Fútbol
La bestia es el Nàstic (4-0)
El conjunto de Dani Vidal hizo una nueva exhibición ofensiva en el retorno de Pablo y el debut del juvenil Agus Gutiérrez

Víctor Narro en el momento del primer gol del partido.
La bestia fue el Nàstic. El conjunto de Dani Vidal hizo una nueva exhibición de potencia goleadora contra el Unionistas para recuperar el camino de la victoria. Los de Salamanca eran la bestia negra de los grana. Dani Vidal no le había ganado un solo partido todavía, pero en estos les aplastaron. Narro abrió la lata y Pablo retornó con un gol de killer. Gorostidi y Marc Fernández completaron una nueva fiesta que tuvo como guinda en el pastel el debut del juvenil Agus Gutiérrez.
El Nàstic llegaba al partido con las ideas claras. Se tenía que ganar a toda costa delante de los suyos. Por una parte, para recuperar las buenas sensaciones después de la derrota en Sestao y, por la otra, para matar de una vez por todas la bestia negra del Unionistas, que, hasta ahora, había ganado todos los partidos, de los grana.
Los de Dani Vidal salieron con el cuchillo entre los dientes. La primera ocasión llegó al minuto 3 a través de Antoñín. El andaluz hizo un control orientado de un centro de Migue y regateó el portero rival, pero no pudo marcar sin ángulo. Sólo era un aviso para un Unionistas que había salido con el autobús a la defensa. La segunda ocasión llegó poco después con un centro de Roberto Torres. Esta vez fue Migue Leal el encargado de rematar, pero un defensor sacó el tiro bajo los palos.
La normalidad había vuelto. Este equipo volvió a demostrar su potencia de ataque y Narro y Concha encontraban rendijas por todas partes de la defensa visitando. El nuevo aviso vino por parte de Narro. El balear ganó la banda y Torres le asistió la centrada haciendo un sombrero a un defensor rival dentro del área. Narro centró y la pelota le cayó a Gorostidi. El portero estaba vencido, pero el mediocampista no fue capaz de superar la telaraña de piernas en ninguno de los dos tiros.
El Unionistas también pudo decir la suya gracias a la fragilidad grana. Un par de pasadas en largo fueron suficientes para ganar la espalda de la defensa grana, pero Dani Rebollo se volvió a reivindicar deteniendo las dos acciones peligrosas. En el barco de nuevo en calma, el Nàstic dio un golpe sobre la mesa.
El de siempre actuó. Víctor Narro empezó a cocinar una jugada de la nada. El balear cazó una centrada de Migue Leal y no dejó morir la jugada. El extremo avanzó metros peligrosos y, con la derecha, buscó portería. La pelota rebotó, y en la segunda llegó la vencida. Nuevo remate con la derecha que, ahora sí, acabó en el fondo de la red. El gol le sentó bien en el Nàstic, que aprovechó para calmar el partido con la pelota. El Unionistas no hizo signos de presionar. Los de Dani Vidal se podrían haber marchado al descanso con uno más, pero Antoñín no pudo rematar con comodidad una centrada de Torres a pesar de tener la portería vacía.
La fiesta empezó a la segunda mitad. Después de la tranquilidad y el control grana, llegó la fuerza del tren del Nàstic en ataque. Concha y Antoñín hicieron un aviso a navegantes. El primero con un tiro cruzado y el segundo rematando con la cabeza mientras un defensor le cogía la camiseta. Poco después, fue Antonio Leal quien tuvo la suya a bocajarro. La defensa visitando tambaleaba.
La portería de Dani Rebollo no sufrió nada más. Sólo un tiro de Gorka Santamaría, la exgrana que fue recibida con una ovación, obligó a moverse al portero grana. Con la entrada de Jaume Jardí y Pablo Fernández estalló la pólvora grana.
A la salida de un córner llegó el segundo. Narro la puso en el primer palo, donde estaba Pablo cogido por tres hombres. No pudo rematar de cabeza, pero el rechazo le cayó a los pies y, como killer devuelto, no falló.
Eso sólo acababa de empezar. El tercero no tardó al llegar. Marc Fernández ganó la cabalgata por la derecha y centró en el área. Allí estaba de nuevo Ander Gorostidi. Esta vez no falló y puso el 3-0. El Unionistas estaba completamente vencido y Marc, con un nuevo centro, provocó un penalti después de que le tocara en la mano a un defensor. El mismo Marc Fernández fue el encargado de rematar y, con toda la rabia del mundo, envió una cañería al fondo de la red y celebró con euforia, como una liberación, su gol y el 4-0 final.
En estas, también había más alegrías sobre la pista. Agus Gutiérrez, jugador del Juvenil A del Nàstic, hizo su debut de grana y, al final del partido, fue manteado por el resto de jugadores. Esta fue toda una fiesta que, sumada a la derrota de la Cultural, abre el espacio a la esperanza con el viaje al Reino de León.