Los delanteros del Nàstic despiertan el instinto goleador en el Nou Estadi Costa Daurada

Después de siete jornadas marcadas por la sequía goleadora de los delanteros del Nàstic, los puntas despertaron domingo su instinto goleador. La última diana fue de Pablo Fernández contra el Baleares el pasado mes de febrero y, contra el Castellón, aparecieron Becerra y Romera.

Esta amplia victoria lo necesitaba a todo el mundo. El equipo, para volver a las posiciones de play-off , los delanteros, para recuperar los ánimos y la confianza. El técnico, Raúl Agné, repetía como un mantra que lo único que le faltaba al Nàstic era mejorar los números ofensivos y el pasado domingo se consiguió.

Tanto Romera como Becerra marcaron unos goles típicos de delantero centro, una figura que se estaba oscureciendo en los últimos partidos del Nàstic. En el último partido volvieron las jugadas rápidas y verticales, el primero llegó con un control de Buyla en medio del campo, pasada en Bonilla y este, al primer toque, la centró en el área donde esperaba a solas Romera, que remató a placer con la cabeza, aunque no destaca por su envergadura. El delantero buscó el espacio y estuvo donde Bonilla lo necesitaba. El segundo fue calcado, Simón controló en medio del campo y le pasó la pelota a Albarrán, que se adentraba en campo contrario y volvió a elaborar los centros que tanto lo caracterizan. Romera volvía a estar en el punto ideal y, con dos remados, la pelota acabó dentro.

El gol de Becerra también fue oportunista, cuando se tira el penalti, los jugadores tienen que estar atentos al posible rebote. El delantero colombiano fue el más astuto de todos y estuvo allí para rematar a gol cuando el portero bloqueó la pena máxima. Eso es lo que se necesita de un delantero, quizás no se hace notar el resto del partido, pero tiene que estar en el momento ideal para marcar el gol.

De esta manera, el Nàstic completó dos partidos consecutivos marcando tres goles en el Nou Estadi Costa Daurada, pero en este segundo volvió el muro defensivo grana y el equipo mostró que también es capaz de ganar más allá del 1-0 y cerrarse a defender el resultado.

Con los dos goles del domingo, Dani Romera certifica tres dianas con la camiseta grana, las mismas que Pablo, Carbia y Edgar. El delantero andaluz necesitaba volver a enviar pelotas a la red y desde el equipo esperan que por fin se haya roto el hielo. Ahora toca sobrepasar la marca de los tres goles, un número que parece maldito entre los delanteros del Nàstic, ya que ninguno de ellos ha conseguido ninguno más.

El resultado lo agradeció más el club que los delanteros. El Nàstic es el equipo que menos goles ha marcado de entre los diez que se encuentran a una victoria de la zona de play-off . Ante una competición donde potencialmente habrá más de un equipo empatado en puntos por las dos posiciones de promoción, ampliar la diferencia de goles es tan crucial como mantener la portería a cero. La pólvora grana se volverá a poner a prueba el sábado contra el UCAM Murcia a domicilio.