Diari Més

Entrevista

Gorka Pérez: «Después de meses de trabajo sin recompensa, me siento fuerte y con confianza»

El central del Nàstic, Gorka Pérez, explicó a Diari Més como ha vivido el proceso de su lesión en el tendón de Aquiles. Destacó cómo se sintió y cómo luchó por llegar a volver al césped y convirtirse en uno de los centrales referentes

El central del Nàstic, Gorka Pérez, en el césped del Nou Estadi Costa Daurada después de un entrenamiento.

El central del Nàstic, Gorka Pérez, en el césped del Nou Estadi Costa Daurada después de un entrenamiento.Gerard Martí

Arnau Montreal Quesada

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El duelo contra el Tarazona fue exigente a nivel defensivo, ¿cómo lo vivió?

«Sabíamos lo que nos encontraríamos. Era un campo pequeñín, irregular y jugábamos contra un equipo físicamente potente. Creo que el equipo compitió, dio la cara y no se encogió en una situación que es poco habitual en cualquier otro campo».

Nuevo partido en la espalda como titular después de media temporada apartado por lesión. ¿Cómo se encuentra?

«La verdad es que realmente bien. Ha sido un proceso muy complicado al fin y al cabo. Estuve meses sin ver la luz y, a partir de Navidad, todo fue a mejor. Físicamente, todavía estoy cogiendo ritmo de competición, pero me siento con más confianza y cada partido tengo mejores sensaciones. Con respecto a la lesión, las molestias van disminuyendo cada semana y mi objetivo es llegar al tramo final en las mejores condiciones».

¿Todo empezó en la pretemporada?

«Recuerdo que fue en el duelo contra el Huesca. Jugué la primera parte y el plan era continuar en la segunda, pero pedí el cambio cuando noté molestias en el tendón de Aquiles. Decidimos parar una semana y la cosa fue a mejor, pero en el último amistoso contra el Espanyol B fue cuando me hice realmente daño por forzar y en el minuto 15 pedí el cambio. A partir de este momento empezó mi calvario».

¿Qué pasó en los primeros meses de liga?

«Paré cuatro o cinco semanas y cuando intenté volver y jugar un poco vi que no podía. El dolor era horrible y había días que me levantaba completamente cojo. No podía ni ir de paseo a la calle. Era un suplicio. Intenté de todo, tomar todo tipo de pastillas y suplementos, pero no se mejoraba».

Llegó a debutar e, incluso, fue titular contra el Arenteiro.

«A lo largo de las semanas se iba a mejor y a peor, y quisimos forzar un poco. Jugaba con dolor y, al final, aquel no era el Gorka que todo el mundo conocía y estaba muy limitado. Había llegado un momento que el dolor no era tolerable y decidimos que era el momento de parar del todo. Todavía suerte que paramos en este punto, porque si no estaríamos hablando ahora de una lesión mucho más dura».

¿Diagnóstico?

«Tenía una tendinopatía de Aquiles en las dos piernas y llegué a estar a punto de rompérmelos. En Navidad, llegamos a un acuerdo con el director deportivo Javi Sanz y Dani Vidal para buscar una solución y fuimos a un especialista en Pamplona, José Vilariño. Fui con Javi y nos dio el diagnóstico, pero también nos dijeron que tenía una solución. En aquel momento vi la luz en el camino y pasé las vacaciones de Navidad yendo cada día de Bilbao a Pamplona para recuperarme en la rehabilitación y mejoré muchísimo. El 7 de enero volví a la guerra de cada entrenamiento y aquí seguimos luchando con los fisioterapeutas».

¿Es un proceso que continúa?

«Aunque he mejorado muchísimo, pero las tendinopatías no son lesiones que desaparecen de un día para otro. No me puedo relajar y trabajo a conciencia para que no vuelva a pasar lo que viví a principio de curso».

La fortuna te tenía guardada una y contra el Amorebieta te dio tu momento. Eso sí, fue con una combinación de circunstancias: Dufur lesionado, Leal sustituido en el descanso y Granero pidió el cambio.

«El fútbol es impredecible. Cuando estás en el peor momento y no ves la luz, es cuando más tienes que luchar, trabajar e insistir porque al final siempre acaba saliendo el sol. Aquel día fue así y me emocioné. Después de meses de trabajo sin recompensa, de trabajo en el gimnasio y dolor, tuve mi momento y lo aproveché. Siempre me acordaré de aquel partido».

¿Qué sintió cuando Dani Vidal lo envió a calentar?

«Me acuerdo que poco después de empezar a calentar, Borja Granero pidió el cambio y el míster me dijo que me tocaba. Casi no pude ejercitarme, pero dije que era mejor así, sin pensarlo y  cogiendo el toro por los cuernos. El gol fue la liberación total».

El sábado será un duelo especial contra el Barakaldo.

«Sí porque yo crecí en su fútbol base. Llegué a juvenil e, incluso, jugué amistosos con el primer equipo antes de marcharse a Lezama. Los conozco bien y guardo buenos recuerdos. Creo que el Barakaldo es, junto con la Cultural Leonesa, uno de los mejores rivales a nivel colectivo del grupo».

En invierno se marchó Sannadi, su pichichi, directamente al primer equipo del Athletic, pero no han aflojado, son terceros.

«Es un equipo que sabe bien a lo que juega y con un entrenador que hace tres años que impregna su estilo. Yo lo conozco bien por su pasado en Lezama. Tiene una plantilla muy dinámica, bien armada físicamente y ha fichado bien. Se ha marchado Sannadi, pero ha llegado Álex Valiño y ha marcado tres goles en seis partidos. Tenemos que estar atentos con él».

¿Será un duelo de lucha como el del Tarazona?

Es un rival que le gusta el juego directo, pero creo que propone mucho más que el Tarazona. Además, jugamos en el Nou Estadi, un escenario completamente diferente donde nos gusta ser protagonistas. Espero un duelo intenso, de mucho ritmo. Son un equipo que presiona mucho y peligroso en las transiciones. Será un partido bonito para el espectador seguro».

Finalmente, ¿cómo se definiría?

«Siempre he dicho que seguramente no soy ni el central más fuerte, ni el más rápido, ni el mejor en el juego aéreo o a la salida de la pelota, pero creo que tengo buen nivel en todos estos aspectos. Mi fortaleza es que intento ser un jugador completo, que es lo que pide el fútbol hoy en día».

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