El futuro del CF Reus se decidirá, definitivamente, durante el día de hoy

La situación del CF Reus parece que empieza a aclararse después de medio año de incertidumbres, tropiezos y malas noticias en todo el entorno del club rojinegro. Durante el día de hoy se tendría que decidir, definitivamente, si el Reus sigue teniendo futuro o, si por el contrario, los 110 años de historia se acaban.

Todo dependerá de si el club reusense se acaba inscribiendo en Tercera División o no. La realidad es que el conjunto del Baix Camp lo tiene muy complicado por el hecho que no dispone ni de director deportivo, ni técnico y ni siquiera suficientes jugadores, ahora mismo sólo Raphael Guzzo tiene contrato en vigor. Por estos motivos pero, sobre todo, por la mala situación económica, todo hace indicar que el Reus no militará en Tercera División y, por lo tanto, la SAD se acabará disolviendo. Por lo tanto, sólo quedará una pequeña parte del CF Reus con vida, su plantel que está salvado por la Fundación Fútbol Base Reus.

La Federación Catalana de Fútbol (FCF) y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se reunieron ayer en Madrid para analizar la compleja situación del Reus y, en caso que este no juegue, concretar quién tendría que ocupar su plaza en Tercera División o si esta quedará desierta. Desde la FCF no descartan ninguna de las posibles opciones y comparten que «todo está en el aire ahora mismo».

El administrador concursal, David López, ha intentado por todas las vías que el club rojinegro continuara con vida pero conseguirlo era prácticamente imposible después de la nefasta gestión de Joan Oliver al frente y de la todavía peor tarea de un Clifton Onolfo que llegó prometiendo el oro a los aficionados y la ciudad pero que abandonó el barco cuando fue consciente de la realidad que rodeaba el club que decidió comprar por 3 euros.

La esperanza de David López

Cuando todo parecía perdido, David López llevó un poco de esperanza a la parroquia rojinegra consiguiendo inscribir el equipo en Segunda B a pesar de no disponer de personal suficiente para conseguir hacer rodar el club, pero todavía había margen de maniobra. Lo que faltaba era voluntad por parte del máximo accionista, Clifton Onolfo. El Reus fue incluido en el grupo tercero de Segunda B como el resto de equipos catalanes y el filial en el grupo quinto de Tercera. De hecho, los dos equipos tenían su calendario establecido pero el 17 de julio llegó la noticia que nadie deseaba pero todo el mundo esperaba: El Reus era expulsado de Segunda B por no presentar el aval que le exigía la federación.

El club rojinegro sí que tiene permitido competir en Tercera pero parece que tampoco lo hará, tal como se anunciará oficialmente durante el día de hoy. Esta situación hará que la entidad acabe desapareciendo de manera definitiva, ya que sin un primer equipo de fútbol no hay ningún club viable.