Sociedad
EMATSA y Aigües de Reus colaboran en un proyecto para eliminar los compuestos PFAS del agua potable
El proyecto se iniciará a finales del año 2025 y tendrá una duración de tres años

El Laboratorio de Ematsa será el encargado de la toma de muestras y posterior análisis.
Un consorcio formado por EMATSA, Aigües de Reus, la Fundación Eurecat y la Universidad Rovira i Virgili desarrollará durante los próximos tres años nuevas tecnologías para eliminar las sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) del agua potable. El proyecto PFAS-CLEARWATER, con un presupuesto de 786.000 euros, busca dar respuesta al reto que supone la presencia de estos compuestos en las fuentes de abastecimiento de agua.
El proyecto ha obtenido una financiación de 407.981 euros del Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2024-2027, cofinanciado por el Estado y la Unión Europea.
Control de PFAS
Los PFAS (los perfluroalquilados y los polifluoroalquilados) son compuestos que se utilizan ampliamente en productos de uso cotidiano como los antiadherentes de las sartenes, las espumas de los extintores, pinturas y cosméticos, entre otros. Estas sustancias potencialmente tóxicas son conocidas como «químicos eternos», ya que pueden permanecer en los ecosistemas durante largos periodos de tiempo, acumulándose de forma progresiva.
Además de tener una alta persistencia en el medio ambiente, también presentan una enorme complejidad a la hora de su eliminación mediante los tratamientos de agua convencionales. Desde diciembre de 2023, la legislación española insta las empresas de agua al control de estos sustancias, a la vez que fija unos límites (0,1 µg/l por un sumatorio de 20 PFAS individuales) que tienen que cumplirse antes del 2 de enero de 2026.
Investigación tecnológica
El objetivo principal del proyecto PFAS-CLEARWATER es desarrollar un esquema de tratamiento de agua que integre diferentes tecnologías avanzadas y que permita eliminar eficazmente estos compuestos químicos y asegurar el cumplimiento de la normativa vigente y futura sobre el agua potable.
Las tecnologías propuestas se basan en procesos de separación y/o absorción (carbón activo modificado, resinas de intercambio iónico y tecnologías de membrana como la nanofiltración y la osmosis inversa) y en procesos de eliminación por oxidación (química, electroquímica y fotoquímica). En función de los resultados obtenidos durante el proyecto, estas tecnologías podrán ser aplicadas de forma individual o combinada.
El impacto esperado del proyecto es alcanzar la mejora de la calidad del agua potable y la generación de conocimientos clave para los operadores de plantas de tratamiento y para las autoridades responsables de la regulación de agua potable.
Aigües de Reus y Ematsa
El proyecto se iniciará a finales del año 2025 y tendrá una duración de tres años. Ematsa, junto con Aigües de Reus, pondrán a disposición del proyecto varias captaciones de agua donde se ha detectado la presencia de PFAS. Así, el Laboratorio de Ematsa será el encargado de la toma de muestras y posterior análisis, ya que está dotado con la tecnología necesaria para llevar a cabo la detección y caracterización de estos compuestos.
Eurecat y la URV llevarán a cabo la investigación de los diversos procesos de eliminación, y en función de los resultados obtenidos, se propondrá la ubicación más adecuada para la instalación de una planta piloto experimental.