Drama total en Reus: algunos trabajadores llegan al límite y están de baja médica

Entre Joan Oliver i Clifton Onolfo han conseguido que algunos trabajadores del CF Reus Deportiu estén de baja médica. No pueden más, ya que la situación es límite, insostenible y no están capacitados (no por aptitud, sino por lo que están viviendo) para trabajar en plenas condiciones.

Según ha podido saber Diari Més, personal de oficinas y algunos técnicos no pueden continuar adelante y están de baja médica, con qué ya no pueden acudir al trabajo. Si la situación continúa igual, con Clifton Onolfo sin pagar las seis nóminas (siete en algunos casos) que debe, pueden ser más los que sientan que no pueden pisar el Estadi Municipal de Reus.

La sensación que Onolfo «todavía es mucho peor» que Joan Oliver es una sensación real entre los trabajadores y técnicos del Reus, ya que la diferencia que ven es clara. «Si Oliver hubiera podido pagar, posiblemente lo habría hecho», apuntan algunos trabajadores, los cuales añaden que «Onolfo, por el contrario, dice que ha venido cargado de dinero, pero no paga».

Este jueves, el nuevo propietario del Reus aseguró que no ha pagado todavía a los trabajadores y técnicos porque «hay problemas con el IBAN, que es diferente en los Estados Unidos y en España». El IBAN son dos letras y dos números que aparecen ante los números de cuenta y que agilizan las transferencias. Pocos traspasos de dinero tardan más de un mes en llegar a destino, por lo visto que, a partir de ahora, la excusa tendrá que ser otra.

Además, Onolfo detalló también el jueves 37 personas. Si contamos el filial, entre técnicos y jugadores habría entre 20 y 25 personas, con los que muchos trabajadores se quedarán sin cobrar. Esta situación todavía ha hecho crispar más al personal del Reus, el cual no entiende por qué está sucediendo todo eso cuando, con la llegada de los norteamericanos, parecía que todo se solucionaría.

El filial y el fútbol base

Según ha podido saber este diario, ninguna de las personas que están de baja médica pertenecen al filial o al fútbol base. La presión del Reus B hacia Onolfo es máxima y las acciones que emprenderán técnicos y jugadores si siguen sin cobrar son, a día de hoy, imprevisibles, aunque no descartan nada.

Ahora mismo, una de las grandes preocupaciones es saber cómo acabará la temporada, si es que puede hacerlo, el fútbol base reusense. Es la gran prioridad y ni niños, ni padres ni los que los siguen se merecen este infierno.