Cultura
El año decisivo y visceral de Queralt Osorio
El artista ha ganado el Premio Centcelles de Pintura de Constantí mientras su obra es expuesta en Corea

Queralt Osorio, el jueves pasado, en su taller.
El pasado sábado 15 de noviembre la pintora y escultora Queralt Osorio (Reus, 1978) recibía el galardón que lo acreditaba como ganadora del 2.º Premio Villa de Centcelles de Pintura de Constantí. Tal como explicó ella misma, su obra ganadora, Llum de Centcelles, hacía protagonista la luz que se filtra por el espacio interior del conjunto romano «construyendo la memoria del lugar y recreando la sensación de una arquitectura antigua que respira y vibra».
Este premio le llega mientras su proyecto pictórico Desire, está recorriendo museos y galerías de Corea. Esta exposición individual e itinerante es fruto de haber recibido, el pasado mes de octubre, el Premio a Mejor artista del 11.º Festival de Arte Internacional de Geoje, organizado por el Haegeumgan Theme Museum y el Museo de Arte de Yukyung de Corea del Sur. Esta no es la primera vez que el país reconoce la obra de Osorio: el año pasado el mismo festival le entregó el Premio a la excelencia. «Es uno de los festivales mayores que hay en la actualidad, con cerca de 400 participantes provenientes de más de 60 países», explica.
«Tengo la sensación que este es el año de mi vida», afirma la Queralt. Establecida en Cambrils desde hace ya unos años, decidió apostar por el arte de manera definitiva y exclusiva hace sólo un par de años. «Me quedé en paro y decidí que era un buen momento para acabar los estudios de grado superior en la Escuela de Arte y Diseño de Tarragona que había empezado años atrás». De esta decisión, Osorio salió con el título y una nota de 10 en el Trabajo de Fin de Grado. «Descubrí que las cosas se tienen que hacer cuando es su momento», afirma. Aún así, la relación de la Queralt con el arte no es fruto de un impulso: en la adolescencia ya encontró en el arte una forma de expresión, especialmente a través de la pintura y la escultura. Más adelante, los viajes a África, Oriente Medio y la India acabarían inspirando las primeras obras.
Con el paso del tiempo la obra de la Queralt ha ganado una madurez que le sirve para expresar «sensaciones, soledad, fragilidad... En definitiva, la esencia de todos nuestros sentimientos». Osorio habla, sobre todo, a través del cuerpo desnudo, predominantemente femenino, que le sirve para transitar desde aquello más íntimo a aquello que es más universal. Y en este camino ha encontrado en la obra de gran formato al aliado perfecto. «Normalmente, empiezo con un poco de carboncillo para marcar algunas líneas, pero muchas veces voy directamente a la mancha y después trabajo con grafito con acuarela», detalla.
Colaboradora habitual en proyectos solidarios relacionados con el arte, la Queralt también ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas por ciudades y países como Londres o Francia, además de ilustrar libros. En la actualidad está trabajando en el proyecto Adan i Eva, fugida del paradís, que expondrá próximamente. También está preparando la exposición individual Dotze que presentará en enero en el Espacio Mil Nou de Reus y que profundiza en el concepto de la paz, pero en relación con el propio cuerpo. «Son las obras con las que me presenté al Trabajo de Fin de Grado, piezas de grandes dimensiones que pinté al suelo, porque eso se me permitía utilizar mucha agua y trabajar con mi propio cuerpo, dejando mi huella».
«Pienso que estoy en un momento artístico en elque estoy sacandoeol más salvaje que tengo dentro, lo más visceral», concluye.