Historia
Salen a la luz cuatro nuevos deportados de la Selva del Camp a Mauthausen
Este septiembre se cumplen 85 años de la muerte de Miquel Maydeu y de las deportaciones de cuatro selvatans al campo austríaco

Miquel Maydeu (al fondo a la izquierda), Andreu Blasi (en la esquina izquierda, sentado y con el uniforme de rayas obligatorio de los campos de concentración), Alexandre Simó (en el centro superior), Pere Baseda (en el centro inferior) y Ramón Guinovart (esquina derecha).
La historia del Baix Camp continúa descubriéndose con pequeñas piezas que conforman su actualidad. Ahora las pistas llevan el destino de cinco hombres, uno de l’Albiol y cuatro de la Selva del Camp, hasta Mauthausen, uno de los campos de concentración más grandes existentes durante la Segunda Guerra Mundial.
El recinto, situado en Austria, recibió 199.404 prisioneros, de entre los cuales 119.000 fueron asesinados. Según ha conseguido identificar el Centre d’Estudis Selvatans, cuatro hombres nacidos en la Selva llegaron al campo de concentración, y solo tres sobrevivieron. Además, Miquel Maydeu Pallerola, nacido en l’Albiol, también fue el primer catalán registrado en morir dentro de un campo de concentración controlado por el nazismo.
La casualidad y las obligaciones de la guerra llevaron a cuatro hombres de la Selva del Camp a coincidir en Mauthausen. Según nuevos registros del Centre d’Estudis, Alexandre Simó Dulcet, Andreu Blasi y Pere Baseda llegaron el mismo día en trenes distintos al recinto. Posteriormente, llegó Ramón Guinovart. Todos fueron deportados por el franquismo en una decisión basada, mayoritariamente, en su condición de militantes políticos y en su ideología catalanista o antifascista.
El primero de Mauthausen
Miquel Maydeu se marchó al exilio en 1939, después de servir como soldado republicano durante la Guerra Civil. En su intento de buscar una nueva vida en Francia, acabó preso en manos de los alemanes dirigidos por Adolf Hitler, que comenzaban a invadir parte del país galo. Tras un breve paso por un campo de concentración francés, sufrió un duro período en la prisión de Kessel (Alemania) y en los trámites de los stalags, unas prisiones ideadas por el nazismo para los prisioneros de guerra. Finalmente, Maydeu fue deportado a Mauthausen en 1940, después de ser declarado apátrida por el franquismo. Ese mismo año, fue asesinado dentro del campo.
El vecino de l’Albiol fue uno de los integrantes que viajaban en el segundo tren de toda la historia que llevó a españoles y catalanes a Austria. Concretamente, fue deportado el 13 de septiembre de 1940, y ahora se cumplen 85 años desde su llegada al campo de concentración.
En su honor, en 2020 el Ayuntamiento de l’Albiol recordó su historia con la instalación de un adoquín stolpersteine, dedicados en toda Europa a recordar a las víctimas del nazismo.
Cuatro selvatans en el horror
Andreu Blasi fue el único superviviente, liberado por el ejército americano en 1945. Tras su exilio en Francia, actuó como intérprete para el ejército alemán en diversos campos, sin recibir la dura tarea de los trabajos forzados donde murieron miles de personas. De sus compañeros selvatans solo quedaron las historias recogidas por el Centre d’Estudis en los registros alemanes.
«Los Legados» fue la población de nacimiento mencionada por Ramón Guinovart, militante de la UGT y con cargo político dentro del Ayuntamiento de la Selva, durante su proceso de deportación. Una curiosa invención para sustituir el municipio de la Selva y dificultar su detención, ordenada por el franquismo a causa de la apertura de un juicio en España por supuestos crímenes de guerra.
Pere Baseda, que vivió en Reus, en una masía propiedad del arquitecto Pere Caselles, huyó de España bajo extrañas circunstancias. En 1939, apareció en los registros de detenciones nazis. También tuvo un breve paso por el campo de trabajo de Agde (Francia) y, finalmente, fue capturado en Mosela, una localidad del norte francés dentro del territorio ocupado por los alemanes.
La misma suerte en el exilio corrió Alexandre Simó, que fue registrado en el hospital de Barcelona tras resultar herido durante el inicio de la Guerra Civil. La victoria franquista lo sentenció, y a causa de su servicio como soldado republicano, finalmente fue deportado.
Ahora la Selva recupera una etapa histórica de horror que vuelve a la memoria histórica gracias al trabajo de historiadores selvatans y de la demarcación de Tarragona, que a través de la exploración de informes históricos de entre 1900 y 1945 han podido situar a los cuatro selvatans en el histórico campo de concentración.