Turismo
Perfil del turista en Tarragona: de última hora, con estancias más cortas y menos gasto
La Costa Daurada urbana y litoral vive una temporada muy similar a la del año pasado

Imagen de turistas fotografiándose en la Catedral de Tarragona.
Los hoteleros de la provincia de Tarragona aseguran que este verano está marcado por una fuerte dependencia de las reservas de última hora, estancias más cortas y un gasto más contenido por parte de los clientes, a causa de «la menor disponibilidad económica de muchas familias y al aumento de precios derivado de los gastos que tienen que asumir los hoteles».
Según ha informado este martes la Federación de Asociaciones de Empresarios de Hostelería de la provincia de Tarragona (AEHT), la Costa Daurada urbana y litoral vive una temporada muy similar a la del año pasado.
En Reus (Baix Camp), la ocupación media se mantiene en torno al 60% entre semana y roza el 90% los fines de semana, con perspectivas de llegar al 90-95 % durante este mes, mientras Tarragona ciudad ha cerrado julio con una ocupación del 85% y prevé llegar al 95% en agosto, con un incremento del precio medio que ayuda a equilibrar el aumento de costes.
En cuanto a Cambrils (Baix Camp), Salou (Tarragonès) y La Pineda, la AEHT destaca que hay un perfil de visitante con una capacidad de gasto más limitado, que tiende a reducir al mínimo el consumo en destino.
«Esta realidad favorece fórmulas como el 'todo incluido' y se traduce en una disminución del volumen de negocio para los restaurantes y establecimientos locales, a pesar de mantenerse unas buenas cifras de ocupación», ha indicado la federación hotelera.
En el interior de la provincia, la Conca de Barberà cerró un julio de récord gracias al turismo de negocios y espera que en agosto se mantenga esta tendencia, mientras que en el Priorat julio ha sido mejor que el año pasado, con una ocupación más estable y un precio medio superior, combinando clientela nacional e internacional, y mira con optimismo a agosto y, todavía más, septiembre y octubre.
En cambio, en la Terra Alta, la ocupación en los hoteles es bajo y las estancias son más cortas. El reciente incendio forestal ha afectado gravemente a la actividad turística de la zona, con cancelaciones, miedo e infraestructuras dañadas que acentúan todavía más las reservas de última hora.