Urbanismo
El Turó plantea una ampliación para 1.000 estudiantes y asumir el alumnado de primaria del Aura
Les nuevas instalaciones se expandirán hasta las 10 hectáreas e integrarán un complejo deportivo

Imagen de archivo del Col·legi Turó.
El Col·legi Turó plantea una ampliación «a corto plazo» de sus instalaciones para acoger a los alumnos del Aura que, a partir del curso 2026-2027, finalicen con el periodo de educación segregada. El centro educativo se ampliará hasta las 10 hectáreas, incrementando su capacidad hasta 1.000 alumnos más a través de la ejecución de un Plan Especial Urbanístico, ya que el suelo está declarado como No urbanizable. La demanda normativa de la Generalitat aprobada en el 2018, que prevé la finalización de la separación de los alumnos por género en toda Cataluña, también afectará a los centros concertados, entre ellos la gestora de los colegios Aura y Turó, la Institución Tarragona.
La reforma de las instalaciones, de acuerdo con el proyecto, es una solución rápida «para adaptarse a la nueva realidad educativa de la sociedad». Actualmente, consideran «necesario agrupar las etapas educativas, de los dos espacios, en un único emplazamiento», según establecen los informes oficiales. Actualmente, el recinto cuenta con cuatro edificios, varias pistas deportivas, campo de fútbol y piscina, y se pretende la instalación de 10 nuevas edificaciones de varios tipos.
La construcción espera realizarse en tres fases y prevé un presupuesto total de 12 millones de euros. La primera fase prevé la construcción de un edificio para el alumnado, además de un nuevo espacio de recreo en un periodo de entre tres y cinco años para ofrecer bastante capacidad para los nuevos estudiantes progresivamente.
La segunda fase se centrará en una de las principales novedades de la ampliación: la construcción de unas instalaciones deportivas modernas dentro del centro. Una fase que contempla un plazo máximo de entre cinco y diez años, y que, de acuerdo con la justificación del centro, no sólo espera ampliar la capacidad, sino «ofrecer nuevas propuestas educativas». Finalmente, la última parte del proceso ampliará todas las edificaciones del Colegio, las más nuevas y las antiguas, en unos trabajos que se establecen en los próximos 25 años y que abarcan la mayor parte del presupuesto, con una previsión de 5 millones de euros.
De momento, de acuerdo con el proyecto, sólo está prevista la financiación de la primera fase, que invertirá 3,2 millones de euros a través de fondos propios de la Institución Tarragona, donaciones voluntarias y préstamos.
El nuevo edificio, que acogerá a los alumnos provenientes del Aura, también tendría una altura de tres pisos, entre la planta baja y dos niveles más para cumplir la capacidad esperada, de acuerdo con el proyecto. La institución espera la luz verde de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), ya que la proximidad al Aeropuerto de Reus podría generar problemas. Hasta el momento, fuentes próximas al Diari Més establecen que la valoración espera ser positiva por parte de la entidad aérea.
La construcción también compartirá límites con el tramo ferroviario que atraviesa el territorio, que obligará en el centro a estudiar posibles afectaciones con el Departamento de Territorio, tal como se establece en el Plan Especial Urbanístico. Por otra parte, no hay estimaciones sobre el plazo o la viabilidad de construcción próxima en este tramo.
Eliminar la segregación por género a la educación
Con la unificación del centro y la conversión de la educación a mixta, los centros concertados pueden seguir optando a subvenciones por parte de la Generalitat de Catalunya. Les dos entidades educativas, pertenecientes a Constantí y la Canonja, han seguido a este modelo desde hace 50 años.
La ampliación del centro, además, generará la necesidad de ampliar las plazas de aparcamiento para el profesorado, que pasarán a ser 53, así como del alumnado privado, que llegarán a las 520. También se prevé la instalación de cinco aparcamientos de bicicletas, justificante que el centro se encuentra entre dos municipios que «no utilizan este medio de transporte», destacando el transporte privado con que actualmente cuenta el Col·legi Turó.
A pesar de la intención por parte de la institución de llevar a cabo el proyecto rápidamente, especialmente para adaptarse a las nuevas regulaciones educativas, no ha establecido ningún plazo para la ejecución del proyecto. Desde el centro aseguran que «no ven el sentido de mantener dos sedes separadas», y esperan la finalización de los informes por parte de las autoridades e instituciones correspondientes.
Más seguridad
Entre las evaluaciones del proyecto, se indica una detección «de indisciplina» por parte «de algunos conductores» en la incorporación desde la TV-7211, la entrada en sentido Reus. Una situación que prevé la mejora de la seguridad de la zona con una mejor señalización, prohibiendo la salida a la carretera y aumentando la anchura de la rotonda próxima al tramo para mejorar el tráfico, aunque, primero, el centro tiene que informar a la Dirección General de Carreteras. Los informes valoran una «reordenación del espacio», con la introducción de más señales y la construcción de un nuevo paso de peatones al inicio y al final de la zona de aparcamientos con grava.