TRADICIÓN
La Neulada de Valls cumple cinco años desde su recuperación
La guarnición, documentada hasta el siglo XIX, vuelve a lucir en Sant Joan durante todo el Ciclo de Navidad

La Neulada cuelga delante el altar mayor de la iglesia de Sant Joan de Valls.
Esta Navidad, la ciudad de Valls celebra el quinto aniversario de la recuperación de la Neulada en la iglesia de Sant Joan, una guarnición navideña tradicional que la Unió Anelles de la Flama volvió a impulsar el año 2020 con el apoyo de la Parroquia de Sant Joan. Desde entonces, la Neulada se ha consolidado como un elemento destacado del folclore vallense y se mantiene instalada durante todo el Ciclo de Navidad, desde la nochebuena, el 24 de diciembre, hasta la festividad de la Virgen de la Candela, el 2 de febrero.
Las neulas son una expresión de cultura popular ampliamente documentada entre los siglos XIV y XIX por todos los Países Catalanes, y todavía hoy muy viva en Mallorca. En Valls, esta guarnición era conocida como «la Neulada» y se tiene constancia hasta mediados del siglo XIX. En los últimos años, la tradición se ha recuperado en varios puntos del país, como la catedral de Barcelona, la basílica de Santa Maria del Pi, la catedral de Girona o iglesias de municipios como Centelles, Igualada o Cardona. La Neulada de Valls es, sin embargo, la única de este estilo en la demarcación de Tarragona.
Las neulas son hojas delgadas y circulares que reproducen cenefas y motivos geométricos, navideños o escenas bíblicas. Originalmente hechas con pasta de harina, posteriormente se sustituyeron por neulas de papel. Muchas de ellas son auténticas obras de arte popular, con un alto nivel de detalle y ejecución. Cada neula forma parte de una guirnalda unida con hilos, que tradicionalmente se colgaba en altares, lámparas y espacios destacados de las iglesias.
La Neulada vallense cuelga delante del retablo del altar mayor y consta de ocho hilados de más de 25 metros de altura, formados por neulas blancos lisos y de otros que reproducen el rosetón de Sant Joan. Como a tiro singular, cada nueve nuelas blancas aparece una azul con el anagrama de la Virgen de la Candela, en referencia a las Fiestas Decenales de Valls.
Antiguamente, las neulas tenían una función simbólica y didáctica, ya que se elevaban progresivamente para marcar la cuenta atrás hasta Navidad. Con el tiempo, esta simbología se ha perdido y hoy predomina el criterio ornamental. En Valls, la Neulada hace también de telón de fondo del Canto de la Sibila, reforzando su valor patrimonial y cultural.
La recuperación de la Neulada ha permitido devolver a Valls un elemento identitario de gran valor simbólico, que enriquece la Navidad con memoria, belleza y tradición. Es una propuesta que conecta pasado y presente, pone en valor el patrimonio inmaterial y refuerza el vínculo entre cultura, comunidad y espacio litúrgico, consolidándose como una aportación cultural singular y querida.