Diari Més
Javier Sancho

Director del complejo industrial de Repsol en Tarragona y presidente de la AEQT

Entrevista

Javier Sancho: «La descarbonización no se podrá hacer si no se modifica la red eléctrica»

El director del complejo industrial de Repsol en Tarragona ocupa, desde el mayo pasado, la presidencia de la AEQT, la patronal del sector químico, para el cual reclama un marco regulador más claro y estable que el actual

El director del complejo industrial de Repsol en Tarragona ocupa, desde el mayo pasado, la presidencia de la AEQT

El director del complejo industrial de Repsol en Tarragona ocupa, desde el mayo pasado, la presidencia de la AEQTCedida

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¿En qué momento está la industria química de Tarragona?

«La industria química de Tarragona está inmersa en un proceso de transformación profunda hacia un modelo circular y descarbonizado y, al mismo tiempo, menos ‘comodizado’, o cosa que es lo mismo, orientado a la fabricación de productos altamente diferenciados de mayor valor añadido.

Les 34 empresas que formamos parte de la asociación estamos adaptando nuestros procesos para reducir emisiones de carbono, mejorar la eficiencia energética y fomentar la innovación, con el objetivo de seguir siendo competitivos en un entorno global cada vez más exigente. La industria química de Tarragona es uno de los principales motores económicos del país.

En Tarragona, la industria química genera empleo directo e indirecto para más de 11.000 personas, y hasta 44.000 puestos de trabajo inducidos. Representamos el 25% de la producción química de España y el 50% de la producción catalana. Nuestra actividad equivale aproximadamente al 1,5% del PIB nacional. También hay que destacar que el cluster petroquímico de Tarragona es el más importante de la cuenca mediterránea y uno de los más relevantes del sur de Europa.

Por ejemplo, el sector químico representa más del 60% de las exportaciones que pasan por el Port de Tarragona. Todos estos datos demuestran que somos un sector clave para la economía y para reforzar la autonomía industrial del país».

¿Y cómo está el mercado actualmente y a corto plazo?

Actualmente, el mercado de la química básica atraviesa un momento complejo, principalmente por el fuerte incremento de las materias primas y de los costes energéticos, especialmente del gas y la electricidad. Esta situación ha afectado de manera significativa a todos los sectores industriales intensivos en energía, no solamente en España, sino en toda Europa, como han señalado tanto el informe Draghi como varias comunicaciones recientes de la Comisión Europea, como el Clean Industrial Deal o el Affordable Energy Action Plan.

Desde 2015, la química básica en España acumula una caída de 8 puntos porcentuales en su producción. Se espera que esta reducción se modere y se sitúe en torno al 5% al fin de 2025, si se confirma la tendencia a la baja en los precios de la energía. Es importante subrayar que la química básica es un pilar esencial para la autonomía industrial del país. Está presente en múltiples cadenas de valor de sectores estratégicos como la salud, la alimentación, la construcción, la automoción o la defensa».

La industria química es uno de los motores de la economía de la provincia de Tarragona. ¿Su peso a nivel económico y laboral se mantendrá a corto y medio plazo o teme que pueda decrecer?

Sin duda, la industria química seguirá siendo uno de los principales motores económicos de la provincia de Tarragona a corto y medio plazo. Es un sector con alto valor añadido, que genera empleo estable, bien remunerado y altamente calificado, y que contribuye de manera significativa a la riqueza del territorio.

Además, la química es parte esencial de las soluciones a los grandes retos que afronta nuestra sociedad: desde la producción de alimentos hasta el tratamiento y la reutilización del agua, pasando por el desarrollo de combustibles bajos en carbono que posibiliten reducir de manera efectiva las emisiones de carbono del sector del transporte, y de materiales para energías renovables o para hacer más eficiente el consumo energético, gracias a productos más ligeros, resistentes y sostenibles.

Por todo eso, estamos convencidos de que la industria química no solamente mantendrá su peso económico y laboral, sino que lo reforzará como sector estratégico clave para el desarrollo industrial y la transición energética del país».

¿Cuáles son las potencialidades y debilidades de Tarragona como polo químico?

«Tarragona es uno de los polos químicos más importantes del sur de Europa, y eso se debe a varias fortalezas clave. La principal es la concentración de empresas del sector que trabajan de forma integrada y colaborativa, compartiendo infraestructuras y generando sinergias que mejoran la eficiencia y la competitividad.

Este ecosistema industrial está muy consolidado y cuenta con décadas de experiencia acumulada. También destacamos por nuestra ubicación estratégica: tenemos un puerto en crecimiento, conexiones por carretera y ferrocarril, y estamos cerca de mercados europeos importantes. Además, el entorno educativo es muy favorable, con una universidad y centros de formación profesional que aportan talento técnico en el sector, así como centros de investigación y tecnología de prestigio internacional.

Entre los principales retos, hay que señalar el alto coste de la energía y la falta de infraestructuras eléctricas adecuadas para afrontar el proceso de descarbonización. Necesitamos urgentemente adaptar la red eléctrica del territorio. Para 2030, la demanda eléctrica del cluster químico de Tarragona será un 380% superior al actual, y para 2050 se estima un incremento del 620%.

Es imprescindible contar con un suministro eléctrico competitivo, fiable, suficiente y de origen renovable. Otro aspecto clave a mejorar es la agilización de los trámites administrativos y disponer de un marco regulador claro y estable, que dé seguridad a las inversiones y facilite la puesta en marcha de nuevos proyectos».

