Diari Més

Altafulla

El MNAT termina la restauración del 'Sostre de les Estacions' de la Vila Romana dels Munts

La pieza será una de las obras estrella del renovado Museo Arqueológico Tárraco

Imagen del 'Sostre de les Estacions', en los Servicios Centrales del MNAT, en el tramo final de su restauración.

Imagen del 'Sostre de les Estacions', en los Servicios Centrales del MNAT, en el tramo final de su restauración.ACN

Publicado por

Creado:

Actualizado:

En:

El Sostre de les Estacions de la Vila Romana dels Munts de Altafulla es una pieza «única en la península Ibérica» por sus características. Se trata del techo de una habitación del semisótano de esta antigua villa del entorno de Tárraco, con pinturas en el fresco sobre mortero y un relieve de una importante calidad artística. Cuando la casa colapsó, el techo quedó entero mirando al suelo y se conserva casi íntegramente, un hecho extraordinario teniendo en cuenta que han pasado cerca de 2.000 años. Ahora se están terminando los trabajos de restauración y si bien se fragmentó en unas 3.000 piezas, se ha podido recuperar un 90%. Esta pieza será una de las estrellas del nuevo Museo Arqueológico Tárraco, que reabrirá al público a finales del 2026.

Treinta años después de su descubrimiento en unas excavaciones en 1996, se exhibirá públicamente por primera vez en el renovado museo de la plaza del Rei. «El techo realmente es muy interesante por la complejidad en el artesonat, por los niveles que la forman. A nivel decorativo está presidido por cuatro representaciones de las estaciones del año y flanqueadas por Ménades», unas figuras femeninas vinculadas a las bacanales de Baco, explica Josep Anton Remolà, conservador de investigación y colecciones del Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (MNAT).

Se trata de una obra de cinco metros de longitud por tres de anchura. Quince metros cuadrados que tienen tres franjas horizontales que, en su interior y a un nivel inferior, generan dos calles, a su vez divididos en seis artesones -tres en cada una de las dos calles. Los cuatro artesones de las esquinas tienen forma octogonal y acogen representaciones figurativas de las cuatro estaciones del año. En los dos del medio, en forma de cuadrado girado, está donde hay las Ménades. Para Remolà, es «formidable por la complejidad de la elaboración del techo en esta serie de artesones». La temática, el paso del tiempo, «es un tópico muy habitual en las villas romanas», detalla.

Sin embargo, en el momento que el techo hizo su función decorativa, «debió ser casi imposible contemplar su dimensión real». Hay que tener en cuenta que la estancia estaba en el semisótano, que era la « cimentación de la planta principal que estaba encima y, por lo tanto, tenía las mínimas aperturas posibles». «Por la tarde debia entrar un poco el sol, pero sino la habitación se iluminaba con candelabros, lámparas o algún otro utensilio para dar luz,» concluye Remolà. Además, la estancia hacía unos cuatro metros de altura, por lo que todavía tenía que ser más difícil que se vieran las figuras.

Las investigaciones arqueológicas han permitido determinar que aquella habitación tuvo diferentes funciones mientras la Vila dels Munts estuvo operativa. «En un primer momento estaba destinada a invitados de segundo orden. Es el semisótano, a las personas de prestigio se las alojaba en la planta principal», relata Remolàó. Más adelante, en la última etapa de vida de la casa hacia mediados del siglo III «probablemente fue una habitación para esclavos, de domésticos de la casa ligados al servicio» de la vivienda. Que a día de hoy esté tan bien conservado, para Remolà «no es habitual» y ha sido así «por azares de la historia».

Trabajo largo

La obra se encuentra actualmente en los servicios centrales del MNAT, donde se está concluyendo la restauración. Quedan tan sólo los acabados en la presentación y prepararlo para el traslado a su nuevo hogar. Haber conseguido la imagen actual, recompuesta, con los volúmenes recuperados y «una apariencia a nivel de colores de una calidad increíble es fruto de un proceso muy largo y de un trabajo complejo», asegura la directora del MNAT, Mònica Borrell. Después de la excavación han intervenido arqueólogos, historiadores, restauradores y el equipo del museo «para plantear una intervención global».

«La primera fase es hacer el puzzle, entender la estructura del techo. La otra es recomponer la volumetría porque no es plano. Y hecho eso hay otro frente, que es la limpieza y restauración, porque los fragmentos salen sucios y estropeados», explica Borrell. Si bien han podido reconstruir el 90% del techo, «hay huecos» y hace falta «buscar como unirlos, restituirlos y decidir cómo se presenta», añade la directora.

Finalmente, la presentación pensando en la ubicación definitiva. En este caso, la segunda planta del museo. «Es un espacio dedicado a las villas de los alrededores de Tàrraco y específicamente a la de los Munts, porque es una villa vinculada a la historia y al poder de Tárraco como capital romana», indica Borrell. Esta no será la única pieza de los Munts que el público podrá contemplar por primera vez, ya que también se expondrá una pintura de una cisterna, que se añadirán a otros elementos que «remitirán a la suntuosidad» de una villa de la que todavía no se sabe a ciencia cierta qué función tenía en relación a la capital.

Con todo, para Borrell el Sostre de les Estacions «es equiparable» al Mosaic dels Peixos, una de las piezas más icónicas de la colección del MNAT, «por su calidad artística y su valor arqueológico, documental y simbólico». Pero sobre todo por la dificultad que supone encontrar unos restos de estas dimensiones y características «fuera de los entornos de Nápoles y Pompeya». «El hecho de haberse conservado ya es excepcional», finaliza.

tracking