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El Nàstic Genuine tampoco se detiene en verano

El club grana y BASF han colaborado para sacar adelante una iniciativa nacida de los voluntarios para hacer un campus «asequible»

Los integrantes del campus se fotografiaron ayer por la mañana con los jugadores y el cuerpo técnico del primer equipo tarraconense después de que estos finalizaran la sesión de entrenamiento.

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Nàstic y BASF se han vuelto a unir para crear otro proyecto innovador, el primer Campus Genuine, todo y que, el mérito es de Carlos Rovira, voluntario del Nàstic Genuine. Rovira vio que havia la necesidad de crear un campus asequible para los chicos y chicas que forman parte del Nàstic Genuine, ya que «la mayoría de ellos trabajan y estudian pero en verano no hacen nada», explica el impulsor.

«Había algún chico que participaba en algún otro campus u otros me comentaban que querrían apuntarse al Nàstic Camp, pero los precios de la mayoría de campus y casales son muy elevados», argumenta Rovira y añade que «primero hablé con el Nàstic para ver si nos podría ceder las instalaciones y no nos puso ningún inconveniente, pero el campus seguía saliendo bastante caro por los gastos que tenemos que cubrir». Es por eso que el siguiente paso, tal como detalla el organizador, fue contactar con BASF por si esta podía subvencionar el campus y, la colaboración ha hecho que los participantes puedan inscribirse de manera totalmente gratuita.

Eso también ha sido posible gracias, una vez más, a los voluntarios que, en realidad, han sido unos participantes más de esta estancia. La mayoría de ellos son amigos de Carlos Rovira, que no dudaron en apuntarse cuando recibieron la llamada, y el resto son voluntarios que ya participaban en el Nàstic Genuine.

Uno de los voluntarios es Adrià Josa que no se lo pensó dos veces cuando le propusieron ser monitor del campus. «Vi que era una oportunidad muy buena tanto para ellos como para nosotros y ha sido muy bonito», comparte Josa y añade que «no estaba con el Nàstic Genuine pero creo que me apuntaré este año porque la experiencia ha ido muy bien». En la misma línea se encuentra Guillem Amigó: «Pensé que una experiencia así en la vida puede ser muy gratificante». Amigó también confiesa que «al final no son tan diferentes y te das cuenta de que son mucho más agradecidos. Hacer deportes con ellos y participar activamente te hace pensar que tampoco lo tienen fácil pero dan al mejor de ellos».

Una camiseta especial

Como no podía ser de otra manera, los participantes y voluntarios del campus lucen una camiseta diseñada para la ocasión. La autora de esta ha sido Irene Sabás, una estudiante de diseño y voluntaria del campus. La camiseta, de color gris, tiene estampada una rosa de los vientos de color rojo con diferentes elementos simbolizando el Norte, el Este, el Oeste y el Sur. «Pensé un logotipo que sirviera para unir todo lo que hay en el campus y vimos que la solución era poner una rosa de los vientos» comenta Sabás que detalla «la 'N’ es la del Nàstic, la 'E’ la del Genuine, la 'S' de Summer –verano– y la ‘O’ es una pelota de fútbol».

Irene Sabás también es una de las voluntarias que decidió unirse por la llamada de Carlos Rovira. «Hace mucho tiempo que nos habla del equipo y como son y al final me dieron ganas de conocerlos» comenta risueña y añade que «he aprendido mucho de ellos y me llenan de felicidad».

Muchas disciplinas deportivas

El Campus Genuine empezó el lunes pasado y finaliza hoy, a pesar de que voluntarios y participantes les gustaría alargarlo una semana más, pero dado el poco tiempo lo ven complicado. Con todo, aseguran que el próximo año seguro que volverán a hacerlo.

En este campus que han realizado hasta hoy de 9 h. a 14 h. no hay faltado el fútbol, que lo han practicado casi cada mañana pero, además, se ha complementado con muchas otras disciplinas deportivas como el tenis, el tenis mesa|tabla, el baloncesto, el patinaje o la gimnasia rítmica y también han tenido tiempo para bañarse en la piscina e ir en la playa.

Dos de los participantes, Cristian Sayago y Héctor Martínez están muy contentos con esta semana que han pasado. «Yo no me esperaba que pudiéramos hacer una cosa así, iba a otros campus pero en ninguno me lo he pasado tan bien como aquí, manifiesta a Héctor Martínez. Por su parte, Cristian Sayago también está contento con cómo ha ido todo: «Hay mucho compañerismo, hemos hecho muchos deportes y los monitores se han portado muy bien». De hecho, una de las claves de este campus han sido que los voluntarios se han integrado siendo uno más y participando activamente en todas las actividades.

El campus, en el cual han participado 17 chicos y 16 monitores, finalizará hoy a las 14 h. con un baile, una fiesta que Cristian tiene ganas que llegue, siempre que «se haga un baile country». En definitiva, una nueva unión entre el Nàstic y BASF para seguir impulsando la inclusión social a través del deporte que ha hecho disfrutar a todos.

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