Vivienda
Alquilar en la provincia de Tarragona, un esfuerzo que ya llega al 50% del salario
Un piso de 90 m² ya cuesta 1.078 euros por término medio al mes, con un crecimiento del 25,3% interanual

Una mujer mirando los anuncios de viviendas expuestas en una inmobiliaria.
La provincia de Tarragona es el territorio donde más se ha encarecido el alquiler y ya exige cerca del 50% del sueldo para pagar un piso completo. El último informe de pisos.com sitúa el precio medio en 7,55 euros por metro cuadrado, mientras que el coste mensual para una vivienda de 90 m² llega a los 1.078,38 euros. Esta presión obliga a los inquilinos a destinar el 47,08% del salario bruto, muy cerca del límite del 50% que los expertos consideran insostenible y que acentúa la dificultad para acceder a una vivienda digna.
La ciudad de Tarragona concentra la tensión del mercado y es la capital de provincia que más se ha encarecido en un año, con una subida del 25,30% con respecto a julio de 2024. Esta escalada de precios se traduce en un coste medio de 1.078,38 euros al mes por un piso de 90 m², lo que equivale al 47,08% del salario bruto de los tarraconenses. En cambio, vivir en un piso compartido es una opción más asequible, ya que una habitación cuesta por término medio 312,50 euros mensuales, el equivalente al 13,64% del salario bruto.
El caso de Tarragona resulta todavía más significativo si se compara con las otras capitales catalanas. Barcelona sigue siendo la más cara, con 29,45 €/m² y un esfuerzo del 114,07% del salario por un alquiler tradicional, mientras que Girona se mantiene en el 50,30% y Lleida, a pesar de una caída del -16,19% interanual, exige igualmente el 30,22%-. En este contexto, Tarragona no es la ciudad con el alquiler más alto, pero sí la que ha experimentado el crecimiento más intenso.
El aumento de precios no es un fenómeno exclusivo de Cataluña: a escala estatal, el alquiler medio se situó en julio en 13,54 €/m², con una subida interanual del 14,65%. Sin embargo, Tarragona destaca por encima de la media y se confirma como la capital española donde el repunte ha sido más acentuado.
Oferta insuficiente
A pesar de la entrada en vigor, el 30 de enero, del Decreto ley 1/2025 de contención de rentas, que obliga a indicar el precio máximo en anuncios y contratos, refuerza el control de los alquileres temporales y establece sanciones de hasta 900.000 euros por incumplimientos graves, la situación continúa tensionada.
Los expertos señalan que la regulación ayuda a evitar abusos, pero no resuelve el desequilibrio de fondo: la falta de oferta de vivienda y el impacto sobre salarios bajos y jóvenes mantienen el acceso al alquiler como un reto cada vez más difícil.
Aunque capitales como Valencia, Sevilla o Bilbao obligan a destinar un porcentaje salarial más alto para pagar un piso, ninguna de ellas ha vivido un incremento tan intenso ni tan repentino como Tarragona en el último año. En el otro extremo, Zamora o Ciudad Real mantienen los esfuerzos por debajo del 30% y se convierten en excepciones dentro del estado.
En Cataluña, el contraste claro está: Barcelona lidera los precios estatales, Tarragona es la capital que más se ha encarecido en doce meses y Lleida la que más ha bajado. El panorama confirma la volatilidad del mercado y la necesidad de incrementar la oferta de vivienda asequible para dar una salida real a la población.