El fortín ya no es inexpugnable: el Nàstic ha ganado uno de los últimos cinco duelos en el Nou Estadi

El Nàstic sumó el domingo la segunda derrota del año en el Nou Estadi Costa Daurada. Los grana cayeron contra el Unionistas de Salamanca y, de esta manera, perdieron la condición de mejor local en favor del Barça Atlètic. Este dato anecdótico se traslada a una realidad que indica que los de Dani Vidal sólo han ganado un partido de los últimos cinco ante la afición grana.

Dicho de otra forma, ha sumado cinco de quince puntos posibles en casa. Concretamente, la última victoria en casa fue el 10 de febrero contra el Real Unión. El resto fueron los empates contra el Osasuna Promesas y el Deportivo de la Coruña, así como las derrotas contra el Teruel y el Unionistas de Salamanca.

En los cinco partidos el Nàstic no fue capaz de mantener la portería a cero y el juego no acompañó. El mejor entre los cinco fue el empate contra el Deportivo. En un Nou Estadi Costa Daurada pleno, el Nàstic cumplió a la perfección su papel como protagonista y anuló al conjunto gallego completamente. Con todo, aunque los grana merecieron más, el Deportivo salió vivo con un punto.

Este duelo fue mejor que el del Real Unión, en el que el Nàstic, a pesar de la victoria, sufrió de lo lindo después de que el conjunto vasco marcara el 2-1. Este guion fue casi calcado al duelo contra el Osasuna Promesas del 28 de enero, pero este acabó en empate a uno aunque podría haber sido el 1-2 con una jugada a bocajarro en el último minuto que no entró.

En las dos derrotas, el Nàsic mostró una peor cara. Contra el CD Teruel, los grana fueron completamente desactivados por unos aragoneses más enchufados. Estos aprovecharon el estado errático de la defensa del Nàstic para adelantarse en el marcador y, con el 0-2, el golpe emocional fue evidente y el juego del equipo se resintió para convertirse en el peor partido de la temporada en casa.

El domingo, contra el Unionistas, el conjunto visitante encontró otra herramienta para desactivar al equipo. Los de Dani Ponz prepararon una trampa en la que el conjunto de Dani Vidal cayó. Los salmantinos plantearon un juego de contacto con una agresividad muy alta. De hecho, desde el minuto seis ya empezaron a trastocar a Pablo Fernández con agarrones y golpes de codos.

Eso, sumado a un árbitro muy permisivo, comportó un Nàstic disperso que llegó con facilidad a campo rival, pero que falló en los últimos pases o con imprecisión en los centros. En esta serie de malos resultados en casa, Vidal señaló que «estamos dolidos porque la afición ha hecho un esfuerzo para venir a darnos apoyo a pesar de las horas, ahora toca repasar el partido y ver qué cosas se tienen que mejorar».

El siguiente partido en el Nou Estadi Costa Daurada será el domingo 7 de abril a las 16 horas contra el Fuenlabrada, el primer equipo que consiguió ganar al Nàstic este curso. De aquí a final de temporada, tienen que visitar Tarragona el Celta Fortuna, el SD Logroñés y el Rayo Majadahonda, tres equipos en situaciones completamente diferentes en la clasificación, pero que son un peligro por igual, porque, tal como dijo Dani Vidal: «Todo el mundo se juega mucho y todos los equipos van al límite, así que nos tenemos que ocupar de recuperarnos cuanto antes mejor. Estamos preparados para afrontar este último tramo de temporada».