¿Sigue siendo un polo de atracción de inversiones?

«Sin duda, Tarragona sigue siendo un polo de atracción de inversiones, gracias a la concentración industrial y al ecosistema consolidado que lo rodea. Seguimos viendo cómo se apuesta por proyectos estratégicos vinculados a la transición energética, la economía circular y la mejora de la eficiencia industrial.

Son ámbitos clave para el futuro y donde el cluster químico de Tarragona tiene un gran potencial. Ahora bien, para mantener y reforzar esta dinámica inversora, es fundamental seguir trabajando de manera coordinada entre las empresas, y contar con el compromiso y el apoyo firme de las administraciones y de la sociedad».

¿Cuáles son las nuevas inversiones en marcha o pendientes de que destacaría?

«Actualmente, hay varias inversiones en marcha dentro del cluster químico de Tarragona que reflejan el compromiso firme del sector con la sostenibilidad, la innovación y la descarbonización. Algunas de ellas han sido reconocidas como proyectos de interés para la Unión Europea, lo cual demuestra su relevancia estratégica.

En el caso de Repsol, destacan dos iniciativas especialmente relevantes: por una parte, la Ecoplanta, un proyecto pionero que transformará la fracción resto de los residuos municipales, no reciclable, en combustible renovable y productos químicos circulares y por otro, la futura planta de hidrógeno renovable con el electrolizador mayor de la península ibérica, clave para avanzar hacia una industria baja en emisiones. También hay que destacar el plan de descarbonización que está impulsando Ercros en sus plantas de Vilaseca, con una batería de acciones orientadas a reducir significativamente su huella ambiental. Además, existen otros proyectos en estudio por parte de diferentes compañías del Polo Petroquímico. Estamos convencidos de que el futuro de la química en Tarragona es sostenible y descarbonizado, pero también tiene que seguir siendo competitivo para atraer nuevas inversiones y consolidar su papel estratégico».

La Unión Europea es clara con los objetivos de descarbonización. ¿Cómo lo afronta la industria química de Tarragona?

«La descarbonización y la transición energética son dos de los grandes retos que afronta la industria química, y en Tarragona estamos plenamente comprometidos con este proceso. Por eso, hemos definido una hoja de ruta ambiciosa y realista para avanzar hacia una industria más sostenible. Este plan se basa, en primer lugar, en las mejoras de eficiencia energética que llevamos décadas aplicando a través de la innovación tecnológica y la optimización de procesos.

Gracias a eso, ya hemos conseguido una reducción significativa de nuestros consumos energéticos y de las emisiones de CO2. Además, apostamos por un enfoque tecnológico amplio. Aunque el hidrógeno verde jugará un papel importante, también consideramos necesario poner énfasis en el fomento de los combustibles renovables, incorporar soluciones complementarias como el hidrógeno bajo en carbono, el desarrollo de tecnologías puente, como la captura y almacenaje de CO2, y de nuevas tecnologías que todavía están en fase de investigación.

Para eso, colaboramos activamente con centros de conocimiento e innovación del territorio. Este proceso implica una inversión muy relevante. A nivel estatal, el sector estima que serán necesarios en torno a 75.000 millones de euros entre 2025 y 2050, lo cual representa unos 3.000 millones de euros anuales. Pero para que esta transformación sea posible, necesitamos el apoyo de las administraciones públicas, un marco regulador estable y el apoyo de la sociedad».

¿La industria química es capital en Tarragona, pero está estigmatizada socialmente?

«Es cierto que la industria química, como cualquier actividad humana, genera un impacto, y somos plenamente conscientes de eso. Precisamente por eso trabajamos de manera constante para minimizarlo, aplicando las mejores tecnologías disponibles y cumpliendo con una normativa ambiental que está entre las más estrictas de Europa. En cuanto a la percepción social, sabemos que en algunos casos puede haber una cierta desconfianza, y por eso consideramos fundamental reforzar la transparencia, la información y el diálogo con nuestro entorno.

Estamos comprometidos con la mejora continua, no solamente desde el punto de vista técnico, sino también social. Les emprendidas de la AEQT compartimos la preocupación por construir un territorio mejor y más sostenible. Estamos a favor de aquellas iniciativas que ayuden a avanzar en este camino, siempre desde una base científica, rigurosa y colaborativa. La industria química quiere ser parte de la solución y un aliado para el desarrollo equilibrado del territorio».

¿Como presidente de la AEQT, cuáles son los retos y las líneas que se ha marcado para los próximos tres años?

«Como presidente del AEQT, los próximos tres años estarán marcados por el impulso a la competitividad y la descarbonización del sector. Este reto va del brazo de la transición energética, que requiere una transformación profunda de nuestros procesos productivos, nuestras infraestructuras y nuestro modelo energético.

Todo eso lo abordaremos dentro del marco del Plan Estratégico del AEQT 2024-2028, que se articula en cinco grandes ejes: seguridad y medio ambiente; descarbonización y economía circular; competitividad e innovación; entorno e infraestructuras; y comunicación y posicionamiento.

Nuestra misión es clara: seguir generando consensos entre industria y entorno para consolidar a un modelo productivo más sostenible, competitivo y alineado con los objetivos climáticos. Queremos que Tarragona siga siendo un referente industrial a nivel europeo, apostando por una industria química circular, descarbonizada y plenamente integrada en su territorio».

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