Meteorología
Incendios de sexta generación, inundaciones y ES-Alert; fenómenos extremos de este 2025
La nueva realidad de los catalanes serán los fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes debido al cambio climático

Vecinos sacando barro de una vivienda a Godall.
Fuegos de sexta generación en Lleida, inundaciones en las Terres de l'Ebre y el oído cada vez más acostumbrado al ES-Alert; es la nueva realidad de los catalanes en un 2025 pleno de fenómenos meteorológicos extremos como consecuencia del cambio climático.
El Mediterráneo es la zona del planeta que más rápido se calienta, a la vez que acumula inclemencias aparentemente contradictorias: sufre duras sequías, pero también es escenario de lluvias torrenciales.
Este 2025, acabaron todas las restricciones por sequía: fue en abril cuando el Gobierno levantó las limitaciones al consumo de agua en el sistema Ter Llobregat, que abastece 202 municipios del área metropolitana de Barcelona y Gerona, después de ni menos ni más que 56 meses (4 años y medio).
Los catalanes han pasado de tener olvidado el paraguas en el armario a volver a introducirlo en su vida cotidiana, ya que ha llovido este año, y a veces con ganas.
Al final del 2025, las reservas de las cuencas internas están por encima del 70% de capacidad y seguirá creciendo: en primavera llegarán a los pantanos las capas de nieve que ahora cubren las montañas del Pirineo.
Dana
Después de los trágicos sucesos de Valencia del 29 de octubre de 2024, la dana se ha convertido en una palabra conocida y temida por los catalanes, sobre todo los de Terres de l'Ebre.
La zona del sur de Cataluña ha sido la más castigada por estas borrascas con intensas lluvias; la más destacada fue la pasada 12 octubre, cuando una dana provocó 18 heridos, cortes en siete carreteras y una línea de tren, y un paisaje devastado de calles enfangadas y coches arrastrados por el chubasco.
El temporal dejó acumulaciones récords de lluvia, como los 280 litros por metro cuadrado (l/m²) registrados en Mas de Barberans (Montsià), y dio otros pueblos como Ràpita, Santa Bàrbara o Godall.
Fue uno de los momentos de este 2025 en que los habitantes de las Terres de l'Ebre sintieron este silbido agudo en los móviles del ES-Alert, que avisaba de la necesidad de no desplazarse y quedarse en zonas elevadas.
Protección Civil ha hecho uso este año del ES-Alert para alertar delante fenómenos meteorológicos potencialmente peligrosos en varios puntos de Cataluña.
Después, no siempre se han cumplido los pronósticos, cosa que ha abierto debates sobre la conveniencia de afinar bien la situación en que se tiene que enviar la alerta, para que la ciudadanía no se acostumbre y le quite importancia.
En verano, el problema fue de nuevo el calor, ya que Cataluña vivió 101 de los 870 episodios de nivel 3 por elevadas temperaturas (alto riesgo por calor extremo), cosa que supone el 11,% del total de los casos registrados en España.
Como consecuencia del calor, la campaña forestal fue muy complicada y se saldó con tres muertos en los dos grandes fuegos de julio en Paüls (Baix Ebre) y Torrefeta i Florejacs (Segarra), y con un balance de 338 incendios forestales, con 8.615 hectáreas afectadas, de ellos el 16% intencionados y el 26% por negligencias.
Incendio de sexta generación
El más duro fue el de Torrefeta i Florejacs, en la comarca de la Segarra, que fue un incendio de sexta generación, que se caracteriza por ser extremadamente voraz y avanzar con una propagación muy rápida.
El incendio se propagó con velocidades punta de 28 kilómetros por hora, a causa del estado del combustible, muy seco, con abundancia de campos de cereales, y generó la formación de un pirocúmulo -nubes de fuego- propiciado por la inestabilidad atmosférica.
Este gran incendio puso de nuevo sobre la mesa la necesidad de gestionar mejor el territorio para que sea más resiliente a la hora de afrontar estos fenómenos extremos.