Humillación total en el Nou Estadi Costa Daurada (0-4)

El Nàstic está en una situación de caída libre sin frenos. Los grana cayeron contra el Eldense en lo que ha sido una de las mayores humillaciones que se han visto en el Nou Estadi Costa Daurada. Los grana recibieron cuatro goles, pero por las ocasiones y por el juego rival, podría haber sido una paliza todavía mayor.

El partido empezó a favor del Nàstic. Los jugadores grana tenían el plan estudiado y se reflejó sobre el campo. La realidad fue que los grana dominaron y cuajaron unos grandes primeros minutos. El Eldense tenía el juego completamente bloqueado. El Nàstic presionaba la salida de la pelota rival y dominaba la posesión. Incluso, tuvo la primera con una gran jugada combinada entre todo el medio del campo. Los grana se pasaban la pelota en el primer toque y la pelota llegó a la izquierda. Nil, ayer de extremo, centró en el área y Guillermo la tuvo en dos tiempos. Aunque la jugada se invalidó por fuera de juego, los dos remados de Guillermo, solo ante el portero, los falló.

El control grana se mantuvo unos minutos más. El Eldense estaba aguantando como podía las ataques grana y aprovechaba para ganar terreno cada vez que el Nàstic levantaba el pie del acelerador. Después de unos quince minutos de ataque sin premio, el partido cambió de opinión. Pablo Fernández se lesionó y abandonó el terreno de juego mientras Aarón Rey se preparaba para salir al césped. El Nàstic se encontraba con un jugador menos, Rey tardaba más de la cuenta al prepararse y el Eldense aprovechó su momento. En un abrir y cerrar de ojos, establecieron el dominio del campo y marcaron el primer gol. Álex Martínez centró en el primer palo sin casi mirar a quien remataba. Manu Nieto se recorrió toda el área grana de punta a punta y remató ante la atenta mirada de Eric Montes Arce, ayer central.

El líder no necesitaba nada más. Un momento de desconexión fue suficiente para que el partido se transformara en una pesadilla. El empuje que había mostrado el equipo desapareció y, de nuevo, se empezó a disolver. Las piernas que al inicio impedían el Eldense jugar, ahora no tenían bastante para hacerlo. Las ganas de llevar la pelota al área rival, desaparecieron y ningún jugador fue lo bastante valiente para liderar ningún ataque. El Eldense, sin excederse, tuvo en sus botas el segundo gol con un rápido contraataque. El Nou Estadi Costa Daurada dijo basta y empezó a silbar a sus jugadores cada vez con más intensidad y, cuando llegó el descanso, esta melodía fue la que despidió a los jugadores.

La entrada al segundo tiempo no mejoró la situación, de hecho, la empeoró. El Eldense seguía dominando, en parte por su calidad como equipo, y también por la pasividad total grana. El segundo gol no tardó en llegar. Centro lateral del Eldense en el segundo palo, todos los defensores grana eran en el área, pero el único que tapaba aquella posición fue Guillermo. Nieto lo superó con facilidad y anotó su doblete. Después de eso, el partido fue en caída libre.

Si con el 0-1 el Nàstic había perdido la ambición del empate, con el segundo marcó la misma línea. El partido todavía podría ir a peor. El Eldense seguía presionando y Pedro del Campo vio la segunda amarilla y fue expulsado por una jugada fortuita. Con un hombre menos, la caída ganó velocidad. El Eldense utilizaba el Nàstic como títere. Los jugadores rivales empezaban a driblar la defensa grana como querían y se plantaban delante de Manu García como querían. Tantas veces lo intentaron que al final cayó el tercer gol. El Nou Estadi Costa Daurada se desesperaba cada vez más. Lo que se podía ver en el campo iba más allá del desastre y, para poner la guinda en el pastel, Carlos marcó todo un golazo por la escuadra para acabar de destrozar tanto en el equipo, a Iñaki Alonso y a todo nastiquer presente en el estadio.