Fútbol
El Nàstic se deja dos puntos en Zamora (1-1)
Los de Dani Vidal empatan un partido ganado contra el Zamora en el tiempo añadido después de controlar un partido marcado por un césped inundado

Marc Montalvo sufriendo una falta contra la Zamora.
Cubo de agua fría al Ruta de la Plata. El Nàstic de Tarragona perdió dos puntos en el tiempo añadido después de imponerse en un partido de fútbol acuático en el cual el terreno de juego no dejaba elaborar ningún tipo de juego. Los grana se sobrepusieron a las lesiones importantes de Pablo y Pol Domingo a la primera mitad con un gol de Antoñín al inicio de la segunda. Después de controlar todo el partido, Pito Camacho hizo pagar el único error defensivo del Nàstic en el tiempo de descuento para perder dos puntos y marcharse con un empate insuficiente de Zamora.
El conjunto de Dani Vidal era consciente de que este sería un partido de fútbol acuático. Pol Domingo reapareció en un once que volvió a dejar de lado a Víctor Narro. El mensaje quedaba claro, sería difícil de jugar en un campo lleno de charcos de agua. De hecho, se podría haber suspendido el partido, si no fuera porque paró de llover en Zamora y diez operarios locales sacaron como podían agua del césped del Ruta de la Plata.
A pesar de eso, los charcos de agua fueron los protagonistas desde la primera jugada. Una pasada en largo de Roberto Torres puso a prueba esta circunstancia. La pelota frenó su recorrido y Antoñín ganó la posesión. Pablo Fernández finalizó la jugada con un chute desde la frontal que un defensa desvió.
El estado del terreno de juego ofreció una cosa que no era fútbol. Los pelotazos, con más o menos criterio. En este papel, la Zamora cogió la iniciativa y en una acción defensiva, a los diez minutos de partido, saltó la primera alarma. Pablo Fernández notó molestias y, aunque parecía que podía continuar, Dani Vidal se cuidó en salud y lo cambió por Álex Jiménez.
El partido fue de rechazo en rechazo y el Nàstic sólo pudo poner en peligro la portería rival desde la pelota parada. Roberto Torres tuvo la ocasión. Primero con la derecha rematando una falta directa que se estrelló en la barrera y, posteriormente, un tiro directo con la izquierda que acabó a manos de Sobrón.
Esta misma jugada da alas en la Zamora. El conjunto local pone en marcha un contraataque con una pasada en largo. Pol Domingo lo iba a interceptar con facilidad, pero un charco de agua cambia la trayectoria de la pelota y hace resbalar en el lateral. Tresaco aprovecha para hacer un autopase que convertía la acción en un contraataque de manual. Con todo, otro charco de agua frenó su pasada y malbarató la acción. El agua paga para las dos partes, pero quien sale tocado es el Nàstic. Pol Domingo notó molestias y forzó el segundo cambio por lesión en media hora.
El fútbol tenía guardada una acción más antes del descanso. Un mal control del Nàstic en medio del campo provocó la ocasión más clara de la Zamora. Romero se llevó la pelota, dribló el defensor grana y se plantó ante Dani Rebollo. Allí, el portero grana se hizo enorme y, con una mano mágica, paró lo que habría sido el 1-0. Dani Rebollo se levantó para tapar la portería de nuevo y Pito Camacho envió el rechazo por encima del travesaño. De esta manera el Nàstic fue al descanso.
Dani Vidal ajustó los engranajes del equipo. A pesar de las dificultades del terreno de juego, si se quiere ganar se tiene que inventar y así lo hizo el Nàstic. Los grana dieron un paso adelante en el juego directo y, pronto, llevaron la pelota al área contraria. Roberto Torres, el mago de Arre, se sacó del sombrero una centrada en el segundo palo, a espaldas de los defensores. Allí, Antoñín hizo la suya y se ganó el espacio para estirarse y, con la planta del pie, enviar el esférico al fondo de la red.
El gol dio alas en el Nàstic y los dos mismos protagonistas tuvieron el segundo a tocar. Roberto Torres hizo la pasada en el espacio en medio del campo y Antoñín se plantó delante del portero. Cuando el andaluz iba a rematar, Campabadal lo tiró al suelo con la pierna. Era penal y claro, pero el árbitro no lo quiso ver.
Con el paso de los minutos, la Zamora cogió las riendas del partido. Los locales tenían que marcar, y el Nàstic se mostró cómodo desde la defensa. Los de Dani Vidal mantuvieron el duelo controlado, igualando la intensidad de la Zamora e, incluso, tuvo ocasiones para rematar el duelo a través de Álex Jiménez, que erró una doble ocasión.
La portería de Dani Rebollo no temblaba. Ni el portero ni los defensores daban signos de fallar, pero cuando el partido estaba ganado, el Nàstic recibió un cubo de agua fría. Un error defensivo. Sólo uno en todo el partido, pero hizo perder dos puntos. En el tiempo añadido, la Zamora probó una centrada lateral. La pelota botó al punto de penalti y eso habilitó en Pito Camacho. El delantero, entre tres defensores grana y una salida muy mala de Dani Rebollo que descolocó todo, envió la pelota al fondo de la red para poner el 1-1.
El partido estaba ganado, el Nàstic tuvo eficacia y control, la imagen del equipo fue lo bastante buena en un campo lleno de agua, pero los grana se quedaron con un palmo de narices.