Municipal
Altafulla solicita al Estado la concesión del paseo de Botigues de Mar
El Ayuntamiento quiere acelerar las tareas de mantenimiento de la vía, que es de dominio público maritimoterrestre

El paseo de Botigues de Mar de Altafulla ha sufrido varios desperfectos en temporales excepcionales durante la última década.
El Ayuntamiento de Altafulla ha solicitado al estado Español la concesión de ocupación y aprovechamiento del dominio público maritimoterrestre del paseo de Botigues de Mar. Fuentes del ente municipal aseguran que el motivo de esta petición es el hecho de conseguir una aceleración de las tareas de mantenimiento de la vía. En la situación actual, el Ayuntamiento tiene que pedir unos permisos que, con los trámites y las complicaciones que pueden comportar, pueden alargar los procesos de mantenimiento.
La superficie del paseo marítimo solicitada es de 5.577,35 metros cuadrados y la correspondiente a los accesos a la playa, de 472,80 metros cuadrados. Además, la calle cuenta con siete terrazas, los únicos espacios de la vía que disponen de actividad comercial. El resto de instalaciones son de uso público.
En referencia a estas terrazas, desde el Ayuntamiento de Altafulla dejan claro que la solicitud de concesión del paseo de Botigues no comportará, en ningún caso, afectaciones hacia sus negocios. Además, hay que destacar que la concesión sólo permitiría al ente municipal no tener que pedir permisos por tareas de mantenimiento. En caso de obras mayores, el Ayuntamiento tendría que seguir los mismos procedimientos que actualmente.
El paseo fue construido por la Generalitat de Catalunya, pero pasó a ser de dominio público maritimoterrestre y de gestión estatal. Tal como se ejemplariza en el proyecto para la concesión redactado por el ingeniero Javier Blanch, en los últimos 25 años, «el paseo ha sufrido varios desperfectos en temporales excepcionales, entre ellos el de 2013, el de abril de 2022 y el de octubre de 2023. Entre el Servicio provincial de Costas del Estado de Tarragona y medios propios del Ayuntamiento se han ido reparando estos desperfectos por temporales».
Más allá de estas reparaciones, en el último siglo se han llevado a cabo diferentes actuaciones que quedan plasmadas en el mismo proyecto. Es el caso de la redacción del proyecto de defensa ante la tendencia regresiva de la playa de Altafulla del año 1965 con un muro de hormigón o el de las obras «de una estructura de muro sobre el rompeolas y un pavimento de piedra natural y guijarros sobre una base de hormigón en masa» ejecutadas en 1995. Las de aquel año fueron las últimas modificaciones importantes que sufrió el paseo. Así pues, desde 1995 el paseo marítimo mantiene la misma configuración.