Especialista en control de la avispa|vespa asiática
Sociedad
Rubén Alcázar: «Es imposible erradicar la avispa asiática, pero sí disminuirla»
El especialista en control de la avispa asiática detalla los peligros del insecto invasor en la demarcación, destacando la falta de información sobre la problemática y advirtiendo sobre las futuras afectaciones para las empresas y las administraciones

Rubén Alcázar, experto en control de plagas e impulsor de la asociación Molí del Fort.
¿Cuáles son los peligros de la avispa asiática que crece en la demarcación?
«El principal peligro ante las personas son las picaduras y causar choques anafilácticos, como dicen los titulares, hay personas que mueren por muchas picaduras. Pero también hacia la biodiversidad. Es un problema espectacular para los
+, porque colapsa colmenas en montañas (sic), depreda los polinizadores y comporta repercusiones muy grandes. Si no hay polinizadores, la producción de fruta y comida baja en picado. No aporta nada positivo en ningún ámbito, especialmente en el sector primario».
Ahora se encuentran nidos en todas partes, pero¿cómo son?
El ciclo de vida de la avispa reina, inicia en esta época, entre el otoño y el invierno. Los nidos se hacen grandes y crecen más reinas, y cuando llega el frío, hibernan. Durante la primavera, las reinas solas empiezan a construir otros nidos embrionarios, con sus primeros sequitos de obreras. Después viene el nido primario y, en verano, es cuando nacen los nidos secundarios, los mayores. En invierno, cuando parece que están vacíos, representan un peligro, porque están cargados de larvas, necesitan mucha comida y saldrán muchísimas reinas el verano siguiente».
¿Por qué son más peligrosas que las autóctonas?
«El veneno es el mismo, la diferencia es que, como es una avispa tan grande, inyecta mucho más veneno. Que te inyecten veneno tres o cuatro velutinas (avispas asiáticas), puede representar 20 o 30 picaduras de una autóctona. Es muy superior. Las avispas normales y las colmenas no generan daños, no atacan tan agresivamente, sino que conviven con las otras abejas, hay una convivencia y un equilibrio. La avispa asiática lo desequilibra todo, decapitan las avispas normales y se comen el abdomen para obtener proteína. Entonces, si tenemos 3.000 larvas, necesitan comida diario y cuando detectan estas fuentes de proteína, no paran hasta que la finalizan y la colapsan. Un solo nido de avispa asiática puede depredar miles de abejas y todos los insectos polinizadores en la naturaleza».
¿Si no las tocas, son un peligro?
«La avispa asiática tiene un sistema de defensa que, cuando se toca un nido, vigilan y marcan con unas hormonas para indicar a todo el resto quién es el peligro. Puedes correr, pero será un ataque masivo de avispas. El peligro es que te marquen. Te pueden picar una o dos, y si eres una persona sana no te pasará nada, una inflamación y picor, pero para una persona mayor, alérgica o un niño, puede ser muy peligroso y letal. Sólo un 3% de la población sabe que es alérgica, este es el peligro. La recomendación es avisar a los ayuntamientos o a los profesionales, para que puedan orientarte sobre cómo actuar».
¿El Camp de Tarragona tiene alguna cosa especial para la avispa y su expansión?
«Está por toda Cataluña y ya se está haciendo con toda la península. En Tarragona está colonizando espacios donde no había. Dispone de todo el territorio porque no tiene competencia, hacen nidos muy grandes con muchas avispas y eso hace que exista una alarma porque se dejan ver mucho. Dos o tres años después, cuando ya se han instalado, las avispas ya empiezan a competir por el territorio y tienen cierto equilibrio y los nidos no son tan grandes porque ya no son de reinas madre. Cuanto más tiempo pasa, más competitivas son y más comida necesitan, las avispas de diferentes nidos pueden colapsar un solo nido de abejas compitiendo entre ellas. Los nidos aquí pasan a ser más pequeños, pero igual de perjudiciales. La llegada de la avispa a un nuevo territorio es muy explosiva, porque el segundo año ya podemos tener unos nueve o diez nidos cerca. Los ayuntamientos todavía no saben cómo actuar, o no tienen una empresa que los pueda hacer los servicios, y cuando llega (a los municipios), es cuando las administraciones tienen que empezar a moverse. Cuándo hay un nido, se avisa unas diez veces hasta que se actúa, y eso no puede ser».
¿En caso de que la zona de actuación sea privada o pública, cómo se actúa?
«Si el nido está en una finca privada, la responsabilidad es del propietario. Se informa que tiene el nido, y cómo puede actuar de la mejor manera. Lo importante es hacer llegar la detección del nido al titular. Pero muchas veces no saben que los tienen, porque tienen muchas instalaciones, y no actúan, pero mediante ayuntamientos o policía, ellos si llegan. Si es un espacio público, con mucho riesgo hacia las personas, se hace una llamada al 112, policía o cualquier servicio, y se delimita el nido».
¿Cuál es el futuro de la avispa asiática en la demarcación?
«De cara al futuro, las actuaciones serán mucho más rápidas, pero tenemos que aprender a convivir con esta especie, saber cómo actuar y todos los riesgos que comporta porque los titulares de medios destacan la muerte, pero el sector primario también se ve muy afectado por este problema. Se está cargando toda la biodiversidad y eso no llega a todo el mundo. La gente sabe que pueden picar, pero no que la apicultura está sentenciada y las abejas están en peligro de extinción. Esta información no llega. Sabemos que podemos hacer cosas para disminuirla, erradicarla es imposible, pero hay otras medidas. De cara a la primavera tenemos métodos de control que son selectivos, que no capturan el 100% de las avispas, pero empiezan a ser muy específicos. Una avispa reina capturada son miles de avispas y muchos nidos evitados. En verano, podemos capturar 500 avispas, pero si no detectamos los nuevos antes y no las eliminamos, no acabaremos con ellas. La gente tiene que saber que se puede intervenir antes, y que capturar a estas reinas es muy positivo. Necesitamos tener más información y saber qué líquidos podemos meter, cómo actuar... Pero falta mucha educación sobre el tema.
¿Cómo funciona vuestra asociación, Molí del Fort?
«Nos situamos en Farena y tenemos finalidades de conservación de la biodiversidad. Somos una asociación muy pequeña, de poco más de veinte personas. Dentro de este gran reto, también tenemos la problemática de las especies exóticas invasoras, siendo la avispa asiática una de ellas, pero tenemos muchísimas. Hay una afectación a las personas y aprovechamos que tenemos todos los recursos para poder hacer conservación. En el caso de las avispas, nos hemos especializado en ellas porque vemos la importancia de actuar sobre los nuevos detectados».
¿Hay más actuaciones aparte de la avispa asiática?
«También hacemos avispas autóctonas, con la retirada de nidos, pero sólo cuando representan un peligro. Si no, normalmente no hacemos servicios por avispas normales, porque no es necesario. Las avispas autóctonas tienen una gran función porque son las controladoras de plagas en el medio natural, y no las podemos eliminar. Pero en el caso de la avispa asiática es superior».