex del Nàstic habla al Diari Més sobre su pasado grana, la final de Vigo y de como ve la Real Sociedad B

Marc Trilles en su etapa en el Nàstic.
¿Cómo vio el duelo del Nàstic contra el Real Murcia?
«Pienso que fue una de las eliminatorias que parece que está escrito para que pase así. El Nàstic dio un paso adelante a nivel defensivo y no recuerdo ninguna ocasión clara del Murcia menos aquella en los últimos minutos que para a Dani Rebollo. Yo he seguido el Nàstic toda la temporada y era un equipo que no transmitía seguridad en defensa, pero en esta eliminatoria lo he visto un equipo duro y seguro. El Murcia era el rival que nadie quería, era el favorito y el Nàstic hizo el que se tenía que hacer».
Ahora, el equipo de nuevo en una final contra un equipo filial. ¿Qué recuerda de la que vivió en Vigo con el Nàstic?
«Me habría gustado jugar aquel play-off con un Nou Estadi lleno, pero aquella eliminatoria era en un campo neutro por las restricciones por la covid. No fue tan especial como casa, pero hubo muchos nastiquers que hicieron el esfuerzo por viajar y darnos apoyo. Recuerdo que era el mejor vestuario que he compartido nunca y nosotros teníamos claro que lo íbamos a conseguir. Ganamos al Racing de Ferrol que llegaba con una racha increíble aguantando con todo. Después nos tocó jugar contra el Villarreal B, a que era un equipo que durante la temporada nos fue bien. Con todo, creo que todos recordamos lo que pasó, que el árbitro quiso ser protagonista y, desgraciadamente, nos quedamos en las puertas».
¿Con qué se queda de aquel momento?
«Con el grupo. Recuerdo las horas previas al duelo contra el Villarreal que Joan Oriol puso la canción del circo y nos pasamos haciendo el burro en el pasillo del hotel. Éramos una piña, se respiraba un ambiente donde fui muy feliz».
Como a este Nàstic, aquel no tuvo una temporada fácil y llegaba al play-off como uno de los tapados.
«Sí, la verdad es que era un año que fue poco estable porque estuvimos gran parte de la temporada que si entrábamos al play-off o no, pero el tramo final fue brutal. Aquel Nàstic era más fuerte en defensa que este, pero ofensivamente nos costaba generar. Ojalá este tenga un final diferente, por toda la gente, todos los directivos y compañeros que les tengo mucha estima y un gran respeto. El Nàstic lo tiene todo para ser un equipo de fútbol profesional, tiene las instalaciones, el personal y te dan todas las facilidades para trabajar».
También vivió el duelo duro de Ibiza. ¿Se ha quedado con la espinita clavada de subir con el Nàstic?
«Pues sí. Aquel año que caímos a Ibiza fue duro, porque no llegamos al play-off en el formato de subgrupos que había. La verdad es que lo teníamos muy de cara, pero con la derrota a Ibiza y como se dio no pudo ser e hizo daño. Me queda la espinita clavada porque venir al Nàstic fue mi apuesta. En aquel momento tenía una oferta de la India que me ofrecían más dinero que el Nàstic. Pero yo quería venir a Tarragona porque era un club mítico, muy profesional y estaba cerca de mi casa. Con todo lo que viví en el Nàstic, si me preguntan, no me arrepiento de nada. No me arrepiento de decir no en la India y aquel contrato, porque los años en el Nàstic fueron los que más he disfrutado y mejor lo he pasado».
¿Qué opina de la Real Sociedad B, el rival del Nàstic?
«Es un equipo que tiene una forma de juego muy vertical, con jugadores desequilibrados que les gusta romper líneas y también gente muy física detrás. Es un equipo duro que las dos veces que me he enfrentado con ellos los duelos se resolvieron por detalles. En la ida, ganaron por un penalti en el último minuto y, a la vuelta a Tarazona ganaron con el único chute que tuvieron, porque nos los zampamos. Pienso que el Nàstic no es inferior a la Real Sociedad B, aunque será una eliminatoria complicada».
¿Es un buen rival a batir?
«El Nàstic lo que tiene que hacer es un duelo con mucho oficio en casa, hacer un partido duro para los jóvenes. Si se está defensivamente bien, el Nàstic encontrará la manera de hacer daño. A pesar de lo que pasó contra el Villarreal, siempre preferiré jugar contra filiales. Son jugadores jóvenes y con poca experiencia y eso se tiene que aprovechar. Sí, tienen calidad y muchos suben al primer equipo, pero la falta de experiencia con un Nou Estadi lleno hará que tengan 15 o 20 minutos malos. I 15 o 20 minutos malos en el Nou Estadi son muy largos».
¿Cómo ha sido su año en Tarazona?
«Ha estado muy bonito y hemos conseguido la Copa del Rey, pero pienso que lo que tiene más mérito es lo anterior. El año paso teníamos un equipo con poca experiencia a la categoría. Recuerdo llegar en agosto y encontrarme al entrenamiento sólo a Afilo, el entrenador y Jorge que era el preparador, físico, segundo entrenador... hacía de todo. Además, coincidió en que de los 10 primeros partidos 6 o 7 eran de visitante y al principio jugábamos de local a Tudela. Tuvimos que trabajar de lo lindo todos para adaptarnos remar y salvar la categoría. Este año ha sido diferente porque ya teníamos una plantilla con mucha más experiencia a la categoría. Teníamos jugadores contrastados y preparados. Al final el Tarazona es un club muy humilde de un pueblo con muchas personas mayores. Aquí el utiller tiene su trabajo aparte y cuándo se tiene que hacer algún desplazamiento se pide fiesta para no perderse ningún partido. Es una gran familia que todo el mundo aporta su grano de arena y recursos de forma desinteresada por la ilusión del fútbol».
¿Qué mensaje quiere enviar a los aficionados del Nàstic?
Les diría que estén a muerte con el equipo. Es el último paso y que estén enchufados los 96’ minutos que dure el partido en casa, porque les aseguro que la Real Sociedad B sentirá la presión. En la tercera tiene que ser la vencida, el Nàstic tiene que ser en el fútbol profesional, por la gente, por la ciudad, por el club y para todo el mundo y me alegraría mucho si pasara».