Patrimonio
La Diputació de Tarragona consolida los restos del Castillo de Querol
El edificio ha recibido 145.000 euros en diez años para conservar y recuperar partes como la sala noble o las bóvedas de la bodega

La presidenta de la Diputació y la alcaldesa de Querol visitando el castillo.
El Castillo de Querol tiene futuro. Este emblemático recinto patrimonial, originario del siglo X y catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), ha sido objeto de diferentes obras de mejora que han estabilizado muros y bóvedas y han incidido en otras partes que presentaban riesgo.
Estas actuaciones forman parte del proyecto de consolidación de este edificio histórico, al cual la Diputació de Tarragona ha destinado más de 145.000 euros desde 2015 hasta la actualidad, mediante diferentes fases y proyectos.
La presidenta de la Diputació, Noemí Llauradó, inauguró ayer las últimas obras, junto con la alcaldesa de Querol, Roser Burzón, y el resto del consistorio de este municipio del Alt Camp. El acto reunió vecinas y vecinos, que han podido ver in situ las diferentes mejoras, que aparte de estabilizar y consolidar el castillo han servido para recuperar el pavimento de la sala noble.
Al mismo tiempo, se han protegido las bóvedas que cubren la bodega, la única sala con techo que se conserva en el castillo y que estaba afectada por filtraciones que podían haber causado el colapso de la estructura.
«En la Diputació de Tarragona estamos firmemente comprometidos con el patrimonio histórico y cultural de nuestros pueblos y ciudades, y nuestra contribución con el castillo de Querol es un ejemplo claro», indica Noemí Llauradó. La presidenta defiende que esta mejora «es una buena oportunidad para reflexionar sobre la importancia del patrimonio histórico como hilo conductor de nuestra identidad colectiva».
El Castillo de Querol se construyó entre los siglos X y XI como fortificación de frontera dentro de la Marca Hispánica, en la parte más alta del actual núcleo de Querol. Perteneció a la familia de los Cervelló, y desde el s. XIV centraba la jurisdicción señorial de la baronía de Querol. En 1835, durante la primera guerra carlista, fue derribado por una partida de liberales. El conjunto conserva elementos interesantes como los restos de torres, ventanas, matacanes y varios arcos.