¿Cómo llegan Reus y Nàstic al derbi?

Es cierto que todavía es demasiado pronto para valorar dos equipos como CF Reus y Gimnàstic de Tarragona, ya que acaban de empezar la temporada. Pero también lo es que los comienzos de temporada son vitales para conocer por dónde irán los tiros en cada conjunto. Si no, que lo expliquen al Nàstic, que la pasada campaña estuvo a punto de bajar por culpa de un nefasto inicio de campaña.

Los caprichos del sorteo del calendario de la categoría de plata dejaron un Reus-Nàstic en la segunda jornada, un duelo que se tendrá que analizar, tanto después de disputarse como en la previa. Y en la previa, aunque es complicado hacer encara una valoración, lo que si está claro es que un equipo lleva un punto sumado (Reus) y, el otro, todavía no ha estrenado su casillero (Nàstic).

Las sensaciones de uno y otro equipo son muy diferentes. El Nàstic, que había conseguido redondear una gran pretemporada, siempre hablando de resultados, no fue capaz de derrotar en una Almería que no presentó mucha oposición y que únicamente se limitó a aprovecharse del mal planteamiento de los tarraconenses y del equivocado posicionamiento de algunos futbolistas durante gran tramo del enfrentamiento.

Incluso, se escuchó, a pesar de que tímidos, algunos silbidos a lo largo del enfrentamiento. La afición del Nàstic no pasará ni una, ya que no está dispuesta a repetir la pesadilla de la temporada pasada, cuando casi pierde la categoría profesional. Por lo tanto, la victoria por el Nàstic se presenta más que obligada. No ganar significaría acumular dos jornadas sin hacerlo, delante de un calendario temible, donde el sábado siguiente el Sporting de Gijón visita el Nou Estadi y seis días más tarde el Gimnàstic tiene que jugar a Ramón de Carranza contra el Cádiz.

Anímicamente, el equipo que entrena a Lluís Carreras llega bien al duelo porque, a pesar de la derrota del domingo, la sensación entre la plantilla es que hubo posibilidades de ganar, con ocasiones muy claras de gol. Un doble de Tejera y Maikel Mesa y una última en el descuento de lo mismo Rebrota, pero que se acabó estrellando en la madera.

En Reus, las sensaciones son completamente diferentes. El equipo rojinegro llega al duelo con la moral muy alta. Empezar el campeonato fuera de casa y hacerlo sumando, aunque sea un punto, es un gran refuerzo para un equipo que ha cambiado prácticamente toda su columna vertebral y que cuenta con uno novel en el banquillo, un Aritz López Garai que ha demostrado que tiene las cosas muy claras y que su Reus dará mucha guerra.

Defensivamente, el conjunto de la capital del Baix Camp estuvo impecable a Ángel Carro. Con un entramado defensivo prácticamente imposible de superar, los reusenses fueron capaces de conseguir que Edgar Badia fuera prácticamente un espectador más en tierras gallegas. No hubo ningún miedo y, además, en muchas compasas del partido, el Reus fue superior.

Ahora bien, en esto del fútbol 1+1 casi nunca son dos. El Nàstic acabaría alejando a todos los fantasmas si gana en Reus, y el equipo local no quedaría muy bien parado con una derrota en terreno propio. Todo puede pasar en cualquier partido de fútbol y, sobre todo, todavía más en un derbi, donde los favoritismos desaparecen por completo. A partir de las ocho y media de la noche, cuando suene el silbato, todo puede pasar. Ninguno de los dos tiene más opciones que el otro de ganar, y el empate también es posible, aunque ninguno de los dos lo firma.