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Sospechas en el Priorat de fraude por la escasa recaudación de la tasa turística

Cornudella de Montsant, con unos 50 apartamentos y otros establecimientos, no llega a ingresar ni 6.000 euros

Imagen de Siurana.

Imagen de Siurana.Wikipedia

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La proliferación de pisos turísticos en el Priorat y el incremento de visitantes de los últimos años no se está traduciendo en un aumento de recaudación de la tasa turística. De hecho, en algunos municipios, es al contrario. Cornudella de Montsant, de 1.000 habitantes, tiene una cincuentena de apartamentos turísticos con licencia y establecimientos hoteleros, pero la recaudación el año pasado no llegó a los 6.000 euros, la cantidad mínima que fija el Gobierno para que sean los mismos ayuntamientos los que gestionen el impuesto. Al no llegar, es el Consell Comarcal quien la recibe. Y al ente, los números entre plazas, visitantes y recaudación en diferentes pueblos no les cuadran. La principal hipótesis es que hay propietarios que no declaran pernoctaciones y así no pagan la tasa.

Con 1.000 habitantes, Cornudella de Montsant es el municipio del Priorat con más oferta de apartamentos turísticos. Suma una cincuentena con licencia, pero desde el ayuntamiento tienen claro que la cifra es superior porque hay ilegales. Aparte, también hay un camping y dos hoteles pequeños. Sin embargo, en 2024 el pueblo recaudó únicamente 5.912 euros, cosa que ha provocado que el ayuntamiento no reciba el dinero directamente, sino que van a parar al Consell Comarcal del Priorat, que aglutina todas las de los pueblos que no llegan al tope para, consensuadamente, destinarlos a alguna acción común.

Así, en 2024 los ingresos por la tasa turística fueron los más bajos de los últimos años, a pesar del aumento de licencias de alojamientos y el incremento generalizado del turismo después de la pandemia. En 2023 la recaudación fue de 6.417,20 euros y el pico estuvo un año antes, en 2022, con 9.170,50 euros, según los datos publicados por el Departament d'Empresa i Treball.

La alcaldesa de la localidad, Meritxell Cardona, destaca a ACN la importancia que tiene para el consistorio poder tener los ingresos de la tasa turística. «Son un dinero que necesitamos para gestionar los residuos, para hacer políticas de agua y para ver los servicios que tenemos que prestar a la población flotante», explica. La alcaldesa también lamenta que sin la gestión de la tasa, no pueden controlar con precisión qué pasa en el municipio porque no reciben los datos de cuántas pernoctaciones declara cada establecimiento.

Al encontrarse sin la gestión y ante la sorpresa por la escasa recaudación, se empezaron a hacer inspecciones. «Ya ha habido multas e informaciones de irregularidades que se puedan estar cometiendo», afirma Cardona. Sin embargo, cree que la administración no está poniendo el foco allí donde realmente está el problema. «Se hace mucha presión sobre las viviendas que ya tienen licencia pero que pueden tener alguna irregularidad; pero creemos que donde se tiene que actuar más es sobre los que son absolutamente ilegales», señala. Y argumenta: están haciendo una competencia desleal a los negocios que están dados de alta y que están intentando hacer bien las cosas. Hay que han perdido un 30% de negocio. Eso no es justo».

La alcaldesa valora que las inspecciones y sanciones también tienen otra consecuencia positiva, ya que cree que quién tenga un piso sin licencia y lo tenga que regularizar, «le supondrá un trabajo extra» en forma de controles y declaraciones de pernoctaciones «que quizás no le interesará desarrollar». Para Cardona, si acaban desistiendo de llevar a cabo la actividad, «puede ser que aflore vivienda habitual, que es muy importante para acabar teniendo un parque de alquiler y de vivienda que esté a la altura de las necesidades». «Calculamos que hoy Cornudella tendría 200 habitantes más si tuviera vivienda disponible», asegura la alcaldesa, ya que de demanda para vivir en el pueblo asegura que hay.

Por otra parte, la representante municipal lamenta que últimamente «ha venido mucha gente extranjera que ha comprado casas y se ha puesto a alquilar irregularment».«Eso no nos encaja porque no deja réditos al municipio; tenemos que poder poner medidas, ordenanzas y limitaciones», indica. Por eso, defiende que el consistorio apuesta «por un modelo de éxito» donde «las viviendas turísticas sean un complemento de la economía local basada en la agricultura».

Recaudación que no encaja

En la comarca hay registrados actualmente 329 establecimientos turísticos, sumando hoteles, campings, casas rurales y apartamentos, tal como se apunta al registro público de la Generalitat. Cornudella de Montsant no es el único municipio del Priorat donde la escasa recaudación de la tasa turística hace bailar la cabeza a los técnicos y responsables municipales, teniendo en cuenta el número de alojamientos y los visitantes que hay en los pueblos.

Según los datos publicados por el Departament d'Empresa del Impuesto sobre las Estancias en Establecimientos Turísticos (IEET), el municipio del Priorat con una recaudación más alta en 2024 fue la Morera de Montsant, con unos ingresos de 28.872 euros. A pesar de tener únicamente unos 150 habitantes, tiene una decena de pisos turísticos, además de un hotel de cinco estrellas que hace que las cifras se disparen. Hay que recordar que la tasa en estos establecimientos de lujo es de tres euros por persona y noche, mientras que en apartamentos turísticos es de un euro por huésped y día.

