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La cara y la cruz del Nàstic en Ceuta: los grana ganan en capacidad de reacción y pierden en defensa

Los grana firmaron un buen empate en el primer asalto de una eliminatoria que se decidirá en el Nou Estadi

El delantero del Nàstic Pablo Fernández birlándole el esférico al extremo del Ceuta Cedric Teguía durante el partido del domingo.Ceuta

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El Nàstic salió más que vivo del estadio Alfonso Murube de Ceuta. Ander Gorostidi abrió camino en el minuto 91 de partido con un cabezazo que puso el 2-2 final, un resultado positivo para los grana. De esta manera, la eliminatoria se tendrá que resolver el domingo en el Nou Estadi. Si el Ceuta quiere clasificarse, no tiene otra opción que no sea ganar, porque el empate beneficiaría a los grana.

En la previa, Dani Vidal destacó que el estadio Alfonso Murube sería como ir a la guerra y, de hecho, así fue. Los grana no tuvieron una visita nada cómodo en Ceuta. Desde la ida, con vuelo y noche en Tánger, ni en la llegada, con una particular recibida de la afición local con los cánticos «viva España», ni tampoco sobre el césped.

El duelo tuvo la exigencia y la complejidad a la altura de un partido de play-off y el Ceuta demostró porqué es uno de los mejores locales de la categoría. El conjunto de José Juan Romero convirtió la mejor fortaleza del Nàstic en una debilidad. El Ceuta desmenuzó la capacidad defensiva grana, la mejor de la categoría, en un abrir y cerrar de ojos. En cuestión de diez minutos, el Nàstic ya había recibido un gol a través de Rodri Ríos, quien se ha convertido en la bestia negra de los tarraconenses.

El Ceuta desactivó al Nàstic en todos los estamentos defensivos. Salieron airosos de la presión grana con un juego asociativo y rápido al primer toque. Chrisantus Uche y Cristian Rodríguez superaron con facilidad a Óscar Sanz y Ander Gorostidi en la medular. Por otra parte, la velocidad de Aisar y Cedric hicieron sufrir de lo lindo a Joan Oriol y Pol Domingo. Además, Rodri Ríos fue uno de los únicos delanteros que consiguió encontrar una grieta entre Nacho y Trigueros.

De hecho, fue el error de Nacho el que facilitó el 2-1 de Ríos. Con todo, el Nàstic sufrió y fue superado en el primer tiempo, pero dio un paso adelante en el segundo tiempo y recuperó la solidez. El partido, en consecuencia, se calmó y el Nàstic dominó el ritmo. En este escenario, el Nàstic fue el amo y señor. De esta manera, Dani Vidal ya ha detectado que la tarea a mejorar en la vuelta será recuperar el espíritu defensivo.

Capacidad de reacción

El Nàstic sacó más notas positivas. Los grana recibieron un duro golpe pronto, en el minuto 8, y, en los diez minutos posteriores, recibieron el asedio de un Ceuta motivado. Sin embargo, los grana supieron aguantar los golpes y trabajar de lo lindo para cambiar el marcador. Finalmente, lo consiguieron a través de Alan Godoy. El rayo del Nàstic brilló como una estrella para marcar el 1-1 con una chilena, una maniobra apta para valientes y hábiles en un play-off de ascenso.

Cuando mejor estaba el Nàstic en el partido, recibió el 2-1 en una acción frágil en defensa, un error poco común esta temporada. Tocaba volver a empezar desde cero, y los grana lo volvieron a hacer. David Concha puso la magia desde la banda y, de la nada, Ander Gorostidi recorrió el camino del superhéroe: de ser superado en el centro del campo en la primera mitad, a ser dominador y marcar el 2-2 final.

De esta manera, el Nàstic igualó el marcador en dos ocasiones, una capacidad de reacción inédita esta temporada. Este fue el punto positivo que se extrajo de Ceuta. En anteriores partidos de esta temporada, los goles en contra habían hundido al Nàstic y, el domingo, los grana demostraron que son capaces de levantarse ante las adversidades. El Nàstic está listo para librar una nueva batalla contra el Ceuta. Esta vez será el infierno del Nou Estadi Costa Daurada el que dicte sentencia.

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