Agricultura
Les cooperativas del Campo de Tarragona se ven «obligadas» a vender avellana de fuera por la falta de producto local
Los últimos cinco años ha caído más en un 33% la superficie productiva de avellanas a Cataluña

Paquete de avellanas donde se informa de que Turquía es la procedencia del producto.
Les cooperativas del Camp de Tarragona se han visto "obligadas" a comprar, empaquetar y vender avellana de fuera por la falta de producto local el último año. En el 2024 sólo se recogieron 2.506 toneladas de este fruto seco en Cataluña, principalmente en la zona del Baix Camp, el Alt Camp y el Tarragonès, lejos de las 7.433 toneladas del 2022, que fue un año de buena cosecha. También ha caído un 33,3% la superficie productiva de avellanos a Cataluña, en sólo cinco años. Coselva y l'Avellanera, las dos cooperativas de la Selva del Camp (Baix Camp), explican que "no había suficiente producto" para dar respuesta a la industria y la restauración que en demanda. Además, tenían la necesidad de mantener "la estructura" y las marcas respectivas. Des de hace décadas que hay grandes superficies comerciales que no tienen avellana del país y vienen de fuera. Pero este año, por primera vez, las cooperativas del Campo de Tarragona han tenido que comprar esta fruta seca en otros países porque en invierno ya se quedaron sin stock de avellana de Reus. El año pasado la cosecha fue muy mala a causa de la sequía y el consiguiente estrés hídrico de los avellanos, haciendo caer la producción como nunca.
El gerente de Coselva, Pere Ferré comenta que desde la cooperativa ya hace años que compran avellana a fuera para procesarla y venderla a industrias agroalimentarias mayores, pero este año por primera vez han tenido que empaquetar avellana de Turquía para ofrecerla en restaurantes y establecimientos de la zona. En su agrotienda se indica con un cartel que la avellana no es local y en los paquetes se informa de que el origen es turco. El 60% de la avellana comercializada este año por Coselva ha estado de fuera, mientras que sólo el 40% era del país.
L'Avellanera, la otra cooperativa del municipio, se encuentra en la misma situación, aunque sólo han tenido que comprar el 10% de la producción a fuera, empaquetando avellana turca con la marca Infrusec. En los estantes del supermercado también se informa de la situación. El director general de l'Avellanera, Abel Fernández, remarca a la ACN que se han visto "obligados" a "buscar avellana donde estuviera para poder suministrar a nuestros clientes".
En l'Avellanera se quedaron sin producto en febrero y optaron por irla a comprar en Turquía en un primer momento. Después, poco a poco, lo han ido "sustituyendo", buscando avellanas en regiones más próximas como Castellón, Zaragoza, Girona y el sur de Francia. "Tenemos que ser muy claros con el consumidor y siempre explicar cuál es el producto que estamos envasando", insiste Fernández. "En las bolsas hay un apartado bien claro donde se especifica el origen", comenta también Ferré.
Mantener la cooperativa y la marca
Ferré reconoce que ha estado "un poco doloroso". "Ha sido una decisión muy difícil, incluso aceptarla por parte de nuestra plantilla," comentan desde l'Avellanera. Sin embargo, Ferré asegura que no han tenido "ningún otro remedio" que comercializar avellana de fuera. "Tenemos una industria, una empresa y unas 100 familias que dependen de Coselva, y tienen que seguir trabajando", defensa.
Fernández coincide con Ferré. Dice que l'Avellanera tiene unas "dimensiones", una "estructura" y una "marca que se tiene que mantener, tener presencia en el mercado." Ahora, las dos cooperativas esperan la cosecha de este año y tan pronto como la tengan empaquetada, volverán a vender avellana de Reus.
"Competencia desleal"
La Trencadora, una empresa familiar del Rourell (Alt Camp) que comercializa avellana del país fuera de la Denominación de Origen Protegida (VEZ|GOLPE) Avellana de Reus, no ha comprado producto al extranjero|en el extranjero y sigue vendiendo Cataluña. Su gerente, Antoni Torrents, afirma que todavía tienen bolsas del año pasado, pero que estos últimos meses han dejado de distribuir sus avellanas a una gran cadena de supermercados catalana. Se han dedicado sólo al pequeño comercio para no agotar el stock. "Nunca hemos comprado avellana de fuera porque siempre hemos confiado en la de aquí", subraya.
L'Avellanera también ha tenido que "romper" contratos "importantes" hacia el exterior, como la relación comercial que tenían con empresas alemanas. "Hemos tenido que sacrificar a algún cliente y sabemos que muchas veces, en estos casos, es muy difícil recuperarlos", lamenta Fernández.
El gerente de La Trencadora sí que reconoce que este año ha sido un "desastre impresionante", pero cree que la "reconversión" del sector no pasa por ir a buscar el producto al extranjero. De hecho, cree que "no tiene sentido" que las cooperativas comercialicen productos de fuera. Considera que es una "competencia desleal". Torrents destaca que la última década el sector había trabajado "para poner la avellana catalana en un lugar muy importante", valorándola, dándole calidad y vendiéndola más cara. La ACN se ha puesto en contacto con la DOP Avellana de Reus, pero no han querido hacer declaraciones.
Crisis del sector
"Estamos en un momento delicados y críticos", resume Torrents. "Si esta situación no cambia nos encontraremos ante un cambio de paradigma", añade. El sector de la avellana hace años que sufre una crisis a causa de la caída en picado de la producción. En el 2022 se alcanzó el último pico, con 7.433 toneladas, pero la tendencia de los últimos años es a la baja. El año pasado se tocó fondo con sólo 2.506 toneladas.
También está disminuyendo la superficie productiva, pasando de las 10.983 hectáreas en el 2020 a las 7.270 en el 2025, según datos provisionales del Departamento de Agricultura. La evolución es claramente a la baja, ha caído un 7,4% el 2025 con respecto al 2024, y un 33,3% si se compara con el 2020.
Ferré comenta que el avellano es un árbol "muy sensible" y con los calores de los últimos años "ha sufrido muchísimo". Eso ha provocado que las plantaciones queden "medio muertas", describe. Coselva tiene el Mas del Víctor, una finca experimental donde están haciendo pruebas con pies de avellanos americanos, en principio más resistentes al cambio climático.
Paralelamente, el Gobierno presentará en otoño el Plan Nacional de la Avellana de Cataluña 2025 – 2028 para relanzar el sector e incrementar el valor de mercado de esta fruta seca. El gerente de Coselva dice que ahora el Departamento "se ha puesto las pilas", pero tanto él como Fernández avisan de que "llegan tarde". "Los resultados con la tierra se obtienen a largo plazo", remachan.