En cambio, en Torroja del Priorat, donde también hay otro hotel de cinco estrellas desde mediados del 2023 -además de otro de menor categoría, cinco casas rurales y siete pisos turísticos-, el año pasado tan sólo obtuvieron 845 euros. Una cantidad menor que la del 2023, que fue de 1.439 euros.

Uno de los casos más llamtivos por su tendencia recaudatoria descendente es Gratallops. En este pueblo ahora hay unos 250 habitantes y tienen siete hoteles, once pisos turísticos y una casa rural. En 2024 la recaudación por la tasa turística fue de 2.568 euros; por debajo de los 3.544 euros del 2023 y todavía menos que los 5.491 del 2022. De hecho, la cifra del año pasado tan sólo fue 105 euros más alta que la del 2020, cuando a pesar de la pandemia, los confinamientos y las limitaciones de movilidad y al turismo se ingresaron 2.463 euros.

Finalmente, dos casos más. En Ulldemolins, entre una veintena de apartamentos, un hotel y un camping, el año pasado generaron 2.500 euros de tasa turística. Una cifra inferior a la de los años anteriores, cuando había menos pisos registrados. En 2023 ingresaron 2.562 euros y en el 2022, 3.017 euros. Y en Poboleda actualmente hay dieciséis apartamentos turísticos, una casa de turismo rural, dos hoteles y un camping. Con todo, en el 2024 generaron 924 euros de tasa turística; bastante por encima de los 424 euros del 2023 pero por debajo de los 1.061 del año 2022.

Inspecciones y licencias

Marc Llurba, técnico de desarrollo local del Consell Comarcal del Priorat, detalla a ACN que de los 349 establecimientos que hay en la comarca, unas 240 son viviendas turísticas con licencia. En 2022 detectaron una trigésima ilegales, una cifra que en los últimos años asegura que ha bajado. Desde el ente enviaron un informe a los Servicios Territoriales del Departament d'Empresa, que tiene una red de inspectores que se encargan de vigilar que los pisos turísticos tengan licencia. «En aquel momento se pusieron sanciones y eso hizo que muchos de los apartamentos se regularizaran», razona el técnico.

Fuentes del Departamento explican que estos inspectores principalmente hacen su tarea de forma telemática. Rastrean las plataformas y con una herramienta tecnológica «peinan» la zona a analizar, y así detectan si hay viviendas no registradas. Esta herramienta también está a disposición de los municipios y ya hay unos 40 que la utilizan por toda Cataluña.

En caso de que se encuentren irregularidades, los inspectores inician investigaciones más exhaustivas e incluso pueden contar con la colaboración de los Mossos d'Esquadra, que tienen agentes dedicados a tratar este tipo de infracciones administrativas. En el Priorat ya han hecho intervenciones. Paralelamente, desde el Departamento recuerdan que son los ayuntamientos los que dan de alta los pisos, antes de que se inscriban en la Agencia Catalana de Turismo. En este sentido, remarcan que si los consistorios detectan alguna anomalía en algún apartamento, se pueden dirigir a los Servicios Territoriales, ya que los pueblos pequeños no disponen de inspectores.

Sin embargo, Llurba expone que actualmente no todos los municipios pueden tramitar permisos. «A finales de 2023 la Generalitat modificó la ley y decretó que las 162 poblaciones que ya tenían una ratio de más de 5 viviendas turísticas por cada 100 habitantes no podían dar nuevas licencias», indica. De estos 162, seis están en el Priorat, subraya Llurba.

No obstante, esta moratoria, de rebote, ha provocado que en otros pueblos próximos las peticiones de licencias hayan subido. Ulldemolins, por ejemplo, en menos de dos años ha sumado siete apartamentos más. «En un municipio de 400 habitantes eso se nota mucho», reflexiona al técnico. Este fenómeno de dispersión de la oferta ha hecho que en estos pueblos «al volver a hacer los cálculos, ya están por encima de la ratio», pero como no están incluidos en la lista de la Generalitat, «no están limitados».

Los hoteleros, en contra de los pisos ilegales

La Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de Tarragona (FEHT) se muestra contraria a la proliferación de pisos turísticos sin licencia. El portavoz de la entidad, Xavier Guardià, explica que están «en contra de todo el qué es ilegal». «Entre otras cosas porque no asegura la calidad de la instalación ni del servicio», manifiesta.

En su opinión estos alojamientos no están en concordancia con el tipo de oferta que hay en la demarcación, ya que «la flota hotelera es espectacular». «La mayoría de los hoteles son de cuatro estrellas, los campings son los mejores de Europa y los apartamentos se han renovado y cada vez tienen mejores instalaciones. No puede ser que tengamos eso en primera división y después, pisos ilegales». Asimismo, alerta de que estas camas sin licencia son las que acaban generando más quejas a los visitantes, hecho que genera mala imagen en la destinación.

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