Sociedad
Construirán dos módulos más en la cárcel de Mas d'Enric para afrontar el aumento de reclusos
Les prisiones incorporarán inhibidores de móviles, escáneres corporales y tecnología antidrones

Imagen de archivo del centro penitenciario de Mas d'Enric.
El Departamento de Justicia prevé construir dos módulos nuevos con 256 plazas para internos en la prisión de Mas d'Enric, en el Catllar, para afrontar el crecimiento "exponencial" de la población penitenciaria en Cataluña. Según el calendario previsto por el Departamento, los dos módulos se empezarían a construir a partir del próximo año de manera que las plazas estén disponibles en el 2028. Es uno de los puntos que prevé el Plan Integral de legislatura de Justicia en el ámbito penitenciario. El plan también prevé que todas las prisiones del territorio incorporen en los próximos dos años inhibidores de teléfonos móviles, escáneres corporales y tecnología antidrones. Segons ha explicado al conseller de Justicia, Ramon Espadaler en una atención a medios, el incremento de la actividad policial redunda en un aumento de la población penitenciaria de forma "sostenida". A junio de 2025 la previsión era de 8.769 personas y a 30 de septiembre ya se ha llegado a 9.098 personas. "Ahora no estamos saturados, pero si se mantuviera esta tendencia podríamos llegar a un espacio de saturación", ha indicado.
El déficit de capacidad de los centros penitenciarios es en hombres adultos y régimen ordinario. Eso hace que sea "necesario", ha dicho el conseller, aumentar la capacidad penitenciaria. Por eso se prevé construir dos módulos en Mas d'Enric que incrementarían la capacidad con 256 plazas nuevas y que evitaría llegar a una situación de saturación de internos en las prisiones. El hecho de que se escoja este centro penitenciario, ha matizado, tiene que ver con el hecho que dentro mismo del perímetro de la prisión hay espacio y capacidad para construir. Concretamente, estos dos módulos nuevos -con capacidad para 128 internos cada uno- se construirían con método industrializado, hecho que permite reducir plazos, y se ubicarían donde ahora hay un espacio en desuso, un campo de fútbol.
Por otra parte, Justicia continúa con el avance de otras actuaciones ya explicadas como es la construcción del Centro penitenciario abierto de Barcelona a la Zona Franca, que prevé poner en funcionamiento en el 2026, o el Centro Penitenciario de Mujeres en Barcelona, también en Zona Franca, con la previsión de inicio de redacción del proyecto en enero del año próximo.
Inhibidores de móviles, escáneres corporales y tecnología antidrones
Por otra parte, Justicia busca pasar de una seguridad física "perimetral" a una de más "integral". Eso, en la práctica, se traducirá en inhibidores de teléfonos móviles, escáneres corporales y tecnología para detectar drones que puedan tener como objetivo introducir droga o las prisiones, por ejemplo. Durante la actual legislatura se llegará a todos los centros.
"La telefonía móvil, no autorizada dentro de un centro penitenciario, distorsiona gravemente la convivencia y permite, muchas veces, seguir delinquiendo", ha comentado. Actualmente, los móviles están prohibidos en las prisiones, ya que los internos tienen otros mecanismos para mantener la comunicación con sus familias, como es el programa 'Viu en Digital'. Sin embargo, los internos encuentran maneras de hacerse con un móvil. En el 2024, por ejemplo, se intervinieron 106 en Brians 2 y 217 en Quatre Camins.
Por otra parte, también se quieren introducir escáneres corporales para evitar precisamente el acceso de telefonía móvil no permitida o el acceso de sustancias estupefacientes a los centros. Actualmente, se trabaja con cacheos manuales y se quiere poder hacer detecciones más precisas de los objetos que puede llevar una persona a través de los escáneres tecnológicos.
Un tercer elemento que se quiere incorporar a todos los centros para mejorar la seguridad es disponer de medidas para evitar la entrada de drones, que o bien podrían dejar objetos, o bien podrían hacer fotografías o filmaciones que "no son pertinentes ni aceptables en un perímetro penitenciario". Espadaler ha admitido que es un reto "creciente" y, de hecho, Brians ya cuenta con esta tecnología, por ejemplo. La inversión total para implementar las mejoras en seguridad tecnológica (escáners, inhibidores de móvil, y detectores de drones) es de 7,3 millones de euros.
Centro de formación en Cuatro Caminos
El conseller ha explicado que el Plan Integral también quiere responder a la demanda de más formación inicial y continuada para el personal penitenciario. Con este objetivo, ha detallado, se quiere construir el espacio de la unidad de formación práctica penitenciaria en Cuatro Caminos. Concretamente, se haría en el espacio del recinto del antiguo módulo semiabierto, pendiente de derribo, con espacios como un área docente y de formación teórica con una docena de aulas de formación y un área de formación práctica donde simular situaciones prácticas. La construcción del centro de formación penitenciaria supondrá un coste de 12,6 millones de euros.
Agresiones en las prisiones
Preguntado por las agresiones en las prisiones, Espadaler ha afirmado que les "preocupa" y ha añadido que todas las actuaciones que recoge el plan van en la línea de dar respuestas "con mayor seguridad". "Ahora estamos bajando, pero no somos a las cifras que querríamos", ha dicho. Sea como sea, ha concluido que todos los recursos que se pondrán en marcha -de formación, tecnología, nuevos módulos, etc- persiguen también la reducción de las agresiones y el incremento de los servidores públicos. "Es una mirada integral", ha sentenciado. De hecho, ha apuntado que el plan busca más seguridad y mejor convivencia.