Álvaro decanta la balanza

Álvaro Vázquez decidió la victoria para el Nàstic a falta de dos minutos para acabar el enfrentamiento. El delantero fue el autor de un gol que da más de tres puntos al Nàstic. Le da estabilidad, seguridad, firmeza y, sobre todo, una distancia de seis puntos sobre la zona de descenso contra el Valladolid de un Luis César que, nuevamente, cayó contra su exequipo.

Después de la goleada contra el Lugo de la semana pasada, lo más normal era no ver cambios a la alineación, exceptuando el de Tete Morente, que era obligado, ya que el de la Línea de la Concepción estaba sancionado por acumulación de amonestaciones. Tenía dos opciones Nano Rivas. Apostar por un extremo nato para sustituirlo, como Dumitru Cardoso u Omar Perdomo, o bien buscar menos verticalidad y más control con Juan Muñiz. Por este último motivo y, posiblemente, ayudado por el golazo que le marcó en el Lugo, finalmente fue el asturiano el futbolista escogido.

El resto, todo igual. Pleguezuelo sigue sin recuperarse de sus molestias, y eso llevó a repetir la pareja de centrales con Xavi a Molina y Arzo. Javi Jiménez y Kakabadze ocuparon los laterales. Por delante, Fali y Tejera, Mesa en la media punta y, arriba, Álvaro. Nuevo partido con Barreiro en el banquillo, y nueva jornada, la segunda consecutiva, con Ike Uche sin entrar a la convocatoria.

El inicio de los tarraconenses fue de los mejores que se recuerdan durante la temporada. La presión asfixiante en la cual la línea de medias puntas y Álvaro sometían a la defensa rival motivaba pérdidas de pelota de los futbolistas del Valladolid en lugares en los cuales los locales podían robar para hacer mucho daño. Un Jean Luc más que enchufado, actuando por la izquierda, servía para que los Muñiz i Mesa buscaran triangular con Tejera para intentar que Álvaro encontrara los espacios de la forma más clara posible. Esta fue una de las claves|llaves, ya que Álvaro se podía centrar en la par de arriba, arrastrando con él siempre a dos futbolistas y dejando a algún jugador del Nàstic siempre libre de marca.

Fali, muy cómodo en el campo y casi siempre victorioso en los choques|shocks con los centrocampistas rivales, forzó una falta a los diez minutos de juego que casi acaba en gol del Nàstic. Estaba a unos diez metros, o un poco más, de la frontal castellana. Allí, Muñiz siempre sabe qué hacer, y no fue una excepción. Centró hacia Molina, que, desde el segundo palo, la puso al centro viendo la llegada desde de atrás de Álvaro Vázquez. El punta no llegó a conectar ya que, si lo hubiera hecho, el marcador se habría movido. Pero no lo hizo. Ni tampoco dos minutos después, cuando|cuándo Kakabadze, en un córner ensayado, disparó muy cerca de la escuadra izquierda de la portería de Masip. Ni tampoco en el 14’, con un chute del mismo Álvaro, que acabó en córner. Pero el Nàstic no paraba la máquina, y ya se había convertido en el dominador absoluto del juego.

De portero a delantero

Álvaro todavía tuvo una mucho más clara antes de llegar al descanso. Fue una acción calcada en la de la diana de Maikel Mesa contra el Lugo, con la diferencia que en esta ocasión el punta del Nàstic no tenía ningún acompañante. Rasgo|Tiro muy largo de Dimitrievski hacia el mismo Álvaro quien|quién, a pesar de tener la oposición de tres futbolistas, lo consigue ganar y se planta delante de Masip. El rasgo|tiro, en el minuto 33, acabó a manos del meta. El acoso del Nàstic hizo un paréntesis que duró los últimos diez minutos del primer acto. El Valladolid, con más oxígeno, ya que no había atacado nada durante el resto del partido, buscó la portería de Dimitrievski, pero el entramado defensivo del Nàstic fue impecable.

Barreiro

El partido empezaba a pedir la entrada de un Manu Barreiro que, seguramente, pensaba que en el campo podía hacer mucho más trabajo que sentado. Antes de su ingreso en el campo, sin embargo, sucedieron muchas cosas. Como por ejemplo, un gol cantado que falló Muñiz a quien, solo, a portería vacía, disparó tarde y le dio tiempo a llegar a Luismi, para desviar en córner. Pero todavía más clara fue la siguiente ocasión, en el 52,’ dos minutos después de que el anterior. Jean Luc entra por banda|lado derecha, y centra en el corazóndel área, donde Álvaro, Muy forzado, remata sin impactar bien con la esférica. Había dos compañeros más en el segundo palo, pero el jugador cedido por el Espanyol seguramente no los vio.

Ahora sí, entraba Barreiro en el campo, en sustitución de un Maikel Mesa que estuvo más bien discreto. Pero el Valladolid ya llevaba algunos minutos amenazando la portería de un Dimitrievski que no lo tuvo claro cuándo, en el 64’, Gianniotas remató muy cerca del travesaño. Era de esperar que un equipo de la talla del Valladolid despertara y que, en algún momento del duelo, llevara la iniciativa. Estuvo en este segundo tercio de partido cuando cambió la cosa, y el Nàstic fue el que esperó detrás a la busca de contraataques que le dieran los tres puntos.

El empate parecía el resultado finalizaría el enfrentamiento con que. Las idas y vueltas de los dos conjuntos eran constantes, pero no parecía que el electrónico se tuviera que mover. Y es en este momento cuando salen los grandes futbolistas, los que deciden partidos, los que dan permanencias y ascensos. Álvaro Vázquez recibió una buena pasada de Javi Jiménez y, después de controlarla, disparó, blando, pero ajustado.

1-0 y todo era diferente a Tarragona. Este gol, que significaba el segundo triunfo de forma consecutiva, también quería decir más cosas, como por ejemplo, que el equipo tarraconense se alejaba a seis puntos del descenso, que la comunión con la afición ya era total, y que el Nàstic ya puede empezar a respirar mucho más tranquilo. Por este motivo, Dimitrievski no podía permitir que Mata, aunque se le plantara a solas en el 91, marcara. El macedonio se puso la capa de superhéroe, una vez más, y le ganó el uno contra uno para acabar de redondear la victoria.

FICHA TÉCNICA

Nàstic. Dimitrievski, Kakabadze, Xavi Molina, César Arzo, Javi Jiménez, Fali, Sergio Tejera, Juan Muñiz (Omar Perdomo, 81), Maikel Mesa (Manu Barreiro, 65), Jean Luc y Álvaro Vázquez (Gaztañaga, 90').

Valladolid. Masip, Antoñito, Javi Moyano, Calero, Nacho, Luismi (Toni Martínez, 87'), Borja (Aunar, 79), Ontiveros (Gianniotas, 64), Míchel, Óscar Plano y Mata.

Goles. 1-0, Álvaro Vázquez (88).

Árbitro. Dámaso Arcediano Monescillo (castellano-leonés). Mostró la tarjeta amarilla en los locales Fali, César Arzo, Xavi Molina y Sergio Tejera; y a los visitantes Antoñito, Luismi, Ontiveros, Gianniotas y Míchel.

Incidencias. El Nuevo Estadio acogió a 6.307 espectadores.