Libros
Recordando a los campesinos que hicieron historia
Este martes se presentará en el Morell el libro ‘Pagesos actius al Morell, la Pobla de Mafumet i Vilallonga del Camp’

Una de las fotos que se recogen, donde se ve un grupo de campesinos que participaban en los cursos del Servicio de Extensión Agraria
El año 1964 se abrió a Reus una agencia del Servicio de Extensión Agraria (SEA). Esta oficina tenía por misión ofrecer apoyo y asesoramiento a la población rural del Baix Camp y parte del Tarragonés y del Priorat. El SEA era un servicio autónomo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que copiaba al modelo californiano de los Estados Unidos, y que surgió fruto de los acuerdos de España con los EE.UU. en 1953.
Joan Gamundi Vilà (Tortosa, 1939) era ingeniero técnico agrícola, y el año 1965 se incorporó a la oficina de Reus del SEA. A partir de aquel momento participó en cursos, charlas, demostraciones, visitas a fincas y consultas en todo el territorio de alcance de la agencia, pero de una manera muy especial en el Morell, la Pobla de Mafumet, Vilallonga del Camp y Constantí.
Gamundi también es autor de varios libros, el más reciente de los cuales es Pagesos actius al Morell, la Pobla de Mafumet i Vilallonga del Camp. De l’expansió del presseguer i l’avellaner fins a l’actualitat. (Cossetània ed.), publicado este mismo verano. «En este libro explico, sobre todo, como era la agricultura en estos pueblos justo antes de llegar las petroquímicas», afirma.
Uno de los primeros cursos que se hicieron, recuerda, fue de poda de los melocotoneros: Les prácticas de poda las hicimos en la granja Roca Soldevila, en la carretera de Reus en Constantí. Allí, los especialistas que vinieron de Lleida explicaron a los campesinos que no tenían que cortar toda la rama, porque justo al final hay una gema que favorece el crecimiento de los frutos».
Otro gran problema que se trató, explica a Joan, era el derivado de la venta de los melocotones: «Llegaban los compradores, pero no los pagaban los melocotones que compraban porque decían que les vendían a resultados. Eso quiere decir que, cuando volvían, los decían: los he vendido a tanto».
A los cursos, explica al libro, siempre iba mucha gente: «Sobre todo en los de poda, donde había muchas discusiones». También por la noche, cuando se hacían las charlas para los campesinos. Joan también recuerda como, a resultados de la llegada de las grandes empresas químicas, se apostó por el cultivo de los avellanos: «Antes, el Francolí era bonito, con el paisaje de los melocotoneros. Con la industria prácticamente desapareció a pesar de los campesinos se quedaron en el campo sólo a tiempo parcial, por eso se apostó por los avellanos, que daban menos trabajo».
Su libro también recoge aquellos años de transición, pero también documenta con nombres y fotografías a todas las personas que fueron protagonistas de aquellos episodios de nuestra historia agrícola.
El autor presentará Pagesos actius al Morell, la Pobla de Mafumet i Vilallonga del Camp este próximo martes, a las 19 h, en el Ayuntamiento del Morell.