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Energía

El Ayuntamiento de Vandellòs se muestra a favor de alargar la vida útil de las centrales nucleares

El Congreso aprobó una proposición no de ley y crecen las voces que defienden la medida

Imagen de Vandellòs II.

Imagen de Vandellòs II.

Álvaro Rodríguez

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El Congreso de los Diputados aprobó este miércoles una proposición no de ley para instar al Gobierno a alargar la vida útil de las centrales nucleares. La propuesta fue formulada por el PP y contó con el apoyo de Vox y UPN, las abstenciones de Junts y ERC permitieron que prosperas.

Esta medida, que no es vinculante, quiere dar respuesta al cierre previsto por estas industrias, el cual está programado de manera escalonada entre el 2027 y el 2035. Con respecto a las centrales catalanas, las dos de Ascó serían clausuradas en 2032 y la situada en Vandellòs i l'Hospitalet de l'Infant llegaría a su final en 2035.

La proposición ha sido bien recibida por el Ayuntamiento de Vandellòs, ya que su alcaldesa, Asunción Castellví, se muestra «a favor» de alargar esta industria y considera que el plan es «viable». La alcaldesa que el municipio «ha trabajado intensamente para un futuro postnuclear», pero considera que están «lejos de poder dejar de depender completamente». Concretamente, Asunción señala que esta industria genera alrededor de 4.000 puestos de trabajo directos e indirectos, así como un 30% del presupuesto municipal a través de los impuestos.

El edil especifica que el municipio no se sitúa «en contra de la energía renovable», pero considera que la transición «tiene que ir acompañada del vector nuclear». En este sentido, Asunción asegura que «hoy por hoy no hay ninguna alternativa» y critica que los fondos de transición nuclear están siendo «lentos e insuficientes» para trazar una sucesión.

Pedir una alternativa

Desde el grupo parlamentario de ERC en el Congreso han pedido una comparecencia al Gobierno español para que «dé explicaciones sobre la estrategia para hacer efectivo el cierre de las centrales nucleares de Ascó y Vandellòs». Jordi Salvador, diputado tarraconense de Esquerra, asegura que su abstención buscaba «manifestar la hipocresía del Gobierno» por no haber trazado un plan alternativo a la extinción de las nucleares.

El diputado afianza que su partido está «a favor» del cierre nuclear, pero critica que actualmente no hay «plan b» y el desmantelamiento llevaría a la desaparición de puestos de trabajo e industria que no se centrarán. Salvador critica que la administración española no se haya hecho cargo de una «transición limpia» y una correcta gestión de residuos.

Por su parte, desde Junts señala a la Generalitat por «haber dificultado la implantación de renovables» en los últimos años. Josep Cruset, diputado juntaire por Tarragona, considera que «hace falta un debate urgente sobre cómo evitar tener que importar energía de otras zonas o países». El diputado remarca que esta importación implicaría un aumento de precio en la energía eléctrica y «un daño enorme en la economía familiar y el sistema productivo del país».

Desde Junts consideran que este debate tiene que ir más allá de la proposición no de ley presentada por los populares y apuntan que hacen falta «instrumentos legislativos» que garanticen la energía eléctrica «suficiente y a un precio competitivo».

Finalmente, desde el PP de Tarragona denuncian que el ejecutivo estatal «está poniendo en riesgo el futuro de Tarragona» con el cierre nuclear. La diputada Elisa Vedrina manifiesta que «no se puede proteger el territorio a medias tintas ni con cálculos políticos» y defiende que su partido es «el único que defiende alargar la vida de las nucleares».

El ejemplo de Alemania

La energía nuclear producida en Ascó y Vandellòs representa un 59% de la que consume Cataluña, mientras que el conjunto de las renovables no llega al 20%. El objetivo de la Generalitat es multiplicar por tres este segundo vector antes de 2030, pero eso dependerá del despliegue de plantas energéticas.

La alcaldesa de Vandellòs i l'Hospitalet de l'Infant indica que la actual situación nos puede acercar en un escenario «similar al vivido en Alemania», donde el desmantelamiento de las nucleares los ha obligado a volver a apostar por la energía térmica, un vector que emite CO₂ en el aire. Esta situación es compartida por Jordi Salvador, quien indica que ha sido uno de los motivos que explican la recesión que atraviesa el país germánico.

Los ingenieros alertan de la dependencia de las nucleares

El Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña ha pedido prorrogar la apertura de las centrales nucleares hasta más allá del 2035 y acelerar el despliegue urgente de las renovables. En un informe, avisan que con el cierre de las tres nucleares catalanas -Ascó en 2030, Ascó II en 2032 y Vandellós II en 2035- no hay garantías que la energía (más del 50% del consumo) ni la potencia firme (35% del total necesario) que dejan de aportar al sistema puedan ser sustituidas por otros sistemas ni por los ciclos combinados de gas natural. 

«Cataluña se enfrenta a una reducción significativa de la potencia disponible debido al cierre de centrales nucleares y una implementación débil de renovables», señalan. Por eso, el Colegio considera «crucial» acelerar el desarrollo de proyectos renovables y tecnologías de almacenaje y reforzar la infraestructura eléctrica ante la «reducción significativa» causada por el cierre de las nucleares. 

En este sentido, afirma que las renovables «no garantizan una disponibilidad operativa equivalente a la nuclear» y eso hace que haya que buscar alternativas como el almacenaje o la generación fósil. Además, recuerdan que en cinco años hay que multiplicar por 20 la capacidad instalada de renovables para cumplir con los objetivos de descarbonización.

El documento, que lleva por título ‘Reflexión sobre el sector eléctrico’ señala que las centrales nucleares de Cataluña aportaron el 35,5% de la potencia firme de generación y cerca del 40% de la demanda de potencia durante el 2020 e insisten en que hoy por hoy representan un «componente fundamental» para el suministro del sistema eléctrico catalán.
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