Abraham Minero: «Rivales como el Lorca no se juegan nada y acostumbran a ser peligrosos»

—Antes de todo, le tengo que preguntar por su estancia en Tarragona desde su llegada, este pasado verano. ¿Se encuentra a gusto?

—Bien, estoy bien. Ahora queda el mes más importante de todos, donde tenemos que dar continuidad a lo que hemos conseguido en estas últimas jornadas. Personalmente, estoy bien, como el equipo también lo está. A ver si podemos traer los tres puntos de Lorca, aunque esta categoría es tan igualada que será muy difícil conseguirlo. Estamos preparando muy bien las semanas, pero llevamos una línea de trabajo muy buena y creo que volveremos con un buen resultado de Lorca.

—¿Resulta decepcionante no haber aspirado por el ascenso esta temporada?

—Uno siempre aspira a más, no se conforma con el objetivo de la permanencia, pero ahora toca intentar luchar por la salvación. Tenemos que estar a la altura de las circunstancias e intentar solucionarlo lo antes bien posible. Es momento de estar juntos más que nunca.

—¿Se le está haciendo larga esta temporada?

—No. Es nuestra profesión, y a nosotros nos gusta entrenar. Sabemos que la Segunda A es larga y, cuanto antes consigas el objetivo, mucho mejor.

—Recuerdo un mediodía del verano pasado cuándo se anunció el fichaje de Abrahám Minero. Muchos, donde me incluyo, nos sorprendimos positivamente de que un jugador de su calidad viniera a Tarragona. Ahora bien, un tal Javi Jiménez, que viene del filial del Málaga, llega y le compite el sitio cada semana. ¿Se lo esperaba?

—Pienso que la competencia es buena para un equipo, ya que ayuda a que un jugador no se acabe relajando. El objetivo del equipo es ir creciendo.

—Quizás la del lateral izquierdo es la demarcación con más competencia en el equipo o, como mínimo, donde más cambios hay.

—Sí, pero nos gustaría que fuera a todas las posiciones. El grupo es el que sale más beneficiado.

—¿Qué destacaría de Abrahám Minero y de Javi Jiménez?

—Yo puedo aportar más experiencia y más tranquilidad, y él acaba de empezar y tiene mucha proyección. Esté quien esté en el campo, lo que importan son los resultados.

—¿A un jugador le cuesta asimilar que ha tenido tres entrenadores en una misma temporada?

—No es fácil adaptarse a tantas dificultades, pero estamos en un mundo donde sabemos que eso puede pasar. No es la primera vez ni será la última que le pasa a un jugador. Todo eso nos tiene que servir para aprender tanto a nivel de equipo como a nivel de gestión. Nuestra parcela consiste en hacer el trabajo en el campo, y nada más.

—Si el equipo se salva esta temporada, ¿cree que hay algun aspecto en la cual pueda mejorar la próxima campaña?

—Lo que tenemos que mejorar está en el hecho de llegar lo mejor posible al próximo partido. No tenemos que mirar más allá de esta temporada, que es muy importante. Por eso, tenemos que estar muy concentrados. Lo importante es el partido del domingo, contra un rival que está en una zona delicada. Estos rivales que ya no se juegan nada, acostumbran a ser peligrosos. Además, hay enfrentamientos directos que pueden ayudar.

—Tiene pinta ser peligroso acabar la temporada jugando contra Lorca y Sevilla Atlético, como harán ustedes.

—Sí. Pueden ser, incluso, mucho más peligrosos, porque ya lo han hecho todo esta temporada. Los jugadores quieren divertirse mucho más, y nos puede jugar en contra.

—¿Firma salvarse en la última jornada?

—Espero que no sea así. Si supiera a ciencia cierta que pasa y que nos salvamos, me lo pensaría, pero no tenemos que pensar en eso ahora mismo.

—¿Entiende que la afición haya venido poco al campo y, que cuando lo ha hecho, se haya quejado del juego del equipo?

—Claro está. Sobre todo en casa, no han salido las cosas como nos hubiera gustado. Ahora bien, creo que todo el mundo tiene que estar en las malas y en las buenas.

—¿Cuál ha sido el peor momento de esta temporada para Abrahám?

—Lógicamente, los peores momentos para un futbolista son siempre cuando está lesionado y no puede participar. Es feo, desagradable. También en partidos que hemos podido salir adelante en casa, y que hemos perdido.

—¿Qué le ha pasado en la barbilla?

—Esta mañana he tenido un choque con un compañero y me han tenido que poner tres puntos, los que quiero sumar a Lorca.