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Judicial

Juzgan al exjefe de la policía de Montblanc por favorecer a su pareja en unas oposiciones en 2011

La fiscalía pide siete años y medio de prisión para el mando y una multa para la mujer

Primer día de juicio al exjefe de la policía local de Montblanc y a su expareja en la Audiencia de Tarragona.

Primer día de juicio al exjefe de la policía local de Montblanc y a su expareja en la Audiencia de Tarragona.ACN

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Cuatro testigos han asegurado que hubo irregularidades en el concurso de oposiciones a dos plazas de agente de la policía local de Montblanc que se convocó en el 2011. Los hechos se han empezado a juzgar este lunes en la Audiencia de Tarragona. El exjefe del cuerpo y una de las candidatas, que mantenían una relación sentimental en aquel momento, son los acusados. 

La fiscalía pide siete años y medio de prisión y una multa para el primero y únicamente una multa para la segunda, que a pesar de haber obtenido la plaza acabó renunciando. El mando policial habría alterado la fecha de compulsa de un permiso de conducir del aspirante para que la admitieran en el concurso y posteriormente habría maniobrado para aprobarle las pruebas físicas y culturales.

El primero de los testigos que ha declarado ha sido el exalcalde de Montblanc, Pep Andreu, que ha asegurado que «había irregularidades día sí, día no» en el proceso. Andreu ha explicado que le explicaron que uno de los permisos de conducir que era imprescindible para optar en la plaza había sido compulsado por el ayuntamiento con una fecha anterior a la que había sido expedido por las autoridades.

Un extremo que posteriormente ha confirmado el exsecretario municipal, que es quien revisó la documentación. «A raíz de esta incongruencia vi que la compulsa llevaba una rúbrica diferente a la de las otras compulsas» de otros candidatos al concurso y que «a las otras instancias había dos o tres grapas y en esta sólo había una», ha manifestado el funcionario. Andreu denunció la situación a los Mossos d'Esquadra. «Se me sentía mucho desamparado por como estaba la situación a la policía local», ha manifestado al exalcalde.

Entre los aspirantes también hubo sospechas de irregularidades. Dos de las opositoras que ya eran interinas al cuerpo policial han explicado que los sorprendió que de entrada uno de los mandos les presentara a la acusada. Además, también los extrañó que la mujer hiciera la prueba teórica, ya que daban por hecho que habría haber sido eliminada del proceso a las pruebas físicas porque se lesionó durante uno de los ejercicios y no las pudo completar. Un hecho que, según han dicho, en las bases era motivo de exclusión.

El hecho de que las alertó definitivamente fue que después de la prueba teórica fueron todas a un bar. Al salir, la acusada se dejó una carpeta, con el nombre de la jefe de la policía. «Encontramos un examen hecho, con el sello del ayuntamiento, todo escrito y con crucecitas. Nos quedamos muertas», ha apuntado a una de ellas. El hecho de que estuviera el sello les pareció especialmente significativo, para que un examen sellado no hubiera tenido que salir de la sala donde se hacían las pruebas.

Esta información la trasladaron a lo que entonces era el sargento. «Me pidió hablar en un lugar privado y me llevó dentro de un coche patrulla. Me explicó que yo no había superado el examen tipo test y que él me había tenido que añadir algunas crucecitas para aprobar; y que era mejor tenerlo en secreto porque sino eso me podría perjudicar», ha relatado una de ellas. Posteriormente, el jefe de la policía local la llevó a su despacho y le intentó coaccionar, recordándole que «era interina y que no tenía plaza fija». A raíz de eso inició acciones legales.

Exsargento, como testigo

También ha declarado como testigo al que en aquellos momentos era el sargento del cuerpo policial y mano derecha del cap. Tal como han apuntado diferentes declarantes, el hombre había mantenido una relación sentimental con la acusada, que se habría producido después de los hechos. Con todo, el exsargento ha asegurado que no recordaba nada de todo el procedimiento. Ni si él era miembro del tribunal, ni quien había, ni si supervisó las pruebas físicas, ni tampoco si había hablado con las otras opositoras dentro del coche de policía. Ni siquiera si la que después fue su pareja aprobó los exámenes. Durante la declaración el juez le ha llamado la atención y le ha recordado la obligación legal que tenía de decir la verdad.

Este martes está previsto que el juicio quede visto para sentencia después de las declaraciones de más testigos y de las de los acusados.

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