Empate a nada (0-0)
El Nàstic se estrelló contra un muro en un duelo insípido con poco fútbol y menos ocasiones grana

Ander Gorostidi durante el duelo contra el Tarazona.
El Nàstic y el Tarazona firmaron ayer un empate de manual. Los dos conjuntos se repartieron un punto que es más que suficiente para los dos protagonistas de un duelo insípido con pocos goles y todavía menos ocasiones. Les pilotadas estaban al orden del día y los grana supieron sobrevivir a las centradas en el área de un Tarazona que alcanzó un palo y un remate que Dufur rescató a la línea de gol.
El conjunt grana salió con el mono de trabajo desde el primer minuto. Dani Vidal formó un once con novedades. Pol Domingo actuó de lateral izquierdo por la baja de última hora de Joan Oriol y la de David Juncà por lesión. Con Marc Fernández como nuevo capitán y Víctor Narro en el banquillo, los tarraconenses, ayer de verde, estaban preparados para un fútbol de contacto en el cual se premiaba más el juego directo que el asociativo.
A pesar de las circunstancias, el Nàstic salió al duelo con ganas de ser el protagonista y los primeros minutos pasaron con aproximaciones sin peligro en la portería de Diego Fuoli. Los jugadores grana entendieron el significado de un partido de lucha muy pronto, porque en el minuto seis ya había dos hombres del Nàstic en el suelo por golpes en la presión de jugadores del Tarazona. Este duelo se decidiría con errores o genialidades, y el Nàstic tuvo del segundo tipo en el minuto diez de partido. En la salida de un córner, Ander Gorostidi removió en la pelota a unos metros al vértice del área antes de decidirse a probar el chute directo. Era un tiro cerrado y venenoso que Diego Fuoli desvió en córner.
Esta fue la última ocasión del partido para el Nàstic, que vio cómo, poco a poco, el Tarazona imponía su músculo y empezaba a ganar las segundas jugadas. Cada pelota aérea o pasada perdida se convertía en una lucha que ganaba, normalmente, el conjunto aragonés. Los locales se acercaban al área y Agüero avisó con un remate que se marchó rozando el palo derecho de Dani Rebollo.
Como en cualquier guerra, el partido fue feo e insípido. Pronto, las aproximaciones se convirtieron en intercambios de pilotadas, un juego que sólo benefició en el Tarazona. De hecho, cada pelota parada era peligro directo para el Nàstic. El Tarazona no dudaba al centrar en el área y los grana tenían dificultades para rechazar las pelotas con contundencia.
Hacia el final del segundo tiempo, Antoñín tuvo la que podría haber sido la mejor ocasión grana. Óscar Sanz centró en el segundo palo y el delantero grana dudó si rematar o controlar la pelota y, al final, no hizo nada y el esférico se perdió por la línea de fondo. Con respecto al Tarazona, en este punto del partido, cada centrada tenía el suyo rematada, aunque ninguno fue entre los tres palos.
A la reanudación, el Nàstic sintió el peligro de bien cerca. Edward Cedeño aprovechó una segunda jugada desde la frontal del área para enviar un misil que chocó al palo derecho, para atravesar la línea de gol por detrás de Dani Rebollo y salir fuera. Acto seguido, una nueva centrada vino con un cabezazo de Pradera, de nuevo, en el palo. Por suerte, la jugada estaba invalidada. Este inicio de partido hizo encender las alarmas a Dani Vidal, que, rápidamente, introdujo altura con Unai Dufur para evitar sufrir.
El central tuvo su momento para brillar, porque un nuevo centro al área, que Dani Rebollo falló en la salida, Pradera remató la segunda jugada directa en el fondo de la red, pero Dufur bloqueó la trayectoria de la pelota.
El partido continuó de pelotazo en pelotazo con un Nàstic con dificultades para sacar el agua del barco y un Tarazona con más ímpetu que acierto. De hecho, si había un jugador local entre tres grana, este conseguía ganar la posesión, para perder la jugada poco después. Los grana se defendían con todo para evitar que las tímidas centradas del Tarazona hicieran trabajar a Rebollo y, poco a poco, el partido fue muriendo hasta llegar al noventa. Nàstic y Tarazona se repartieron un punto que no se merecía ninguno, pero que los sirve a los grana para volver a posiciones de play-off.